Ya de por sí es absurda la idea desesperada que se ha generado al tratar de buscar un reemplazo para lo que fue Game of Thrones. Y más absurdo es pensar que The Witcher está cerca de serlo.
La producción, basada en la serie de cuentos y novelas escritas por el polaco Andrzej Sapkowski, sigue la historia de Geralt de Rivia, un misterioso cazador de monstruos que emprende un viaje por un mundo turbio para encontrar a su ‘Destino’, una chica llamada Ciri, quien también está predestinada a encontrarlo.
Esta producción podría situarse en un punto intermedio. No obstante, para desgracia de los fanáticos del género, la balanza se inclina más hacia lo negativo.
La historia, por sí sola, no disgusta. Es un retrato antiheroico que resulta aceptable en su gran mayoría. Es decir, el viaje del personaje principal está bien construido.
Lo que se encuentra perdido por completo es el ingenio. No es una historia que sorprenda, no logra que el público empatice con los personajes más allá de la admiración estética de sus cuerpos, no consigue resultados creativos o giros contundentes en todos sus personajes, no logra destacarse…
La fotografía le roba personalidad a la historia, nos transporta a un tono videoclip que no aporta a la construcción de ese universo en el que deberíamos sumergirnos. Seguido por una sumatoria de efectos visuales que terminan viéndose pobres, dado el gran presupuesto que asumimos estaba destinado.
Hay momentos dentro de la trama y dentro de los personajes que resultan burlescos. Por poner un ejemplo, tristemente, Henry Cavill… ¿Qué decir de Henry Cavill? Inexpresivo, sin tonalidades y matices, frívolo en el mal sentido, cómico.
Ahora, ¿qué tiene de bueno?
Por supuesto hay un par de logros que deben ser resaltados. Y es que por fortuna no todo en la actuación de Cavill es un fiasco. Las escenas de acción (lo mejor que tiene la serie), son extraordinarias. Es un placer ver a Geralt luchar y asesinar sin titubear a sus enemigos. Muy bien coreografiadas y actuadas.
La historia de Yennefer es la que más encuentro atractiva. A pesar de que inicialmente es un personaje bufón, su transformación es poderosa, es una figura con fondo y la que mejor está pensada dentro de los hilos narrativos.
¿Habrá más temporadas?
Los expertos aseguran que tras el éxito de la serie habrá una segunda temporada. En lo personal, ver la primera ha sido suficiente. Y aunque al final logra conectar en lo más mínimo, no merece el tiempo ver una entrega más.
Dicho esto, y si bien podrían encontrarse similitudes entre GOT y The Witcher, esta última no transita el mismo camino y ni siquiera pretende igualarse… de cualquier manera, no podría.
5 claquetazos de 10.