Comenzando 2021, uno de los vaticinios más pesimistas frente la vacunación apuntaba a que profundizara las marcadas asimetrías entre ricos y pobres en el mundo. A pesar de las constantes advertencias médicas para que se proceda a una inmunización global, las denuncias sobre acaparamiento y el enriquecimiento de algunos grupos no paran. Una serie de ONG, congregadas alrededor de Oxfam acaba de publicar un informe preocupante que desnuda la forma cómo un grupo de farmacéuticas estaría sacando un provecho desmesurado de la crisis sanitaria y estaría vendiendo a los Estados la vacuna por un precio muy por encima de la producción. Uno de los estudios publicados por la alianza compuesta por las organización Public Citizen e investigadores del prestigioso Imperial College sostiene que el costo de producción de la vacuna ARN se encuentra alrededor de 1,18 y 2,85 dólares. No obstante, se habrían comercializado en promedio a 16,25 dólares.
La alerta que ha lanzado la alianza People’s Vaccine, que reúne a varias organizaciones, apunta a un eventual monopolio de una serie de farmacéuticas que no solo produce enormes rentabilidad sino que ha retrasado la llegada de vacunas a regiones donde urgen. La organización señala que, mientras en el mundo industralizado se vacuna a una persona por segundo, varios países del sur global aún carecen de acceso. En Europa se ha alcanzado una vacunación de 85 dosis por 100 habitantes pero en África esta cifra no llega a las 4 dosis. Por eso no sorprende la petición de Sudáfrica y la India, a la que se han sumado varios Estados, de levantar la restricciones a la propiedad intelectual para estimular un acceso masivo y en sintonía con las necesidades de los más vulnerables. La ONG YouGov pone en evidencia una cifra clave: en países como Francia, Reino Unido y Estados Unidos donde se vacuna a un ritmo acelerado, cerca de un 70% de sus habitantes se manifiesta por un levantamiento de las patentes con tal de que lleguen a los más necesitados.
Las denuncias de Oxfam durante la pandemia no son nuevas. Comenzando 2021, advirtió que las mil fortunas más grandes del mundo, habían recuperado en 9 meses las pérdidas provocadas por la crisis sanitaria, al tiempo que la inmensa mayoría de pobres necesitaría al menos diez años para recuperarse. Este panorama tiene un agravante mayor: la enorme vulnerabilidad de las mujeres que, al representar el 70% de la fuerza laboral en salud y atención social están más expuestas al contagio y sometidas frecuentemente a remuneraciones por debajo del promedio.
Es urgente que se retomen los espacios de discusión multilateral y los Estados tanto del norte industralizado como del sur global exijan mayor transparencia en los datos de producción y comercialización. Existe el fundado y grave riesgo de atrasar logros que como humanidad se habían alcanzado en el marco de los objetivos de desarrollo del milenio (ODM) y de desarrollo sostenible (ODS).
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