Una vez más el equipo australiano, Mitchelton Scott, ha entregado una pieza maestra en la primer etapa con final en alto del Giro de Italia 2018. No sólo se llevaron la etapa con Esteban Chaves, además la Maglia Rosa con Simon Yates quien demostró ser el escalador más fuerte en el Monte Etna.
Esta no es la primera vez que el equipo dirigido por Neils Stephens toma este tipo de riesgos en carreras de tres semanas, apuestas que además de dejar un bonito espectáculo, dan posibilidades reales de que sus corredores ganen la carrera.
Desde el primer movimiento muy temprano en la etapa, dos corredores del Mitchelton saltaron a la fuga del día, muy numerosa: Esteban Chaves, quien más curiosidad provocó, y Jack Haigh quien fue pieza clave en la estretegia. La fuga alcanzó más de 4 minutos de diferencia con el lote líder, mientras Esteban muy tranquilo sin hacer relevos guardó energía para la subida final, donde Jack Haigh impuso un ritmo muy alto, dejandó todo en la carretera, siendo el héroe silencioso de la jornada. Cuando faltaban 5 kilómetros para el final, el colombiano saltó en busca de la victoria de etapa y de recuperar el tiempo perdido en la CRI de la primera etapa, atrás Astana logró disminuir la ventaja hasta 50 segundos, para cuando llegaron los ataques de los favoritos, entre ellos el de Simon Yates quien fue el único que pudo conectar con Chaves, un movimiento arriesgado, pero perfectamente ejecutado.
Cada vez el nivel en el ciclismo es tan parejo que para recortar tiempo en la clasificación es necesario usar movimientos estratégicos, ya que atacando en los últimos kilómetros de cada subida es muy difícil recortar mucho tiempo. Contra la estretegia de imponer un paso constante que sea imposible de atacar, como lo hace el SKY, son muy escasos los directivos que están dispuestos a arriesgar como lo hace Stephens, que lo hizo en La Vuelta y este año en El Giro.
Lo que el ciclismo de grandes vueltas puede aprender
Además el equipo australiano genera en sus corredores una empatía muy interesante que transmiten en cada etapa, probablemente es la razón, junto con lo bien planeado, de que casi todos los movimientos estratégicos que hacen les salen bien y con el factor emoción que hace de este deporte, más hermoso.