m*Este post se realizó en colaboración con Juan Carlos Lemus, autor del blog De mí, sólo lo que lees.
Los Archivos Secretos X, la serie estadounidense que marcó a una generación de televidentes, empezó en 1993 y su aliento le alcanzó para atravesar el milenio —pocos con esa dicha— hasta 2002. Sus 202 capítulos y dos películas, sus 16 premios Emmy, 5 Globos de Oro y un premio Peabody, son una de las tantas pruebas del por qué es considerada ahora una serie de culto.
La serie partía de la premisa de explorar las investigaciones de la unidad de asuntos paranormales del FBI, la cual integraban los jóvenes agentes Fox Mulder y Dana Scully. Los casos inusuales muy pronto volverán a la luz, pues los X-Files planean su regreso para el 25 de enero, luego de 14 años de ausencia.
Con el retorno de los pequeños hombrecillos verdes y las conspiraciones gubernamentales se da la ocasión precisa para hablar sobre el legado de los X-Files y si fue ella el Big Bang de la TV, por el cual hoy existen hordas de fanáticos para cada serie. Es así como entablamos este pequeño diálogo entre dos seguidores de la serie, no diremos fanáticos pues el fenómeno X-Files tiene tanta repercusión como el de los mismos ovnis, tanto así que incluso en los más pequeños aún resuena su banda sonora con sus sensaciones de temor y suspenso.
Agente Sculder: A mí me tocaron los X-Files siendo muy niño. Como a los 11 años… me sorprende aún que en mi casa me dejarán verlos. Creo recordar que los transmitían los sábados en la noche y sí, su tema de inicio me daba cierto miedo.
Agente Mully: A mí no me da la cabeza para recordar por dónde y cuándo fue que los empecé a ver, pero si no estoy mal, eran los sábados por la tarde. Eso sí empecé a vérmelos, digamos, tarde. Llegamos tarde según la usanza de la época, no como ahora que los lanzamientos son mundiales. La culpable fue una amiga. Mas ya para agosto de 1998 cuando se estrenó la película recuerdo que la fui a ver a la enorme pantalla del antiguo teatro Embajador en Bogotá. Me acuerdo que al principio era una serie que me recordaba mucho a Zafiro y Acero, con la que me pasó como a vos: miedo con la música y fascinación por los temas extraños que trataba. Luego empecé a entender un poco más, logré meterme en el mundo de ellos. Mulder y Scully nos abrían la puerta de la casa —supimos de su familia, de su educación, su pasado, sus preferencias, gustos e intimidades— y cuando logré ver el primer capítulo y luego Deep Throat, las cosas empezaban a encajar. Esta no era como “Los magníficos”, “Guardianes de la Bahía” o “Comando especial”. Los Archivos X eran una serie especial.
Agente Sculder: Tienes razón. Ahora que pude volver a ver algunos de sus capítulos se nota la evolución de sus personajes. Al principio se notaba el tono de Scully con un aire a Clarisse Starling de ‘El silencio de los inocentes’ y luego fue creciendo su arco de personaje.
Agente Mully: No lo había visto así, esa relación entre Clarisse y Scully. Me acuerdo mucho de su voz cuando empezaron a transmitirlos ya por el canal Fox en TV Cable y yo los grababa en VHS mientras trabajaba y así luego darme las maratones en los fines de semana. Sin embargo, si hago énfasis en cómo cada uno de los protagonistas fue creciendo hasta hacerse las referencias que son hoy.
Una Scully católica pero pegada a la ciencia y un Mulder poco religioso, pero que cree en todo lo sobrenatural. La contraparte materializada en El fumador —el señor cáncer— con agenda propia y al control de todos los hilos de poder, que juega con nuestros héroes; Skinner que nunca sabemos muy bien en qué lado está parado; los pistoleros solitarios: un grupo de tres hackers apoyo parainvestigativo de Mulder; Samantha la hermana menor de Fox presuntamente raptada por extraterrestres y por la cual él se obsesiona con el tema paranormal. De eso nos damos cuenta no solo en los capítulos “mitológicos” sino en independientes o en los que la serie se toma a ella misma en broma.
Agente Sculder: Es muy cierto Mully, cuando uno redescubre sus capítulos encuentra que no todos abordan la mitología es decir que no solo construyeron todo un mundo sobre el tema ovni, paranormal y freak para resolver caso tras caso, sino que supieron dotar a la serie de personalidad propia. Hay capítulos como Squeeze o The Host donde nos presentan al repulsivo Flukeman, monstruos que fueron habituales a lo largo de toda la serie. No solo había necesidad de contar los sucesos sino en cierta medida crearon una forma particular de recrear este submundo de lo sobrenatural.
Agente Mully: Y claro, X-Files supo pagar sus deudas. No sé si Chris Carter, su creador, haya visto Zafiro y Acero alguna vez; pero me acuerdo que en La dimensión desconocida, en algún capítulo los extraterrestres no eran los buenos que se pensaban. Igual con Alfred Hitchcock presenta, el programa de TV donde el gordito aparecía para contarnos de qué iba un pequeño episodio cada semana.
Agente Sculder: Es cierto, muchos de estos capítulos recuerdan lo que subyace en torno a esa comunidades pequeñas, casi sectas. Un halo que hace que este tipo de lugares se nos configuren como escenarios cruciales para lo misterioso. Aunque no siempre era el tono buscado, en más de una ocasión llegaron a jugar con la narrativa de tal forma que hasta podían burlarse de ellos mismos. Los episodios ‘Clyde Bruckman’s Final Repose’ o ‘Jose Chung’s From Outer Space’ son para mí claros ejemplos de cómo se usaba la ficción para distender la trama de la conspiración extraterrestre y mostrarnos con sarcasmo qué tan ridículos podrían ser los casos que ellos resolvían.
