Los de la Cancillería colombiana deberían preocuparse más en facilitarnos el tránsito a los millones de viajeros colombianos abrumados por las visas, que en mejorar la imagen de un presidente que inspira muy pero ya muy poca simpatía alrededor del mundo.

Estoy indignado por la torpe protesta de la Cancillería colombiana contra el cantante puertorriqueño de Calle 13, por no hablar del exceso de poder desplegado por Uribe contra los estudiantes. Sus comunicados oficiales abundan en supersticiones convencionales, en el infatigable ejercicio de la tontería, de la fracesita cantadita y del oscuro término de «terrorismo» con que intenta descalificar toda crítica contra él.

A menudo los falsos problemas promueven soluciones que también son falsas.

Los de la Cancillería armaron una tormenta en un vaso de agua. El divertido cantante de Calle 13 se puso una camiseta negra (¿como la de Juanes’) cuya lema rezaba, a la manera de un puzzle, «Uribe Para Militares Bases». Yo no veo mayor ofensa en eso. La frase ni siquiera es una frase o una oración; puede verse como palabras separadas. Además, ¿qué tal que el cantante estuviera hablando de otro Uribe?

Los de la Cancillería hablan de «promover el arte musical», pero desconocemos el gusto musical de la camarilla de servidores del Comandante en jefe, de suerte que tal ataque contra una legítima libertad de expresión por parte de un cantante obedece, en el fondo, a hábitos de gazmoñería y a rancias tradiciones ultramontanas que corrompen y perturban el sentido de la crítica; se entrometen en un canal de Entretenimiento como MTV por envidia, porque los políticos son aburridos y no saben ni siquiera divertir. Si nos descuidamos, nos tendrán oyendo todo el día discursos y discursos y Consejos Comunales como los de Aló Presidente.

Lo cierto es que como los políticos parroquianos están acostumbrados a oír como única voz los canales nacionales (RCN, Caracol, Señal Colombia, etc.) se ponen nerviosos con el acento puertorriqueño de un cantante independiente. Además están acostumbrados a que los cantantes se arrodillen ante el patrón y hasta quiere que compoongan himnos y odas al señor Presidente. Si pudieran (pero ni siquiera Bush lo pudo) organizarían una marcha nacional contra MTV? Pobres pelmazos…

Por si fuera poco los de la Cancillería añaden que criticar a Uribe «es un irrespeto a la dignidad de los colombianos». Se equivocan profundamente. Yo soy colombiano y no me siento identificado con Uribe. Para mí Colombia son grandes ríos (el Cauca, el Magdalena, el Atrato, el Meta, el Sinú), bosques de páramo, ciénagas, cuatro personajes de su historia, cinco escritores, tres músicos, amigos, pero ¿Uribe? Él es no es Colombia: es sólo un funcionario más, un servidor público que por cierto ya debe dejar su puesto, pero no una institución ni mucho menos un país. Una auténtica diplomacia debería velar por los intereses nacionales y geopolíticos; representar a un país, no a la figura de un presidente.

Pero ya lo sabemos: estamos hablando de la peor diplomacia del globo.

Los de la Cancillería colombiana deberían preocuarse más bien por ejercer reciprocidad y negociar un cese al pedido de visas por parte de Europa y México, ya que nosotros no se la exigimos a ellos, y así falicitarnos el tránsito a los viajeros y a los millones de emigrantes colombianos por el mundo. No gasten su diplomacia en mejorar la imagen de un presidente que inspira muy pero ya muy poca simpatía. Velen por los intereses de los 45 millones de ciudadanos, no de 1 solo de apellido Uribe.

En el mundo hay 198 paises, de los cuales 182 exigen visa a los colombianos. Los únicos 16 que aún no nos exigen visa – pero que lo harán si el señor Uribe sigue en el poder – son:

Andorra
Argentina
Bolivia
Brasil
Chile
Ecuador
Israel
Panamá
ParaguaY
Perú
República de Corea
República Democrática Popular de Laos
República Popular Democrática de Corea
Trinidad y Tobago
Uruguay

Atrevete a criticar a Uribe; sal del closet:  

http://www.youtube.com/watch?v=gcOknZbStOY


Sebastian Pineda