Si yo soy feo acepto mi fealdad pero no aceptaré jamás que me comparen con otros para resaltarla.

Al mejor estilo de “La plata que uno le meta al Chocó es como meterle perfume a un bollo” (1), “Bogotá corre el riesgo de medellinizarse” (2) y “Seguiré hasta el fin. Mato o caigo” (3), un señor llamado Camilo Ayerbe Posada dice en su columna esta semana que “toda Colombia merece más Medellines y menos Bogotás”.

(1) Congresista antioqueño en debate: https://www.youtube.com/watch?v=mnOacy7vi-k

(2) General Luis Eduardo Martínez al referirse a la ola de violencia en 2013:

http://diarioadn.co/medell%C3%ADn/mi-ciudad/pol%C3%A9mica-por-expresi%C3%B3n-medellinizar-1.41003

(3) Artículo de El País de España que causó malestar al manifestar que en Medellín hay más de 5000 sicarios y que se mata por $5000:

http://internacional.elpais.com/internacional/2012/04/04/actualidad/1333550793_104937.html

Metro Cable Medellín

Al parecer el señor Ayerbe se contagió de la peste que se puso de moda de hablar mal de todo lo que haga o deje de hacer Petro y de la que siempre salimos salpicados Bogotá y los bogotanos incluso con comparaciones insulsas.

Pero esta respuesta ya no es un asunto de “petrismo” y “antipetrismo” porque no soy ni lo uno ni lo otro (y nunca lo he sido). Es un asunto de amor a la tierra y mientras pueda seguiré defendiendo a mi Bogotá así la esté administrando el mismísimo Pachito Santos.

Comparar a Bogotá con poblaciones que, en casi todos los sentidos nada tienen que ver con ella; es multiplicar peras por manzanas; no tiene sentido alguno revolver el metro de una población con menos de 2.5 millones de habitantes (4) con los problemas de movilidad de una ciudad sobre poblada (con el triple de habitantes y creciendo) (5). Eso es como decir que un mono trepa mejor los árboles que una trucha o que la trucha se mueve más rápido debajo del agua que un sancudo.

(4) http://www.medellin.gov.co/irj/go/km/docs/wpccontent/Sites/Subportal%20del%20Ciudadano/Plan%20de%20Desarrollo/Secciones/Informaci%C3%B3n%20General/Documentos/POT/medellinPoblacion.pdf

(5)    https://www.dnp.gov.co/LinkClick.aspx?fileticket=A_lD1HkOmdM%3D&tabid=541

Al respetado señor Ayerbe le manifiesto que manejar una tractomula no es tan fácil como manejar una bicicleta; preparar una paella no es tan fácil como calentar agua para tinto, hacer una foto no es tan fácil como tomar una foto y aportar no es tan fácil como criticar, en ese sentido –en el último- lo entiendo y aclaro que no insinúo que administrar a Medellín sea fácil, simplemente insisto en que no cabe la comparación.

Muchas personas estarán de acuerdo con usted en que podría ocurrir que Antioquia buscara ser una nación independiente de Colombia, pero créame señor que estimular esas ideas separatistas generan guerras, siembran maldad y provocan regionalismos que no llevan a nada bueno. Mire el caso de Israel y Palestina y el que usted mismo menciona de Cataluña en España.

Así mismo le comento como aporte y con respeto que su apunte sobre al apoyo económico a estas ciudades está errado porque a Medellín sí le llegan recursos nacionales; sí usa “las muletas del presupuesto nacional”. Es más, para iniciar la construcción del metro se financió un 60% con recursos de la nación (6), y el presupuesto actual para Antioquia según DNP (en millones de pesos) es de 3.295.932 (7)

(6)    http://uprati.uprm.edu/interns/medellin/Presentacion_PR_Metro.pdf

(7)    https://www.dnp.gov.co/LinkClick.aspx?fileticket=_I_BnH-784o%3D&tabid=1713

 

Lo de los primeros flamantes vagones del metro liviano en Medellín es algo de aplaudir y de envidiar, pero no es algo resultante exclusivamente de los últimos 10 años de gestión. Le recuerdo que es parte del resultado de un proceso que empezó hace ya casi 60 años (6).

¿Medellín, uno; Bogotá, cero? Si esto fuera un partido de fútbol créame que habría muchos goles de Bogotá, pero mi idea es no caer en esa trampa de guerrerismo que plantea en su columna porque una cosa es competición y otra competitividad; y pienso que en lo primero caen siempre los cizañeros y en lo segundo habría mucho que debatir en todos los aspectos y no solo en movilidad.

Si le vemos lo bonito a Medellín, que es mucho, Colombia merece más Medellines. Pero si le vemos lo bonito a Bogotá, el país merecería también muchísimos más Bogotás.

Biblioteca JMSD Bogotá

Yo que he tenido el placer de recorrer y de vivir en varios departamentos le digo que si lo bueno de Bogotá lo tuvieran todas las regiones, como nación estaríamos ya por fuera del calificativo de país en vías de desarrollo. Aquí le dejo otro aporte a ese tema que parece una respuesta a su columna antes de que la escribiera:

http://blogs.eltiempo.com/korimo-desentonando/2014/02/10/sigue-siendo-su-madre-aunque-a-usted-no-le-guste-la-pareja-de-turno/

También menciona usted en su columna que Medellín no roba las primeras planas con anuncios sobre el horario extendido de las rumbas, y tiene toda la razón.

Como comunicador le digo que aplaudo la gestión de la coordinación de prensa paisa porque logra que se muestre como noticia la compra de un libro, mientras que aquí en Bogotá pasa inadvertida la existencia de una de las más grandes, completas y modernas redes de bibliotecas del planeta (eso solo por dar un ejemplo del manejo noticioso sobre las dos ciudades)

¿Y por qué? También se lo respondo no como ciudadano indignado sino como comunicador: porque se venden mejor las noticias malas que las buenas sobre la capital, y se empantana aún más el panorama si, como punto de comparación, se muestra lo mejorcito de la provincia, como usted mismo menciona a Medellín.

Como su espacio y el mío son de opinión, le digo que respeto la suya pero pienso que si su objetivo era atraer lectores generando polémica (al estilo Myley Cyrus), lo logró.

Si su objetivo era estar vigente haciendo alguna crítica de turno a Bogotá, eso ya está pasando de moda.

Si su objetivo era de verdad mostrar su preocupación por la ciudad, no debería haberla comparado con otra sino aprovechar su interés para incentivar a sus habitantes a colaborar en lo que puedan con acciones y no solo cumpliendo con sus impuestos o sentados criticando frente al computador.