Foto: Archivo familiar
Este jueves 17 de enero llega a salas el segundo largometraje de Daniela Abad, The Smiling Lombana.
Se trata de un retrato familiar tejido a la perfección a través de la imagen, que cuenta la historia de Tito Lombana, abuelo materno de la directora.
The Smiling Lombana revela, gradualmente, al que ha sido un personaje misterioso, brillante, amado y odiado por su propia familia. Tito Lombana, autor original de la escultura los Zapatos viejos, instalada en Cartagena, es el alma de la cinta.
Con frases como: «el amor es como una camisa, cuando te aburres, la tiras», la película logra, poco a poco, resucitar a Tito. Un personaje que, así no lo veamos hablando en cámara, logra conectarnos. Desde la dirección y el montaje se logra que el personaje brille con luz propia a través de fotos y videos caseros.
Al principio, se utiliza un recurso de voz en off mientras, en cámara, el personaje realiza otra actividad; ese recurso termina un tanto desaprovechado pues pudo darle una narrativa más original al documental. Pudo hacer el relato más fuerte.
Laura, quien fue esposa de Tito, emerge desde el sonido con una naturalidad impresionante. Nunca la vemos, pero es imposible no fundirnos en su relato.
La voz de Daniela Abad en ocasiones sobrecarga de información innecesaria la imagen, pero debo decir que las palabras que dice sobre los últimos segundos son, en verdad, un poema de principio a fin. Sin esto, el final perdería toda su fuerza.
La dirección de fotografía se deja ver pensada, cuidada. Varios planos interesantes que juegan con la luz, las formas y las estructuras. La imagen logra resaltar a los objetos y a las personas de tal forma que cuentan, solo desde lo que se ve, una historia propia.
Es una película que nunca juzga, ni desde sus personajes ni desde su contexto. The Smiling Lombana es un grito a cuestionarse, no solo a uno mismo, sino a la familia, al origen. Y al final, cuestionar a todo un país, a toda una cultura heredada que nos limita, y sin darnos cuenta, nos condiciona.
Hay una voz de autor clara: Abad deja en el camino un tono transparente, una poesía que se integra, un trabajo arduo de investigación y de cuestionamiento, una mirada hacia el interior, hacia aceptar nuestra historia para poder cambiarla, si eso es lo que se quiere.
Esta película es un gran acierto, desde lo que significa y desde lo que realmente es.
8 claquetazos de 10.
Los dejo con una conversación que tuvo La Claqueta con Daniela Abad.