Es tan gratificante como complicado que un grupo de niños con enfermedades complejas tengan una noche mágica.
Pero eso fue justo lo que recibieron más de 100 niños que además de padecer estas enfermedades, en su mayoría fueron abandonados en hospitales, porque sus familias no pueden cuidarlos.
Todo ocurrió el 6 de septiembre en el Club El Nogal, en el que se reunieron más de un centenar de personas para celebrar la III versión de la Cena Lírica de la Fundación Proyecto Unión.
La Cena Lírica es un evento liderado por Gloria de Wiesner, en el que los aliados estratégicos, las empresas donantes y los ángeles voluntarios llenan de vida, color y esperanza a los niños beneficiarios de la Fundación.
Karolyn Rosero, reconocida soprano tuvo a cargo la apertura de esta mágica noche, interpretando Aria de la Ópera “Cambiale di Matrimonio”de Gioachino Rossini, acompañada del pianista Felipe Calle.
Los asistentes disfrutaron de una deliciosa cena mientras se deleitaban con el repertorio presentado por José Daniel Ramírez, curador musical.
En la presentación también participaron la soprano Gabriela Ruiz, los tenores, Iván Yesid Benítez y Andrés Agudelo y el barítono Juan David González.
Con lluvias de aplausos y múltiples voces acompañando a los artistas en escena, se despertaron todas las emociones de los asistentes.
Pero lo más importante fue que terminó con la alegría de saber que cada año este evento viene acogiendo a nuevos corazones que se unen a este gran sueño, la construcción del “Hogar Amparo de Ángeles”, en terrenos donados por el Parque Jaime Duque, en el municipio de Tocancipá. Esta obra que comenzó en el mes de Julio del presente año, necesitará una inversión de $3.000 millones de pesos y brindará atención de calidad, para que ningún niño se encuentre solo y enfermo en un hospital de nuestro país.
A la bonita causa se sumaron: Banco de Bogotá, Totto, Koyomad y Ladrillera Santa Fé.
Muy orgullosos debemos sentirnos los colombianos por contar con esta clase de proyectos humanitarios que nos recuerdan la fragilidad de la vida. Aplausos