No es ajeno vernos involucrados de alguna forma con las tecnologías y, en muchas ocasiones, nos sentimos «saturados» ante tanto cambio, aunque no es difícil adaptarnos aprovechando lo que se nos presenta, no con la velocidad que nos gustaría, pero si nos permite valorar y priorizar aquellos aspectos donde la tecnología puede sernos más útil, y uno de estos casos es en el campo de la educación.
Recientemente el Gobierno adquirió 321.629 equipos que sumados a otros 100.000 beneficiarán a  27.000 colegios públicos de regiones apartadas de todo el país. Además de estos portátiles, Computadores para Educar entregará otros dispositivos de apoyo para las sedes educativas. Es claro que Colombia junto a otros países le apuesta por el uso de tecnologías en las aulas, tanto a nivel de hardware como de software.
En este sentido es importante destacar que países como Corea y Estados Unidos creen en los libros digitales y prevén que en pocos años sustituirán a los actuales textos tal y como hoy los conocemos.
Sin embargo en el caso colombiano, no sólo se debe disponer de ordenadores o de dispositivos, sino también de programas que estimulen y diviertan el aprendizaje, la generación de contenidos de calidad. Pero para aprovechar al máximo el potencial de las tecnologías es fundamental que el Gobierno y la propia academia «cambien el chip» sobre cómo y qué enseñar. La clave está en que migren de los modelos de enseñanza obsoletos a nuevos modelos de aprendizaje.
Los profesores siempre han afirmado que para estudiar un tema, no solo hay que aprenderlo, sino que aprehenderlo, y eso, en cierto modo, es lo que han facilitado la adopción de tecnologías TIC en las escuelas.
Es evidente que las Redes Sociales nos muestran un cambio increíble en la forma en la que los alumnos pueden aprender, los jóvenes las usan. Nuestra obligación es que aprendan a usarlas de forma adecuada, hay que educarles en el uso, pero no sólo a ellos. Nosotros mismos  tenemos que formarnos y las familias también tienen que acompañar, deben saber qué hacen sus hijos en las redes sociales, quiénes son los amigos digitales de sus hijos, lo mismo que nos preocupamos de sus amigos analógicos. El acompañamiento digital es muy importante, pero todos tenemos que estar preparados para ello.
Se debe buscar la forma de fomentar el uso de estas tecnologías entre estudiantes y maestros, la verdadera adopción del Social Media para la educación es poca, puesto que se suele ver, no como un instrumento de trabajo, sino como un elemento de ocio y distracción.
El uso de Facebook, por ejemplo, puede ser muy beneficioso para alumnos y docentes. Los profesores pueden colgar en la red social las tareas a realizar, y los alumnos, además de acceder a ellas en cualquier momento, tienen una vía abierta con el profesor, sin contar también con que de esta manera pueden compartir con los compañeros cualquier recurso que necesiten.
La colaboración es otro aspecto que las redes sociales han permitido. En educación, un claro ejemplo  son los Wiki (sitio Web cuyas páginas pueden ser editadas por múltiples voluntarios), donde cualquier alumno puede añadir información a la ya proporcionada por otros compañeros de clase, con lo cual, tienen una base de datos amplia y actualizada continuamente.
@FerneyBenítez