Agente Mully: Sí, ridículos, ese de Jose es delirante, como el de ‘The Post Modern Prometheus’ que parece sacado de 1920 y en el final ellos invitan al violador a un concierto de Cher para terminar bailando juntos. Y con todo lo que algunas veces pudo ser ridícula tiene un legado enorme. Desde Millenium, otra importante, hasta una más frívolas como ‘Bones’ pasando por las exitosas ‘Six feet under’ y ‘Lost’, esta última con tanta fanaticada como los mismos Archivos X, se siente ese halo de misterio y paranormalidad a la que nuestra serie elevó el listón.
Agente Sculder: Además del listón alto, la serie se apropió de todo lo que podía nutrirla para hacer una narrativa particular. El capítulo ‘Bad Blood’ donde persiguen a un vampiro, nos muestra cómo es visto cada agente desde los ojos del otro, en una perfecta muestra de sus características más estereotipadas. Siento que mucho de nuestra narrativa serial actual que es deudora de la experimentación que X-Files realizó. Para la muestra traigo a colación el episodio de X-Cops donde la serie adopta el tratamiento de un falso documental. Cuando se ve de nuevo este episodio es difícil no encontrar similitudes con el género de terror found footage tan de moda en estos días y que comenzó paralelamente por la época en que este capítulo se emitió (2000). Habló acá de la película El proyecto de las bruja de Blair cuyo estreno fue en 1999. No hay que olvidar que Vince Gilligan, el ahora reconocido creador de Breaking Bad es responsable de los algunos memorables capítulos de la serie. ¿Podríamos decir que su paso por este programa cimentó lo alcanzado con la historia de Walter White?
Agente Mully: Podría ser, habría que buscar más. También la cantidad de actores y personajes recogidos de otras artes, todos de primera línea, que pasaron por allí. Pero sabés, yo iría más allá. Para mí el legado está en esa construcción de un mundo que iba más allá de la serie y la trama. Esto paso de ser un libro a un volumen. La profundidad de la relación que levantamos entre los seguidores y la serie tan rica en detalles de la vida de sus personajes son algo que hoy son moneda común, pero antes no era de esa forma.
Agente Sculder: Uno detalla que en momentos clave sus protagonistas logran un nivel casi sublime de sensibilidad, generalmente del lado de Scully. Cuando alguno de ellos sufre de cáncer o las tantas veces que uno de los personajes está al borde de la muerte nos revelan ese profundo lazo que los unía de una forma única.
Agente Mully: Más que eso Sculder, de lo que hablamos allí es de tensión sexual. Entre ellos hay una gran carga de contenido sexual desde el comienzo y se tienen varios momentos para incrementar el morbo de los seguidores. Acordate de ‘Detour’, ese capítulo donde Mulder le dice a ella que la mejor forma de regenerar la temperatura corporal es meterse con otra persona dentro de un sleeping bag y ella contesta que si llovieran sleeping bags él estaría de buenas. O en ‘Triangle’ donde él la besa y le declara su amor. O en ‘Milagro’ donde un autor escribe que la agente Scully ya está enamorada pero no lo sabe.
Agente Sculder: Eso de la tensión sexual es un tema que hasta ahora nos quedó debiendo la serie, pues nunca lo vimos en pantalla ¿Se resolvió o no? Es más el ritmo de la serie fue decayendo hasta llegar a capítulos donde creo que se perdió el rumbo. Hacía la séptima temporada se empieza a notar el desgaste con episodios como en uno donde los agentes están atrapados en un juego de video.
Agente Mully: Y sí, como lo dije, algunos muy desquiciados y hechos por rellenar, por lograr la cuota. En todo caso pues nada más interesante que repetirlos y mostrarlos a las nuevas generaciones. No me caben dudas al afirmar que la gran mayoría de los capítulos seguirían funcionando hoy. Ya sabés vos que a las cosas buenas no les pasa el tiempo. ¿Cuántas veces “La naranja mecánica” o “Vertigo”? Las que sean necesarias, ¿no?
Agente Sculder: No sé Mully si hablamos desde la nostalgia… ¿los nuevos televidentes verán con horror estas historias de agentes del FBI buscando aliens? Ahora es impensable ver una serie con esas características. De Mulder pasamos a agente tipo Jack Bauer o los protagonistas de Homeland. El último capítulo de la serie se emitió en Estados Unidos el 19 de mayo de 2002. El atentado a las torres gemelas ya había sucedido y el geopolítica mundial habría de cambiar para siempre.
Agente Mully: Sí, seguro que las cosas cambiaron en todos los sentidos después del 9/11, sin embargo yo apuesto mi sombrero a que replanteados y más oscuros hoy podrían volver a funcionar. Algo como Millenium que en su época no funcionó tal vez demasiado hoy sería aceptado en plataformas como Netflix que no tienen tanta presión por la audiencia y se pueden dar más libertades creativas.
Agente Mulder: En definitiva como seguidor de esta serie ha sido estimulante poder verla de nuevo. Creo que es una buena oportunidad para recordar los episodios o atreverse a conocer la serie. En cable y en servicios de streaming están disponibles todas las temporadas y abundan en la red muchas guías con capítulos recomendados.
‘I want to believe’ que este regreso colmará las expectativas pero a la larga creo que el resultado no es tan importante. Ya hay una gran labor previa que es la delicia de cualquier seriéfilo y amante de las teorías conspirativas, así que habrá horas de entretenimiento asegurado. En un capítulo se le interroga a Scully sobre la función de los X-Files. Ella contesta: “Los X-Files sirven para abrir puertas que llevan a otras puertas”, y su trascendencia como producto televiso no hace más que comprobar esa afirmación.