En el centro de Latinoamérica están conspirando.
El hecho data de 2010.
Se trata de hombres de diversas razas, que profesan diversas ideologías y que hablan en diversos acentos.
Han tomado la extraña resolución de ser razonables.
Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades.
Fueron narcos, sicarios, guerrilleros, paramilitares y hasta mercenarios en la guerra de Corea,
El hecho data de 2010.
Se trata de hombres de diversas razas, que profesan diversas ideologías y que hablan en diversos acentos.
Han tomado la extraña resolución de ser razonables.
Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades.
Fueron narcos, sicarios, guerrilleros, paramilitares y hasta mercenarios en la guerra de Corea,
en la del Golfo Pérsico y aun en la de Irak y Afganistán,
porque eran pobres y tenían el hábito de innumerables guerras civiles,
pero no ignoraban que peleaban entre ellos mismos y que su nacionalidad ya se había convertido en un estigma.
Fueron un presidente y un ex ministro de «defensa», que se empecina en la idea de exterminar a los enemigos como el camino para que sus compatriotas «avancen».
Ahora son un filósofo, un matemático o un estadista, pero
también son estudiantes y médicas y ambientalistas.
En el centro de Latinoamérica, en «el verde de todos los colores»,
crece una torre de razón y de firme fe.
Podrían ir de últimos; van de primeros en Internet.
No serán realidad sino hasta mayo.
Acaso lo que digo no es verdadero; ojalá sea profético
porque eran pobres y tenían el hábito de innumerables guerras civiles,
pero no ignoraban que peleaban entre ellos mismos y que su nacionalidad ya se había convertido en un estigma.
Fueron un presidente y un ex ministro de «defensa», que se empecina en la idea de exterminar a los enemigos como el camino para que sus compatriotas «avancen».
Ahora son un filósofo, un matemático o un estadista, pero
también son estudiantes y médicas y ambientalistas.
En el centro de Latinoamérica, en «el verde de todos los colores»,
crece una torre de razón y de firme fe.
Podrían ir de últimos; van de primeros en Internet.
No serán realidad sino hasta mayo.
Acaso lo que digo no es verdadero; ojalá sea profético
* Peter Brueghel, «La Torre de Babel»