Ilustración tomada de Pixabay

Por: Diego Rodríguez  [Angeólogo, director de Inyectar Vida, terapeuta certificado en Integración Emocional]

Todos los seres humanos tenemos bloqueos, dificultades o problemáticas, simplemente cada persona lo asume según su nivel de evolución espiritual.

La constante búsqueda de la verdad, el encontrarnos con nosotros mismos, la liberación de patrones de bloqueo incrustados culturalmente y en muchos casos genéticamente, nos permiten seguir dando pasos hacia el proceso de sanación integral.

La sanación no debe tomarse como un proceso inmediato, pues todo tipo de sanación incluyendo la física con una simple y pequeña herida, lleva su tiempo de curación y regeneración celular. Es por eso que en este post quiero que seamos consecuentes y conscientes cuando nos referimos a sanación y en especial sanación con ángeles.

En las consultas, terapias y talleres que he realizado siempre enfatizo que un proceso de sanación no puede quedarse en una lectura de algún oráculo, una consejería, un ritual de velas, algún tipo de recetario o una sesión de alineación de chakras. El proceso va más allá, es por eso que recomiendo iniciar con un diagnóstico con el paciente, entender qué le sucede, qué necesita y qué está buscando, así empezar a trabajar junto a él o ella en encontrar los patrones de bloqueo que tal vez no le estén permitiendo hallar plenitud en su camino.

También he sido enfático en la responsabilidad como terapeutas, pues existen procesos que realmente requieren de la ayuda de un profesional de la salud, sea un psicólogo, psiquiatra o médico. El terapeuta holístico será un apoyo y complemento a la ciencia, y velará porque los pacientes encuentren una sanación integral.

 

Aceptar y honrar la enfermedad

Pondré un ejemplo claro, en el caso de una mujer que está enfrentando un cáncer de seno, ya ha pasado por quimioterapias y radioterapias, han tenido que realizarle la extirpación del seno. Aquella mujer se enfrenta inicialmente a la negación de su enfermedad, al cuestionamiento entre la vida, la muerte, y su espiritualidad. La vanidad la golpea enfrentándola a su nueva condición, el miedo es un visitante constante y se debe lidiar en dado caso con la relación de pareja y con su alteración hormonal.

La sanación integral es parte de ir a la raíz de la situación, debemos recordar que todas las enfermedades físicas están conectadas a diversas emociones. Cada persona es un caso diferente, por eso no me gusta generalizar, prefiero atender las vivencias que ha tenido el paciente.

Cuando bajo nuestro diagnóstico logramos llegar al punto clave en donde posiblemente se desarrolla la enfermedad es el momento de ayudar a la persona en la aceptación de la enfermedad, en honrar aquello que el universo colocó en ella como aprendizaje, darle herramientas para que recupere su seguridad y recobre la fuerza y energía vital para seguir evolucionando.

 

Los Ángeles y la sanación

Los ángeles no conocen de enfermedad, dolor, dinero, apegos, etc. Ellos son energía y reconocen la energía, por eso nos inspiran para afrontar una situación.

Equivocadamente cuando las personas tienen una enfermedad, invocan al arcángel Rafael, encienden un velón verde y realizan diversas oraciones al respecto. Sin embargo se olvidan que los ángeles precisamente nos ayudan a aceptar la enfermedad y honrarla, entender todo aquello que nos generó dicha enfermedad, y antes de sanar físicamente, nos otorgan la energía para que sanemos espiritualmente y emocionalmente. Además de ser conscientes de todo aquello que nos ha afectado, la forma en que nos alimentamos, los vicios que tenemos, si realizamos o no ejercicio y el estrés que manejamos en nuestras actividades diarias.

Entonces para todos aquellos que han leído este artículo, los invito a que empecemos a sanarnos integralmente y conscientemente, renunciemos a lo que nos afecta y dispongámonos a recibir los mensajes angelicales que muchas veces están frente a nuestros ojos, pero creemos que un mensaje angelical es paranormal, y en verdad están latentes cuando estamos dispuestos a ellos.

La sanación reside en lo que pienso, en lo que digo, en lo que hago y en lo que anhelo; en asumir el proceso que el universo puso en el camino de cada uno y en afrontar de manera consciente y desde el amor ciertas situaciones que normalmente percibimos como desastrosas.

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Que el universo, la vida, los ángeles, y los espíritus de la naturaleza los protejan. Amor vital para cada uno de ustedes.

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