Si usted no se enteró que este año Colombia ganó en el festival de cine más prestigioso del mundo, quizás pasó los últimos meses debajo de una roca o viendo puros Vengadores y Rápidos y furiosos conductores.
La verdad es que en el 2015, Colombia alcanzó una participación histórica en el Festival de cine de Cannes, con cuatro producciones que asistieron al certamen (dos de ellas premiadas). Pero más allá de los galardones, uno de los aspectos interesantes es que para llegar a este camino y para lo que sigue en adelante, es fundamental la intervención de un mercado audiovisual.
Ojo, un mercado audiovisual no es un Unilago para conseguir DVDs, casettes, videograbadoras o demás artículos para una producción cinematográfica. Tampoco es un festival de cine, aunque tiene algunas similitudes. Un mercado audiovisual es en un principio una rueda de negocios para todos aquellos dedicados a hacer cine, creado con el fin de acercar compradores y/o coproductores con los realizadores y así; movilizar la industria audiovisual.
En Bogotá, se realiza desde hace 6 años el BAM (Bogotá Audiovisual Market), que a falta de un mercado nacional, ha cubierto la producción no solo capitalina en cuanto a este tipo de contenido en todo el territorio. Desde el 2010 ha tenido un crecimiento del 643% en el número de participantes colombianos (oferta aprobada) y un crecimiento del 590% en el total de participantes entre oferentes y compradores.
*FOTOS del BAM 2014. Suministradas por la organización.
Esto convierte la asistencia al BAM, en cita obligada para todos quienes se dedican a realizar series, películas, documentales, cortometrajes, animación y hasta producciones transmedia.
El puente funciona en varios sentidos, por una parte se plantean rondas de negocios donde los realizadores presentan sus proyectos y tienen citas con posibles compradores. Así mismo, se presentan screennings ( proyecciones especiales) donde se puede ver aun sin acabar la obra con el objeto de motivar la compra o conseguir coproductores para finalizar la postproducción o la distribución en otros países.
Por ejemplo en el 2014, Gente de Bien (Screenings BAM 2014) fue seleccionada en el London Film Festival, en donde consiguió distribución para el Reino Unido y estreno en salas de Francia. Por su parte, el Abrazo de la Serpiente, de Ciro Guerra, participó en el BAM Projects 2013 y este año ganó en la Quinzaine des Réalisateurs de Festival de Cannes – Page Officielle, recibiendo el Art Cinema Award.
Esas producciones, como otras que próximamente veremos en carteleras nacionales e internacionales pasaron por el BAM y lograron trascender gracias al apoyo recibido en estas jornadas.
Como ya se indicó, además de las presentaciones también hay BAM BRUNCH, desayunos de trabajo con profesionales de la industria y BAM TALKS, donde representantes de empresas de la talla de HBO o Netflix vienen a contar sus experiencias de cómo se mueve el negocio audiovisual actual.
Este año y por segunda vez, el BAM cuenta con un país invitado. En esta ocasión se trata de México, país con el cual nos une un lazo histórico y cuya presencia en el BAM se espera propicie acuerdos para nuevas coproducciones.
Con realización del BAM, Bogotá se consolida como espacio de creación y consolidación de la industria audiovisual colombiana. Esto a la altura de eventos similares con amplia trayectoria como VENTANA SUR en Argentina y Marche Du Film que se realiza paralelo al Festival de Cannes.
Yo ya estoy en #ModoBam, pendiente de lo que pase en esta sexta edición que comenzó el 13 de julio y va hasta el 17. Mucho de lo que se charle en estos días de reuniones, proyecciones, conversaciones de pasillo y cocteles verá su fruto en las pantallas de cine de los próximos años.