Para muchos este nombre puede no sonar muy familiar, Jhon Anderson Rodríguez hace parte de la camada de ciclistas colombianos con gran proyección y que a pesar de su juventud han forjado un camino importante en Europa.
Nació en 1996, en Manizales y aunque solo con 22 años hizo parte del equipo Continental Delko Marseille y ya tiene en su palmarés importantes victorias como una medalla de oro en los JJOO de la juventud y una etapa en el Tour de l’Avenir 2016, cualquiera pensaría que tiene su futuro asegurado en el alto nivel, pero usualmente el ciclismo es más difícil de lo que a simple vista parece, y ahora lo está viviendo, hasta hace un par de semanas no tenía equipo para la temporada siguiente, y Coldeportes le había retirado su sueldo. Así que hablé con él y revivimos su historia en este deporte para poder contar desde adentro la odisea de ser ciclista profesional.
Nicolás Borrás: ¿Cómo empezó tu historia en el ciclismo?
Jhon Anderson Rodríguez: Comencé en el ciclismo gracias a que mi papá ha estado siempre en esto, incluso fue corredor profesional en el equipo Pilas Varta, logró ser campeón nacional de contrarreloj por equipos de 100 kilómetros, y de la Vuelta a Martinica. Las venas ciclistas y este amor por el deporte vienen de mi familia paterna que ha estado vinculada al ciclismo en el departamento de Caldas.
N.B: ¿Qué recuerdos te trae ese proceso para alcanzar el primer gran logro (elcampeonato nacional juvenil de CRI)? ¿Cómo fue el paso por estas categorías juveniles?
J.R: En la categoría prejuvenil logré ganar los juegos Intercolegiados en la modalidad de contrarreloj, lo que me llevo a los suramericanos donde logré medallas en la ruta, en la contrarreloj y en el cross country. Después gané el campeonato nacional de crono en Barrancabermeja. Sin dudas, estas categorías fueron muy complejas, de aprendizaje, donde siempre tienes que estar motivado para entender el deporte como competencia y adoptar esa disciplina a tan corta edad. Ese proceso fue muy importante porque además de los logros que obtuve, aprendí a conocerme como deportista y a tener responsabilidad con una marca y un equipo.
Para aquellos que están pasando por estas categorías de formación, es muy importante ser fuertes en esos momentos difíciles que se van a encontrar y tomarlo como una etapa de aprendizaje en la que van a aprender a correr y a fundamentarse en valores para poder tomar la decisión del ciclismo para su vida.
N.B: ¿Qué significó para ti, ser campeón olímpico de la juventud? ¿Cómo fue esa experiencia junto a Brandon Rivera?
J.R: Ser campeón olímpico fue como un sueño, nunca me lo había imaginado. Corrí con Brandon Rivera, de Zipaquirá. El mismo con el que corrí los juegos suramericanos en Lima, que eran clasificatorios para estos juegos, e hicimos un muy buen dúo. Con él veíamos la posibilidad de ganar el oro como algo muy lejano, ¡estaban todas las potencias deportivas del mundo! Veíamos a los españoles, a los italianos, a los belgas, a los neozelandeses y a los alemanes, todos de países con mucho dinero y que pueden invertir en procesos mucho más profundizados. Pero bueno, nosotros logramos sacar la casta y la fuerza que nos caracteriza a todos los colombianos en el mundo.
Brandon era especialista en el Cross country y ahí lo hizo muy bien, luego yo hice un buen trabajo en mi fuerte que es la crono y en el bicicrós. Tuve que recordar mis primeros años en el ciclismo en esta modalidad, y logramos tener los puntos suficientes. Sin creerlo nos ganamos el oro al otro lado del mundo, en China.
N.B: En el ciclismo local, con el EPM logras formarte para lanzarte a un equipo continental francés ¿cómo es esa transición?
J.R: Mi último año como juvenil lo hice con el equipo Orgullo Paisa, luego di el salto al EPM en mi primer año de sub23, además, logré ocupar el quinto lugar en la Vuelta a la Juventud y gracias a esta buena actuación fui seleccionado para los panamericanos de México que ganamos con Jhonatan Restrepo. En el ciclismo local, tuve la fortuna de tener dos guías fundamentales como Fabio Duarte y Oscar Sevilla, grandes personas de las que aprendí mucho, me formé mejor como ciclista y pude seguir haciendo parte de la selección Colombia, y Carlos Jaramillo me tuvo en cuenta para ir al Tour de L’Avenir 2016, donde gané la quinta etapa, fui líder de la montaña y líder de la carrera por un día. Al equipo Delko esto fue lo que más le interesó para contratarme.
N.B: ¿Cuáles fueron los puntos clave para llegar a casa con una camisa de líder y una victoria de etapa del Tour de l’Avenir?
J.R: Creo que desde las Vueltas del Futuro que corrí, donde fui cuarto y segundo, al año siguiente después de tener un imperfecto mecánico en la última etapa y que Daniel Martinez se quedara con el título. También, en la Vuelta del Porvenir donde fui décimo y décimo quinto y le ayudé a Brayan Ramirez a ganar esa Vuelta, sobre Jhonatan Narvaez, el ecuatoriano que quedó segundo. Todo ese proceso me formó cada vez más como ciclista, las cosas se fueron dando y e fui vinculando a la selección Colombia y después de más de cinco meses de preparación para esa carrera llegamos convencidos de que podíamos lograr algo grande, con Egan, con Wilmar Paredes, con Iván Sosa o conmigo, fue un honor compartir selección con esa nómina.
Yo creo que lo logramos, con Egan lo intentamos a lo grande hasta el último día y conmigo también logramos las grandes objetivos que esperábamos conseguir; ese ciclo me llevó hasta el mundial de ese año en Noruega que fue perfecto para completar la gran experiencia de esa temporada 2016 y ahí luego decidí irme a Francia.
N.B: De tu carrera a los 22 años, ¿con cuál experiencia te quedas, cuál es la que te motiva en los momentos difíciles, tu favorita?.
J.R: He sido afortunado de lograr muchas victorias importantes, no solo en Colombia sino en el exterior también, aunque es muy difícil decir cual es mi victoria favorita, creo que me quedo con lo que hice en el Tour de l’Avenir, aunque no todos pueden decir que fueron campeones olímpicos… Son esas victorias las que me motivan en estos momentos difíciles, las que me hacen volver a alzar cabeza para volver a ser el ciclista y deportista que era antes.
N.B: ¿Cuál ha sido tu momento más, feliz y más triste sobre la bici?
J.R: Los momentos más felices, creo que en el Tour de l’Avenir aunque en todas las victorias la dicha es inmensa. Y el más triste creo que puede ser ahora, donde me encontraba sin equipo, con un futuro incierto para la temporada que viene, casi desesperado, incluso pensé en dejar el ciclismo. Este ha sido el momento más difícil de toda mi carrera deportiva.
Jhon hará parte del equipo EPM Scott en la temporada que viene, su historia es como la de muchos ciclistas con un potencial gigante y a los que el ciclismo los pone a prueba. Su odisea pierde protagonismo dado el desinterés de nuestra afición por los procesos, y por eso son contados los que acompañan en momentos así. Ánimo y mucha suerte le deseamos a Jhon Anderson en la temporada que está por venir. Estaremos al tanto.