La ‘Unidad Nacional’, el Partido Verde, un fragmentado POLO y otras corrientes como el PIN y la corriente que nace de Petro, se la juegan toda por el todo durante el 2011. El año que llega trae grandes expectativas para los Partidos políticos que se reconfiguran. ¿Cómo se configurará el nuevo panorama político nacional?
Por Camilo Pedraza Díaz
‘PARTIDO DE LA U’.
Cuando Gina Parody renunció a su curul en el congreso, por sentir que el Uribismo había cambiado de principios, evidentemente se sintió influenciada por la situación que atravesaba el naciente Partido de la U, que empezaba a recibir señalamientos sobre la posible relación que tendrían grupos al margen de la ley con sus dirigentes. Aunque también señalaba que lo más cómodo era cobijarse bajo las banderas uribistas que reunian toda la popularidad. El 2011 será el año de fuego. Con Uribe fuera del poder, un Presidente Santos con matices liberales, que ha fortalecido y brindado un protagonismo especial a la bancada de su Partido de origen y con más evidencia de los escándalos que rodearon al Gobierno anterior, habrá que ver la actitud del pueblo colombiano frente a un Partido condenado a desmoronarse.
CAMBIO RADICAL – PARTIDO LIBERAL COLOMBIANO.
Sin duda alguna, una de las alianzas que más llaman la atención y generan expectativa frente a la situación política actual es la de Cambio Radical con el Partido Liberal. El Liberalismo, fuertemente golpeado en las presidenciales, se enfrenta al reto de la reunificación del sector liderado por Vargas Lleras que se fue de las toldas rojas tras la candidatura de Álvaro Uribe en el 2002, pero que bajo el Gobierno Santos retoma su origen liberal y regresa a casa. Cambio Radical lideró una oposición crítica a la tercera reelección de Uribe, lo que le costó que muchos de sus miembros se fueran para ‘la U’, pero definitivamente esta alianza constituye una identificación en los principios democráticos que representan y mantenerse fuera del Gobierno los beneficio con una importante depuración que solo mantuvo a los más fuertes, que se enfrentaran con las grandes maquinarias, pero con estructura política en las regionales.
PARTIDO VERDE.
La gran esperanza de los verdes se centra en lograr especialmente la alcaldía de Bogotá. La derrota de Mockus en los comicios presidenciales evidencio su falta de estructura nacional, y el partido post-campaña ha tenido varias salidas en falso, tales como el enfrentamiento público de miembros de su bancada, y duros golpes como señalamientos e investigaciones a miembros destacados como Sergio Fajardo, quien sería otra carta fuerte de los verdes, y como han enredado a Lucho Garzón -su presidente vocero- en el escándalo de la contratación distrital. Los verdes tienen el deber de consolidar la imagen de asco hacia la politiquería, el clientelismo y la corrupción en los comicios de 2011. De dichas elecciones depende el futuro de su Partido. Ojala no existan grandes escándalos con los avales o los avalados.
PARTIDO CONSERVADOR.
Segunda fuerza del congreso, pero al igual que el liberalismo, sufrieron durante las presidenciales su más duro golpe. Las regionales son su oportunidad de reencauche, jugaran en muchas alianzas con ‘la U’, pero les conviene mantener la independencia y marcar territorialidad frente a su liderazgo político. Ya no pueden quedarse como una fuerza rezagada del Uribismo y parece que no tienen nombres para figurar en cuanto a política local. La opinión y los medios esperan ansiosos una candidatura de Andrés Felipe Arias para acabarlo. No suenan nombres en las principales capitales, ni en los departamentos importantes. Sin embargo los municipios más tradicionales no permitirán que su partido sea eclipsado.
POLO
Aunque es el Partido de oposición, el POLO se encuentra muy debilitado ya que su gran bastión, Bogotá, es un objetivo inalcanzable en las elecciones regionales. Samuel Moreno y sus escándalos han esfumado toda posibilidad de que vuelvas a lograr la alcaldía del Distrito Capital. La salida de Petro termino de debilitar este fraccionado partido, que día a día pierde más simpatizantes. Habrá que esperar que pasa en Nariño, y si logran crecer un poco en otras regiones del país.
PIN
El PIN siempre ha sido la gran sorpresa electoral. A pesar de las destituciones, inhabilidades, investigaciones, escándalos y la poca simpatía del elector de opinión, ha demostrado ser una maquinaria de influencia que se hace contar a la hora de los votos. Sin embargo su fortaleza se debía en gran parte al estar cobijados por la gran sombrilla uribista, que no los trata como hijos durante este gobierno. Estas elecciones venideras demostraran si son capaces solos, o si se esfuman tras el relevo de mandatario.
PETRO Y OTRAS CORRIENTES.
Gustavo Petro arrastro una importante parte del POLO tras su gran acuerdo democrático que planea presentarse a las elecciones locales. Deberá ser muy cuidadoso con las alianzas. El futuro político de esta fuerza, inicialmente débil, dependerá de la transparencia y el alto perfil de los dirigentes que lo acompañen. Para los Partidos como MIRA, la ASI y otros partidos pequeños, esta será su nueva lucha por permanecer en el escenario nacional, seguramente frente a ellos no existirán grandes sorpresas.
Finalmente, lo que está en juego es el destino de los municipios y departamentos de un país que clama a gritos por dirigentes transparentes y eficaces, ya que este cuatrienio se vio manchado por administraciones inexpertas, mucha corrupción y el destape de muchas ollas podridas que parecían esconderse. Pero como todo en política: amanecerá y veremos.
Camilo Pedraza Díaz
Periodista LA LUPA
capdiaz1986@hotmail.com