EL PRESIDENTE URIBE Y LOS «ENTRAÑABLES AMIGOS DEL ALBA «.

En ninguna de las dos últimas elecciones para Presidente de Colombia sufragué por el doctor Uribe Vélez, en las cuales resultó vencedor, y tampoco votaría nunca por él. Lo anterior, no me inhibe para expresar una voz airada de protesta contra los reiterados agravios hechos contra la persona del señor Presidente y, por ende, como colombiano algo me toca de los vociferantes improperios que nos lanzan a diario nuestros «buenos, amables y ejemplares» vecinos y algunos otros del Caribe que integran nuestra región. Lo peor que le puede pasar a una persona dentro de su hábitat, ya sea en el área urbana o rural, es tener un mal vecino, es mejor tener que soportar el sambenito de la ‘maldición del gitano’.
El ALBA – Alianza Bolivariana para las Américas -, fue una idea que promovió para su fundación Cuba y Venezuela, con una filosofía política de tinte izquierdista y un enfoque en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, con una integración de los países de América latina y del Caribe, según quedó plasmado en su Acta inicial como su misión y visón prioritaria. En la actualidad está conformada por Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Honduras, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas y Dominica. La Alianza tiene dos componentes muy peculiares que bien vale la pena relevar para así poder entender o, al menos, bregar a comprender los comportamientos de ciertos Gobernantes de esta zona ‘neogeopolítica’: su nacimiento o fundación es una idea original del comandante Fidel, bien concebida y planificada para unos fines inequívocos en la lucha o ataque al capitalismo norteamericano y la resurrección y expansión del rancio comunismo camuflado dizque en el socialismo del siglo XXI, con su rótulo «bolivariano»,en esta parte del globo terráqueo; aquel,  sin el mayor esfuerzo, se encontró al socio parlanchín y ladrador perfecto para el desarrollo y ejecución de este proyecto político, al comandante Chávez Frías, teniendo este comandante Venezolano unos » atributos» adicionales, aparte de los ya mencionados, y que encuadran a la perfección para dirigir el mencionado proyecto, cual es el de ser Presidente democrático de la República Bolivariana de Venezuela, tener una exorbitante aceptación en el «inepto vulgo», ser enemigo visceral de los ‘gringos’, ser un burdo militar tropero, ser megalómano, cínico y medio loco y, por sobre todo, manejar una chequera de ‘petrodólares’ y la libre disposición de muchos barriles de petróleo de manera desbordada que le permite granjearse el liderazgo, el protagonismo y, hasta, licencia para la intromisión y poder de decisión en ciertos asuntos internos y de soberanía de algunos países, lo cual en compensación los hace acreedores a sus jugosas dádivas.
El sofisma de distracción apalancado en aquello del buen samaritanismo en la lucha contra la pobreza y la exclusión social en los países de América Latina y del Caribe, no deja de ser una fabulosa forma de disfrazar y amortiguar el impacto que puede producir la instalación de Bases Militares en la hermana República de Venezuela. La historia se está repitiendo y es muy parecida a la que se vivió en la década de los 60, entre Estados Unidos y Rusia por las Bases en Cuba; claro está, que la situación de hoy es muy distinta y no estamos conviviendo con una guerra fría y, algo muy particular, entre Rusia y Venezuela el comercio bélico se hace a la luz pública y por medio de convenios diplomáticos, pero que nadie conoce la letra menuda de éstos y cual es su alcance, lo que si se sabe es que van a compartir energía nuclear, es de anotar, que Venezuela está estratégicamente mejor ubicada que Cuba.
El comandante Chávez, a su vez, ha ido reclutando unos gobernantes en esta zona hechos a la medida que exige el proyecto, lidiando unas economías internas muy paupérrimas y  gobernados por mandatarios de un nivel académico casi nulo, con excepción del presidente Correa del Ecuador que tiene el nivel académico más alto de los gobernantes de América del Sur y, sin lugar a dudas, del Caribe ( un PhD en la universidad de Illinois ); todo esto le ha facilitado al presidente venezolano el manejo del Grupo como le venga en gana y, para completar las cosas a su favor, encontró el caldo de cultivo en Colombia con su problemática coyuntural de la guerrilla que le ha servido como catapulta, cortina de humo y distracción para su cometido, razón más que suficiente para justificar la recíproca connivencia con los subversivos. Al comandante Chávez le alimentaron de manera certera su vanidad y le hicieron creer que él era la reencarnación del Libertador, que estaba predestinado a ser el «salvador» de América, que era el dechado y genuino caudillo de este siglo llamado a enarbolar la bandera de la ‘revolución bolivariana’. ¡Y, ahí, lo tenemos!
