Escribí hace unos días un artículo publicado en el Diario El Tiempo y en El Portal Eje 21 (30 de julio de 2015), en el espacio del blog La Pringamosa, y el cual titulé Reflexiones para elegir un señor Alcalde. He procurado no contestar los comentarios de los lectores o foristas, unos favorables, otros insultantes, pero como recibí uno muy especial de Hernando Salazar Patiño, persona de excelente formación académica e intelectual y buen escritor, a través del correo electrónico y del artículo “Pasiones para escribir” (Portal Eje 21), resolví hacer la siguiente aclaración:
Según el Diccionario de la Real Academia Española una de las acepciones de la palabra “reflexión” es: Advertencia o consejo con que alguien intenta persuadir o convencer a otra persona. Siendo éste el enfoque o contenido de mi artículo en comento y procurando persuadir o convencer al lector para que su escogencia a la Alcaldía de Manizales fuese la más acertada y conveniente, y, por supuesto, estableciendo unas diferencias abismales, notorias y concretas entre los dos candidatos con más opción para alcanzar tan alta dignidad, Adriana Gutiérrez Jaramillo y Octavio Cardona León, éste último, hermano del idílico recuerdo de Hernando.
Diferencias que no son inventivas, ni establecidas con rencor o envidia, ni producto de rezagos de obsoletas o trasnochadas ideologías izquierdistas, porque no soy mitómano, ni guardo rencores, sí animadversiones por causa justificada, envidias menos, porque al igual que muchos el destino me deparó una cuna pudiente, y mi ideología no comulga con aquella vieja máxima de la extrema izquierda: “A cada uno según sus necesidades, de cada uno según sus capacidades”. O sea, mi estimado y dilecto Hernando, no acostumbro en mis escritos la utilización de eufemismos hipócritas, llamo a las cosas por su nombre, prefiero posar de iconoclasta que de pusilánime. Ah, y aunque no me tenga en su lista de amigos, le cuento, yo si lo tengo en la mía que es reducida. Siempre he sido un admirador del intelecto.
La pasión (término utilizado por Salazar Patiño en su duro glosario), en una de sus tantas acepciones es: Inclinación, preferencia o deseo muy ávidos por alguna persona. Acepción que también encuadra en mi escrito por cuanto el análisis es más objetivo que subjetivo y no requiere de mucho esfuerzo, ya que éste recae sobre una persona determinada, y la preferencia o inclinación descansa en la prueba incontrovertible de su formación académica o profesional, su retórica y en el conocimiento que tenga sobre administración pública y su manejo, lo cual es de impajaritable aceptación en el caso que nos ocupa, y qué sólo corresponde a una realidad, sin incurrir en arrebatos o delirios infundados.
La historia política de Manizales y del resto del departamento de Caldas han sido completamente distintas y el manejo político excluyente que se le dio a la capital hizo parte de las causales de su disgregación, no obstante este infortunado suceso, a Manizales se le siguió dando un manejo político erróneo con cierto aire centralista y congraciado con la gente que se dice o cree ser de linaje superior, y por supuesto de poder económico, y sus Alcaldes han salido de las entrañas o muy cercanas a su Club Social. Así fue manejado por los políticos en su época de José Restrepo R., Silvio Villegas, Alberto Mendoza H., Ramón Marín Vargas, Luis Guillermo Giraldo, y cuando surgió Barco, por sus múltiples complejos, dejó el manejo de la Alcaldía en manos de Luis Guillermo, Marín Bernal o Yepes Alzate, por solo mencionar algunos, además, este no es el tema central y es mejor no seguir rememorando para no herir susceptibilidades.
“El interés general prevalece sobre el interés particular”, principio consagrado en todas las constituciones de los países de régimen democrático. Es por ello, que debido a mi experiencia a través de vivencias reales del pasado y del presente, y previendo a futuro, me preocupa la suerte de Manizales respecto a su manejo político, administrativo y financiero; no requiriéndose de un complejo análisis metafísico para deducir, por simple lógica y sentido común, y sobre hechos objetivos y concretos, qué persona tiene en su haber las condiciones más especiales que lo acrediten como ser de mejor formación académica y de vastos conocimientos en sentido general, máxime si el analizado ya se ha mostrado como funcionario y con qué ejecutorias, extensivas, por supuesto, a su vida privada.
Si yo no conociera de vista y comunicación, no de trato, a Adriana Gutiérrez, estaría de su lado en esta difícil contienda electoral, porque ingenuamente y como idiota útil votaría por ella para la Alcaldía de Manizales, ya que por no conocer su faceta oculta creería firmemente en todas sus promesas, algunas utópicas, de su campaña. Pero, como tengo el susodicho conocimiento, jamás votaría por doña Adriana, para ningún cargo de elección popular.
Al candidato de la SILIPE (Sierra, Lizcano y Penagos) Luis Roberto Rivas, solo lo vine a ver de cuerpo presente por estos días, a raíz de los diferentes foros que han organizado en la ciudad para escuchar las propuestas de los candidatos a la Alcaldía, y estuve muy atento a sus intervenciones. Lo que conozco de él es de oídas y de labios de personas que merecen toda la credibilidad. Se dice que a su paso por la Alcaldía hizo una aceptable gestión. Los suspicaces y escépticos se preguntan: ¿A qué costo?, pero eso es de poca monta, son habladurías de verduleras.
Lo que si deja mucho que desear, un sabor amargo y un hedor nauseabundo en la administración de Rivas Montoya, es el “desagüe” que empezó y dejó con el mal planificado macro proyecto de San José; la forma como se adjudicó y se fijó el canon de arrendamiento del Hospital; INFOTIC –Soluciones Inteligentes- Esta empresa se creó casi coetáneamente con el embeleco de Manizales Segura y su impuesto al teléfono, y la administración de la época suscribió alegremente con INFOTIC un contrato para manejar sus inmensos recursos y recaudo de todas las multas de tránsito, el 70% para la empresa y el 30% para el municipio; S.T.M – Servicio de Tránsito de Manizales- cuya administración de todos los trámites y operación se le encomendó a una Empresa de Cali, con el mismo porcentaje mencionado. No se conocen los nombres de todos los comensales del 70%. Motivos más que suficientes para no votar por este señor para la Alcaldía de Manizales.
José Octavio Cardona, persona joven, campechana y emprendedora, de extracción humilde, de profesión Abogado, especializado en Derecho Penal, Administrativo y en Administración Pública; Catedrático de la Universidad Nacional; fue Subgerente de la Licorera de Caldas, Personero y Concejal de Manizales; tiene oratoria y retórica y sus ideas son claras y realizables; conoce muy bien las afujías de las gentes, sobre todo de aquellas más pobres, vulnerables y necesitadas. Mi voto es inalienable, por eso voy a escoger a este señor para la Alcaldía de Manizales.
Se dan cuenta de las diferencias.
Marco Aurelio Uribe García.
Manizales, septiembre 24 de 2015.
Apostilla: Gracias a Hernando empecé a leer los doce libros de las Meditaciones de mi tocayo, el Emperador Marco Aurelio.