“Alea iacta est”, expresión atribuida a Julio César al cruzar el rio Rubicón, límite entre Italia y la Galia Cisalpina, y pareciera que esta decisión extrema hubiese sido plagiada por los politicastros que en la actualidad manejan los hilos del poder burocrático en Caldas, en asocio con otro oscuro y advenedizo politiquero antioqueño que aprovechó la situación famélica de algunos descamisados, quienes con su voto le permitieron que se inmiscuyera en nuestras decisiones políticas en lo regional y local; y después de larga espera, “la suerte se echó” y rodaron los dados, no hubo parto normal ni cesárea, se dio el “aborto” de las candidaturas con solemne bautizo e imponiendo la impronta del aval.

De este penoso y prolongado proceso, brotaron y avalaron a los candidatos que consideraron los “avaladores”, de manera omnímoda y omnipotente, tener una personalidad y un carácter dúctil propicio para lograr sus fines clientelistas, sin importar los medios utilizados, ni tener en cuenta el interés general, solo que les genere confianza y les garantice y respete una buena porción de la torta burocrática, así mismo, que sea prenda de garantía para el pleno y libre ejercicio de los carteles de la contratación que se constituyan en favor y con sus amigotes, ya que es ahí donde radica y se apuntala el poder político; y el “inepto vulgo” sigue de gancho ciego y de idiota útil, y con su voto equivocado apoyan, eligen y enriquecen a estos paladines del sufrido pueblo.

Y siguen las costumbres de otrora, pero en la actualidad la férula es más tormentosa, estos nuevos “caballeros” de la política, que sin pena y creyendo que están colmados de gloria, de manera cínica e indolente, atropellan, irrespetan y dan bofetadas a diestra y siniestra al pueblo caldense, a su electorado, ya que en forma sistemática se dedicaron a imponer y avalar candidatos a cargos de elección popular a personas que, a sabiendas, están incursos hasta el tuétano en conductas criminales, unos en etapa de Audiencia de juzgamiento, y otros en inercia total, y aducen de manera irresponsable y vergonzosa que esos cristalinos “querubines” no han sido condenados. ¡Qué tal esto!, no falta sino que avalen a Jorge 40 o a Don Berna, por cuanto no han sido condenados, solo han sido sindicados.

Me extrañó muchísimo ciertos avales que ha concedido el partido conservador, no haciendo honor a su nombre, además, estas prácticas no han sido sus costumbres, hasta un parlamentario conservador de Caldas pidió a su partido no avalar a un candidato a la Alcaldía de Manizales, dizque porque tiene lleno los anaqueles de los juzgados con procesos penales, a contrario sensu, es lo que ocurre con el partido de La U., quienes conceden avales alegremente sin considerar ni el pasado ni el presente de sus candidatos, solo les interesa ostentar mayorías, y claro que las tienen: albergan el mayor número de delincuentes que los demás partidos o movimientos políticos. ¡Son los campeones! ¡Son el caldo de cultivo de la corrupción política en Colombia! ¡No lo dude!

Los dos personajes, uno más sobresaliente que el otro, en todo sentido, que manejan el  pulquérrimo partido de La U., en Caldas, tienen la misma reducida masa encefálica, esgrimen sus mismos argumentos, son de la misma calaña y son del mismo partido político que un senador de apellido Barreras, el gran bufón que ha pasado por todos los circos de la política colombiana y sindicado, también, de muchas pilatunas penales y administrativas, y quien defiende a capa y espada a su antigua y acérrima enemiga en su aspiración a la candidatura de la gobernación del Valle, Dílian Francisca Toro, sindicada de varios delitos y beneficiaria de la impunidad, gracias a su estatus y a la benevolencia de la justicia selectiva. ¿Será que predominó en Roy Barreras la solidaridad de cuerpo?

Aparte de toda esta connivencia y maridaje político, perjudicial para el ejercicio pleno de la democracia, pero conveniente en sumo grado para los intereses personales y económicos de los “titiriteros” de la política en Caldas (los títeres son los votantes), estamos percibiendo una situación aberrante y desconsoladora que afecta la dignidad de la persona en toda su integridad, por cuanto lo reduce a su mínima expresión, y es la que se está dando y apoltronando en la mente de los que hoy tienen en las manos el lucrativo negocio de la política en esta región, y es de que crean erróneamente que con el poder dominante del dinero pueden comprar intelecto, capacidad, talante y hasta su propia salud; además, tratan de subestimar a Raimundo y todo el mundo ¡Qué equivocación tan garrafal!

Y son muchos los “gotereros” y los hambrientos que conforman el séquito adulador y exprimidor de estos “campeadores” de la política, y aquellos utilizando posturas hipócritas de lealtad y sumisión les endulzan el oído y les hacen creer a éstos que son los Mesías, que son la mayoría política del departamento, que son inteligentes y seres superiores, que son de sangre azul, como los artrópodos y moluscos, únicos en la fauna con este tipo de sangre, y de otros dones que no los tuvo ni el Predicador de Galilea; y ahí los tenemos orondos y el inútil pueblo votando para que estos parásitos sigan disfrutando de las sinecuras, de los cupos indicativos desviados o acomodados a su antojo en contratos leoninos y con la complicidad de un amanuense alcalde, esto sin considerar las enormes “gabelas del pasado” que, sin duda, ya han sido legalizadas o “lavadas”.

Todo lo anterior, conforma células cancerígenas de corrupción y que carcome día y noche el erario público, y todos lo saben y todos lo callan, incluyendo, por supuesto, a todas las autoridades judiciales y a la procuraduría, sin dejar por fuera a los medios de comunicación que manejan infinita cobardía, y ni hablar del presidente, él y sólo él es quien da el guiño para que se efectúen los desembolsos de los perversos cupos indicativos, los cuales le aseguraron su reelección y le sostienen la gobernabilidad. Por enésima vez repito de la urgencia de la reforma política, es más prioritaria que la de la justicia.

A todo Señor, todo Honor. La situación política que se da hoy en Manizales y la lid para alcanzar la Alcaldía, merece un análisis frio, desprevenido, sin sectarismos, sin odiosas discriminaciones, con argumentos serios y demostrables y para ello es impajaritable hacer dicho análisis sobre los únicos candidatos que tienen una verdadera opción de triunfar: Adriana Gutiérrez Jaramillo, del partido Centro Democrático, y José Octavio Cardona León, del partido Liberal, el otro de la tercería, y que inquieta al parlamentario Yepes Alzate, no tiene ninguna posibilidad, será tercero en la votación por cuanto no hay más en la competencia.

En próximo escrito nos ocuparemos de los dos candidatos mencionados para la Alcaldía de Manizales; y en los posteriores, analizaremos descarnadamente, con prueba a la mano, a los partidos o movimientos políticos, a sus Dirigentes y al resto de Candidatos, con pro y contras.

Marco Aurelio Uribe García.
Manizales, julio 9 de 2015.