El mundo viene experimentando una revolución tecnológica que avanza a borbotones a un ritmo avasallador. Las innovaciones digitales que se introducen cada vez influyen más en nuestro diario devenir nos gusten o no. Cuando creíamos que ya todo estaba inventado, surgió Chat GPT abriendo la caja de Pandora de la inteligencia artificial. Ahora solo nos bastará espabilar para comprobar la eliminación para siempre de las fronteras entre los objetos y la tecnología con el internet de las cosas.
Es una verdad de puño que detrás de cada aparatejo con una pantalla que tenga algún tipo de aplicación existe un ejército de programadores corriendo códigos para que funcione. Al mismo tiempo, las empresas cada día migran más sus productos y servicios a canales y formatos digitales. Los análisis de Big Data, el Machine Learning, el fortalecimiento de la Ciberseguridad y de los Blockchain deben ser el pan de cada día de quienes aspiren a sobrevivir. La paradoja es que nada más en Colombia se estima que hay un déficit de 100,000 programadores y en América Latina según el BID para el 2025 esta cifra podría estar llegando a 1,000,000.
Por eso hoy más que nunca es menester que la juventud de Colombia estudie competencias relacionadas con las tecnologías de la información. En particular existen ya múltiples ofertas en nuestro país de cursos sobre diversos lenguajes de programación en donde en períodos de menos de 1 año se obtienen las competencias para ingresar al mercado laboral.
Hay diversos ejemplos en nuestro territorio de pasos positivos en este sentido. La Alcaldía de Barranquilla con el liderazgo del alcalde Alejandro Char está haciendo un gran esfuerzo en alianza con Crack the Code para formar a los estudiantes de los últimos grados de los colegios públicos de la ciudad en estas competencias. En Bucaramanga, el modelo de Campuslands plantea un programa presencial intensivo de 10 meses que combina competencias blandas e inglés, con resultados para mostrar pues sus primeras promociones ya se las están peleando en el mercado laboral. En Medellín, el CESDE ha incluido en su oferta la formación para técnicos laborales en desarrollo de software y a través de Comfama y Critertec a la vez se están ofreciendo becas para desarrollo web e inteligencia artificial. En Bogotá, operadores como Key Code y el programa GOYNG vienen haciendo bootcamps para jóvenes con metodologías virtuales incluyendo la meta de enganche laboral de los beneficiarios. El MINTIC por su parte ha logrado introducir desde que arrancó Misión TIC en el gobierno Duque diversos programas con este enfoque en varias regiones del país.
Definitivamente, la formación en programación constituye una alternativa excelente de formación expedita para nuestra juventud. Es un campo de gran demanda y de buena remuneración para quienes logren codificar en los lenguajes que requieren las empresas nacionales e internacionales y una puerta de ingreso a un mejor futuro para las generaciones venideras. El Estado, la academia y el sector privado deben promover cada vez más ofertas de formación para que el ecosistema crezca y los jóvenes simplemente ¡a estudiar programación!
Foto: tomada por Andrea Salgado
X: @alfredocarbonell