El cine va cambiando, así como cambia la forma de ver el mundo con el tiempo. Una muestra de esto es Alien, una de las películas que más me han gustado en toda la vida, y que repito cada vez que puedo.
Hace poco fui a ver Alien Covenant, la nueva entrega de la serie y una película de la que esperaba un regreso a la historia inicial (eso se entendía en el trailer y los comerciales), o al menos a la historia que me acostumbré a ver en las películas ya que nunca fui un gran fan de los comics de la serie. Sabía que Covenant no iba a ser como Prometeo, que fue una película dedicada a establecer algunos hechos y principios para entender mejor la cosmogonía de la saga por lo que iba a ser más drama que acción.
Covenant me resulta un punto medio entre la primer película y Prometeo. Ambas comienzan igual y los personajes asumen roles muy parecidos a los de la primer película, aunque pronto se ven notorias diferencias. Siguiendo una tendencia que he llamado «desespere al televidente», en esta película el principal enemigo a enfrentar no es el alien, sino la propia incapacidad de los protagonistas de afrontar las situaciones planteadas. Aunque en esta entrega vemos más armas y una tripulación numerosa, también vemos que los personajes no son capaces de comunicarse entre sí (como pasa en prometeo), toman decisiones absurdas en las que arriesgan a la tripulación y la misión por motivos personales Y los personajes o tienen problemas de autoconfianza o son excesivamente confiados.
Creo que esta película acaba de sentar las bases de lo que sucedió al inicio de la saga, es buena para entender la complejidad del universo Alien y por eso amerita algunas escenas largas, lentas y extrañas que le quitan espacio a la acción. En esta esperaba ver más artilugios mecánicos, trajes, robots, armas o persecuciones en pequeños espacios claustrofóbicos, y aunque la dosis de acción es bastante buena, creería que la siguiente entrega (si la hay) si podría llegar al nivel de las primeras películas.
Aunque me quedé esperando ver a un grupo de personas decididas, arriesgadas y convencidas enfrentando a la criatura Alien, valió la pena verla. Sobre todo porque una vez atados algunos cabos que habían quedado sueltos en Prometeo queda la puerta abierta para retomar el ADN original de la película. Ahora solo queda esperar a ver si hacen más películas dedicadas al entrañable xenomorfo que nos regalara Giger hace ya tantos años atrás, y que siempre hace de las suyas en las vísceras de los miserables que tienen la desgracia de cruzarse en su camino.
Véanla y me cuentan qué les parece.
@jorgitomacumba