El astrónomo británico Gerald S. Hawkins, en su libro Mindsteps to the cosmos (1983), planteó un escenario para el 2021. Un tremendo mindstep: ungran paso mental, un cambio de visión cosmológica y, más exactamente, un cerebro planetario desatado por el Big Data almacenado, procesado y difundido en internet.
Los datos digitales son la nueva riqueza en el sentido usado por Marx en los Grundrisse.
Lo que dice Marx en los Grundrisse (originalmente escritos en 1857) es la noción de que aún la producción más individual, supongamos, la de escribir un mensaje o enviar una foto por WhatsApp aparece como dependiente, como perteneciente a un gran todo. Esos mensajes aparentemente individuales, sumados y multiplicados con los de toda una familia, un clan, un pueblo, una ciudad, un país, un continente, ya han terminado por crear un inmenso cerebro +social planetario. Una inteligencia artificial soberana.
Por su parte, el historiador canadiense W. H. McNeill, después de Plagues and People (1976), escribió The Pursuit of Power (1981). De estudiar el efecto de las pandemias en los microorganismos humanos, McNeill pasó a estudiar el efecto de los cambios tecnológicos (la tecnología de guerra o «warfare») en los macroorganismos o sociedades humanas.
McNeill halló tremendo parecido entre las epidemias y los avances tecnológico-militares, pues estos últimos ejercen el poder de la mutación de las segundas: un bicho capaz de salir de su hábitat y meterse en otro ecosistema o zona geográfica afecta naturalmente a los microorganismos de tal ecosistema. Es decir: una nueva tecnología de guerra («warfare») afecta a los macroorganismos: sistemas educativos presenciales, aerolíneas, estadios o lugares de gran concentración en sentido físico-corporal.
Desde la masificación de la televisión, la humanidad parece haberse acostumbrado a su ración diaria de ilusiones ópticas (flashes y fotos). Pero la cuestión no es tan sencilla.
China desafía a Estados Unidos. ¿Cómo? Mediante la Guerra Híbrida de la Inteligencia Artificial. Confróntese de Kal-Fu Lee, AI Superpowers: China, Sillicon Valley, and the New World Order (2018). ¿Asistimos ahora a la trampa de Tucídides con la emergencia de China? ¿Pueden coexistir dos imperios al mismo tiempo? Atenas, ante la aparición de la superpotencia de Esparta, se planteó el escenario de la guerra total. Pues, según la trampa de Tucídides, dos imperios no pueden coexistir.