Comprendo perfectamente la situación tan embarazosa por la que atraviesa el presidente Uribe, por enésima vez repito que no soy uribista, pero, ante esta situación me convierto en el número uno y soy solidario hasta la médula, estoy convencido  de que tener que suscribir tratados de cualquier índole con locos y con ciclotímicos es una tarea bastante complicada y muy frágil, sobre todo, cuando están de por medio situaciones cruciales para la economía del país, no obstante, todo tiene su límite y su costo y por encima de estas consideraciones está la «dignidad de un pueblo», ese cuentico de a cada rato amenazar con congelar las relaciones  comerciales y de lanzar improperios a Colombia a fin de alimentar su «populismo», nos tiene ‘mamados’; no hay que olvidar que cada día trae su afán y, también, que existen ciertos refranes que parecen muy simplistas, pero con mensajes de cierta lógica: «No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista, ni médico que lo cure, ni remedios en la botica». «Al que le van a dar le guardan y si se le enfría, se lo calientan». El perjuicio es compartido desafortunadamente, pero es mejor la serenidad y la paciencia ante la adversidad.
Sin embargo, no se requiere mucho conocimiento en asuntos de la diplomacia, sino un poco de sentido común, para deducir que el gobierno ha tenido unos gazapos enormes, tanto en su modo de  actuar como en sus manifestaciones, en el manejo general y mediático frente a los distintos comportamientos de algunos Mandatarios vecinos con los grupos terroristas. Dada las complejas circunstancias que rodearon estas situaciones era imprescindible haber tomado las precauciones extremas de prudencia y sigilo como un secreto de Estado, procurando con una reserva total de manera simultánea poner en conocimiento del País comprometido,  de los Tribunales y Organismos Internacionales y de una Veeduría de la Comunidad Europea de los presuntos vínculos con subversivos, su presencia o estadía y campamentos en su territorio, armas de largo alcance en su poder, etcétera, etcétera,.Estar vigilantes a la reacción y a los correctivos inmediatos que tome el país ante el cual se formuló la queja, si hay negligencia o demora injustificada es ya un indicio grave en su contra y así recurrir a las instancias correspondientes. Sin duda alguna, esta si es una de las formas de meter en cintura a los auxiliadores del terrorismo, y, creo no equivocarme, más temprano que tarde, tendrán que responder ante la Corte Penal Internacional. Esta información tan delicada, comprometedora y explosiva no debe dejarse  en manos de cualquier Viky Dávila o Claudia Gurisatti. ¡Ah!, hasta a los Ministros de Protección y de Transporte, les he oído opiniones al respecto, y ni siquiera saben de corrido su propio nombre. El gobierno debería de ser muy cauteloso y no autorizar a las volandas esta clase de información sin haberla ventilado primero con el país incurso en estos hechos y, prioritariamente, con los respectivos Tribunales Internacionales competentes, lo que le hubiese evitado estos sobresaltos innecesarios.

Marco Aurelio Uribe García
Manizales- Julio 30 de 2009
Apostilla: Creo que lo peor que le puede pasar a un Ser humano es volverse fundamentalista, esto lo conduce al fanatismo recalcitrante y, de ahí, pasa a convertirse en un simple «orate». El apoyo mío no es falso, y el otro,  tampoco lo necesita el señor presidente. Siempre se debe procurar por discernir e interpretar lo que se lee, de acuerdo al contexto. El verdadero amigo es aquel que le dice a uno la verdad sin eufemismos. La tolerancia es componente de paz, las ideas de los demás hay que respetarlas para que se respeten las de uno.