Los que reconocemos en Uribe a una persona perversa sabemos que algún día el tipo se va a volar. Se establecerá en otro país diciendo que en la justicia colombiana no hay garantías y a los que se nos hace agua la boca agua por verlo enjaulado se nos dejará ansiosos y desilusionados.
Ahora último sus admiradores han comenzado a dudar y al expresidente se le está cayendo la máscara. Es absurdo que una persona tan corrupta no haya ido a la cárcel. Eso pasa porque, por su propio bien, los que pueden no se atreven a descubrirlo. Otras consignas en su contra, como por ejemplo este artículo, son solo puyas para sus seguidores y lo único que queda son los insultos y las amenazas.
El fracaso de quienes lo imputan es una prueba del poder que el expresidente tiene sobre Colombia, por eso más de uno elige dejar de intentarlo. Lo dejan a un lado porque han sido comprados, porque fracasan o porque están amenazados. Periodistas, políticos y jueces, todos prefieren callarse y como consecuencia tenemos en el Senado a un hombre tan peligroso como él.
Otros guardamos la esperanza y pensamos que algún día se hará justicia con este señor. Lo condenamos porque centenares de muertos reclaman justicia en nuestra memoria. Porque la paz no será un hecho hasta que se disuelva tanta impunidad y porque cuando caiga, con él caerán decenas de politiqueros implicados. No queda bien que un tipo como él desfile por los pasillos del Congreso. Que Uribe esté en libertad deja mucho que desear de la justicia en este país.
Con Uribe en la cárcel los colombianos recuperaríamos la confianza. Mientras no se aclare su responsabilidad en los delitos que se le imputan seguiremos siendo un país inseguro. Uribe debe ir a prisión. Y usted, ¿qué piensa?
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