UN ORGANISMO AL GARETE, CON METÁSTASIS LETAL
Desde su creación a la fecha, La Fiscalía General de la Nación ha sido blanco de contundentes cuestionamientos hechos por personas de todo pelámen por su desacierto en su conducción, inoperancia en su funcionalidad, ineficacia en sus resultados y un alto grado de impunidad y corrupción que anida y carcome de manera inmisericorde sus entrañas; para unos y otros: la desidia, la impunidad, la connivencia con los malevos, manipulación de pruebas, violaciones al Debido Proceso, filtraciones e infiltraciones, etcétera, es lo cotidiano dentro de su seno.
En días pasados, algún ex-presidente se lamentaba de la manipulación tan burda, en beneficio de unos y en perjuicio de otros, que se le dio a las pruebas en el proceso 8.000, con la aquiescencia del Fiscal de ese entonces, y no paso nada todo siguió igual; posteriormente, se cuestionó y formuló denuncia penal ante la Comisión de Acusaciones de La Cámara de Representantes al actual Embajador en México por su inocultable simpatía, protección y ayuda descarada al ‘Paramilitarismo’ y sus benefactores, muy especialmente a miembros de las Fuerzas Armadas, sin que hasta la luz de hoy se conozca pronunciamiento alguno de esa Comisión politiquera, anacrónica e inoperante que sólo ha servido de ‘caldo de cultivo’ para mantener gozando de buena salud a ese engendro de la corrupción que campea en la alta esfera estatal.
Y con el Fiscal actual la situación es complicada, es de color «azul casi negro», pero tiene una peculiar condición frente a sus antecesores, tal vez por su juventud, juega al fútbol con bastante regularidad lo que lo mantiene en buen estado físico y concentrado en sus jugadas estratégicas, razón por la cual no se le puede culpar de toda la responsabilidad en la metástasis que corre por los vasos sanguíneos de esa Entidad. No hubo poder humano ni divino que lo obligara o convenciera de la obligación legal que tenía de contestar un derecho de petición, y es Fundamental, a la queridísima y dulce Gina Parody, Senadora en ese entonces del Partido del que manda ‘La U’, en el cual solicitaba información sobre una investigación ‘paraca’ y cuál era el compromiso de la Fiscalía con la «verdad», con referencia a la Ley de Justicia y Paz, y es aquí donde se me baja la moral y la esperanza sobre la queja, pregunta e información que pretendo hacer.
Sólo le pido al Todopoderoso que aparezca milagrosamente un Parlamentario no contaminado que ayude por medio del control político, un Medio de Comunicación o una persona de buena nota que lea este artículo y por cualquier forma lo haga conocer a su destinatario para que le informe a la opinión, ya que es de interés general por ser de orden público, sobre los siguiente:
Es necesario hacer esta introducción aclaratoria para una mejor comprensión de una de las tantas formas como incidió o sigue incidiendo la presión de estos grupos al margen de la ley en las decisiones políticas en todos niveles. La génesis de este calvario se dio antes de las elecciones de Octubre del 2.007, cuando una Senadora del Departamento de Caldas, en su condición de presidente departamental del Partido de ‘La U’, concedió un aval, contra viento y marea y conocimiento de causa, a un reconocido ‘paramilitar’ del Magdalena Medio como candidato a la Alcaldía Municipal de Victoria Caldas, en representación del mencionado Partido; con mucha antelación a este hecho, en mayo 29 de 2.007, por precaución, seguridad y, por sobre todo, aislar al máximo la investigación de la región en donde tienen asiento los ‘paracos’ para evitar indebidas presiones y conservación de la integridad personal, se presentó en Bogotá en la oficina del Vicefiscal denuncia penal contra el Alcalde de ese entonces en Victoria y miembro del Partido de ‘La U’, y colateralmente contra el candidato a la Alcaldía y el jefe local del mismo Partido, por los presuntos delitos(ni tan presuntos) de Concierto para Delinquir, en la modalidad de ‘paramilitarismo’; Desaparición Forzada; Homicídio; Enriquecimiento Ilícito; Testaferrato; Peculado y Falsedad en Documento, aportando las respectivas pruebas documentales y testimoniales respectivas.
Le pareció al Fiscal General que la denuncia era de tanta connotación y que requería de una investigación especial que ordenó entregar la investigación a la Fiscalía 13 Delegada de la Unidad Nacional Anticorrupción en Bogotá, asignando la segunda instancia al Tribunal Superior de Bogotá, sin que hasta el día de hoy se conozca decisión judicial alguna al respecto, no obstante haber recibido ese Despacho varios testimonios que incriminan seriamente a los denunciados, pero en cambio si surtió un efecto administrativo inverso, el ex-alcalde fue premiado con un jugoso contrato que le dispensó La Agencia de la Acción Social de la Presidencia, para que disfrutara de esta canonjía como coordinador de Familias en Acción en el Oriente caldense e hiciera libremente proselitismo a favor de ‘La U’, mientras lo postulan a la Asamblea Departamental, sin importar la sindicación tan grave que tiene a cuestas.
Señor Fiscal, ¿Qué pasó con esta investigación si Usted mismo firmó la resolución asignando el reparto y dándole especial connotación por la gravedad de los hechos. ?
¿Porqué la Fiscalía General no le ha dado un estricto, efectivo y cabal cumplimiento a su función primordial señalada en el artículo 250 de la Carta que obliga: de oficio o mediante denuncia o querella, investigar los delitos y acusar a los presuntos infractores ante los juzgados y tribunales competentes.? Claro está, si no hace lo primero, mal podría exigírsele lo segundo. Aquí no se trata de una falta a un reglamento de trabajo o el incumplimiento a un manual de funciones, no, estamos frente a una violación constitucional, ¡así de simple!
¿Qué soporte legal autoriza a la Fiscalía para ejercer una especie de ‘justicia selectiva’ en el desempeño de sus funciones y con que criterios se priorizan las investigaciones.?
¿Qué diferencia existe entre D.M.G. de David Murcia y una Captadora Ilegal que apareció en Manizales, para que unos estén cobijados con medida de aseguramiento y los otros deambulen frescos muy.?
¿Qué pasa con el «infierno» que se vive en La Dorada desde hace varios «plenilunios» bajo la férula del narcotráfico y el paramilitarismo, y en donde jamás se ha visto actuar efectivamente a las autoridades judiciales en contra de estos delincuentes y que todos los habitantes de ese Puerto conocen sus nombres y sus andanzas, permitiendo que se crezca el enano de las ‘Águilas Negras’ y que aumente la connivencia de éstos con los funcionarios?
¿Qué clase de hechos punibles son los que merecen su atención para ser investigados?.
El gran inconveniente que surge es que el tiempo que trascurre entre la ocurrencia del hecho y la apertura de la investigación, es la verdad que huye.
¡Colombia no merece seguir inmersa en esta impunidad!