En los momentos de mayor frenesí y locura periodística del reciente siglo XXI, emborrachados los diarios del mundo por el rescate y reencuentro de Ingrid Betancur, me reconfortó cuando desde algún rincón del planeta apareció la diáfana voz de Fernando Vallejo. Él es, en ciertos momentos, la encarnación de la Crítica. ¡Esa aguafiestas! Puede sonar paradójico, pero toda noticia o acontecimiento por más exitoso que sea debe pagar por el capital que disfruta: ser mirado por todos los flancos, bombardeado de preguntas y dudas y hasta soportar burlas y rechiflas. Nunca todos estaremos contentos. Como en la economía, también en el periodismo y en los medios masivos de comunicación rige el principio de escases y se pone un precio a las noticias alegres. Y Vallejo es el cobrador de impuestos  de los ingenuos (me los imagino pitando en las calles o suspirando al ver cómo Sarkozy y la mamasota de la Bruni recibían a la colombiana), asi como de los canallas, pues los obliga a interrogarse. Vallejo siempre viene contra la corriente, anda al revés y se abre paso para  cantar su visión envolvente, indagadora y hasta insultante, porque no se pone con pañitos de agua tibia.

Ciertos diarios del exterior (los de Colombia estaban enceguecidos por natural alegría) al ver que caían en el totalitarismo de ver sólo desde un ángulo la noticia, medio abrieron un vínculo o unas pequeñas líneas para citar a Fernando Vallejo. Esto fue lo que reportaron las agencias de prensa:

"El conflictivo escritor colombiano Fernando Vallejo dio voz ayer a lo que piensan muchos de sus compatriotas y, sobre todo, lo que en estos momentos carcome las mentes de los familiares de los cientos de personas que todavía están en poder de las FARC.

«La atención que se le presta a Betancourt es escandalosa en comparación con el escaso interés que despiertan otros rehenes», dijo ayer Vallejo en el transcurso de un encuentro literario en la ciudad brasileña de Paraty.

«A lo largo de los años la guerrilla ha capturado a militares, ganaderos, políticos, funcionarios… y sólo se habla de Ingrid Betancourt, que es manipuladora, bellaca y horrible.

Ella y su asesora Clara Rojas son los únicos colombianos que hicieron todo lo posible para que fueran secuestradas», manifestó.

Vallejo, que reside en México, retrata a la ex candidata presidencial como «una mujer ambiciosa» que provocó su propio secuestro «como forma de promoción política».

Añadió que no sería nada extraño que Betancourt presente su candidatura a las presidenciales de 2010, cita en la que, en su opinión, tendría muchas posibilidades de ganar «porque el pueblo colombiano es tan ignorante que hasta puede optar por votarla.

Si tiene nacionalidad francesa, ¿ por qué no hace política en París y compite con Nicolas Sarkozy?», se pregunta Vallejo."

 

 ¿Echó a perder nuestro día soleado anunciando la lluvia, sembrando la duda en pleno deleite? Bueno, por principio, no hay nadie ni nada puro ni perfecto. ¿Rescate perfectO, "parfait"?  No, madama. ¿Lo has pensado bien?", cantaletea Vallejo a la que se entusiasma demasiado.

Conste que acá, en este mismo espacio, hace poco publicamos una ensayo para lamentar poéticamente el secuestro de Ingrid. Sea ahora para serenar o apaciguar el frenesí de su rescate, bajarle los humos y sentarla en la silla de todos los humanos.