Desde 1950 la tendencia global es hacia el calentamiento del planeta y el nuevo informe del IPCC publicado este domingo, así lo demuestra. El cambio climático es hoy día, una de las problemáticas socio-ambientales más importantes que deberá enfrentar la humanidad para su misma salvación. Sin contar con el equilibrio necesario que deberá tener en cuenta el hombre con el sistema ambiental para de esta forma, poder establecer los naturales parámetros de la biosfera.
El cambio climático presenta nuevos riesgos y mayores desafíos para el desarrollo sustentable. Cada comunidad y región, debe definir los tipos de acción más importantes para adaptarse a un clima cambiante. Este fenómeno global aumentaría las situaciones de riesgo que requerirían respuestas de emergencia, tanto debido a la mayor influencia y/o mayor intensidad de los desastres de impacto repentino como a la mayor cobertura de los desastres de impacto “lento” o progresivo. El cambio climático interactúa con otros fenómenos políticos, sociales, económicos y ambientales y estos últimos, multiplican los factores de presión.
A medida que se calienta el planeta, cambian las pautas de las precipitaciones y se multiplican los episodios extremos como sequias, inundaciones e incendios forestales. Millones de personas de las zonas costeras densamente pobladas y de los países insulares perderán sus hogares a medida que se eleve el nivel del mar. La población pobre de África, Asia y otros lugares del planeta se enfrentan a las fuertes perspectivas de pérdidas de cosechas agrícolas a consecuencias trágicas, descenso de la productividad de los suelos y aumento del hambre, la malnutrición y enfermedades.
Siendo el cambio climático, el desafío más importante en términos sociales y económicos de la historia del planeta, resulta imprescindible abordar este desafío con gobernabilidad ya que exige un grado de capacidad de reacción, confianza, cooperación y solidaridad que pone a prueba los límites de los mecanismos e instituciones existentes para la gestión ambiental. Ejerce una enorme presión sobre el entramado político y social de las comunidades de todo el mundo, en un contexto de gran incertidumbre respeto a cual será exactamente el alcance de las próximas medidas para remediarlo y cuando se aplicaran, especialmente a nivel global.
El tema clave aquí es generar estrategias nacionales y regionales para la adaptación y mitigación, integrando planes de desarrollo sostenible. Consensar decisiones y objetivos globales es muy difícil, pero se debe lograr. El reto varia de país a país. Entre el 2020 y el 2050 tenemos una ventana de oportunidades fundamentales para cambiar las actuales tendencias en principios de desarrollo.
Habría entonces, que integrar las políticas climáticas en políticas de desarrollo, reglamentaciones y normas, impuestos y gravámenes, permisos comerciales, incentivos financieros, acuerdos voluntarios, instrumentos de información, entre otros. Para ello, la sociedad civil tiene un rol cada vez más trascendental en la evaluación de los componentes asumidos por los países para reducir las emisiones, incluida la calidad del monitoreo y la producción de información, así como el uso de los fondos monetarios destinados a la política climática.
La solución a esta crisis climática que enfrentamos actualmente existe, pero, no estamos siendo del todo honestos con nosotros mismos con respecto al problema y sus causas. Necesitamos más innovación y es importante que nos enfoquemos en la resiliencia y eficiencia, más que en el consumo. En el mundo contamos con suficientes recursos financieros, así como también capacidades tecnológicas para actuar.
Existe pues un reconocimiento global de la urgente necesidad de mitigar y adaptarnos al cambio climático con el fin de proteger a la humanidad y al resto de la vida que habita en el planeta. Acciones en esta línea, requerirán de nuevas dimensiones de cooperación económica, política e institucional. Debemos tomar el cambio climático como un proyecto de ciudad (pensar global y actuar local). Por esto, considero de vital importancia, acercar el cambio climático a la gente, a las comunidades ya que la primera medida de adaptación a este fenómeno mundial, es promover la gestión de conocimiento.
Si no lo logramos, será por incapacidad. Hay una multitud de oportunidades que descubrir y redescubrir…