Mejor tapamos el sol antes de convertirnos en piedras. Se convoca una rueda de prensa para decirles a los periodistas que el cubrimiento de los hechos de inseguridad en las playas de Bocagrande, fue desmedido y le ocasiona un gran daño a la imagen de la ciudad.  Claro, la fiebre está en las sábanas y señalar los problemas de la ciudad, nos convierte en sus enemigos.
El argumento para sustentar «el buen trabajo» que se realiza en materia de seguridad en la ciudad, es estar entre las tres ciudades menos inseguras del país.  Mal de muchos, consuelo de tontos, dice el refrán. Más ilustrativo sería conocer las estadísticas del incremento de la seguridad en la ciudad, o cuántos escalones se ha subido en ese ranking a partir de los planes y acciones que han tomado las autoridades para ese fin. Mejor tapamos el sol antes de convertirnos en piedra e ignoramos que las mecedoras quedaron confinadas a los patios y las rejas se interpusieron entre la amistad y camaradería con el vecino.  Que nos persignamos al salir con más fe que de costumbre para invocar la protección que las autoridades no nos brindan.
Mejor tapamos el sol e ignoramos que las pandillas en la ciudad han tenido un crecimiento exponencial, no sólo en el número de sus integrantes o el número de ellas, sino en el número de sus actividades, enfrentamientos y víctimas.
Mejor tapamos el sol y decimos que el microtráfico y las bacrims no calentaron la ciudad y los hechos en Bocagrande son fortuitos, porque Cartagena sigue siendo una ciudad muy segura, en la que sus visitantes jamás serán víctimas de asaltos, robos, engaños o testigos de riñas entre pandillas. Mejor tapamos el sol, para que nos sigan prefiriendo como destino turístico, se eleven los costos de los servicios y el turista se sienta estafado en una ciudad que se empeña en ocultar la triste realidad de su pobreza, desigualdad, desorden, ineficiencia, inseguridad, suciedad, y un largo etc.
Claro, es mejor tapar el sol y que la penumbra oculte las miserias, aunque emanen hedores que nos delatan.
Mejor tapamos el sol mientras el alcalde conmina a la prensa local a no dar trascendencia a tales hechos porque hieren la imagen de ciudad perfecta, y la autoridad de turismo anuncia que contrarrestará el impacto mediático de los hechos»…trayendo periodistas de los principales destinos emisores de visitantes hacia Cartagena… para que vivan en persona la verdadera seguridad que ofrece esta ciudad». Mejor tapamos el sol con mordazas y sobornos, antes de convertirnos en las piedras que igual se calientan en la penumbra.
También se tapa el sol: 1.Cuando pensar en competitividad es ampliar el suministro de agua a la zona industrial en lugar de exigir a los industriales plantas desalinizadoras y preservar el agua dulce para consumo humano. 2. Cuando se justifica el caos vehicular con el déficit de policías.