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Lo más patético en el gobierno de Juanpa.

“Preocúpate más por tu conciencia que por tu reputación. Porque tu conciencia es lo que eres, y tu reputación es lo que los otros piensan de ti, y eso es problema de ellos” Einstein.

No he sido muy crédulo de los ataques por felonía del que ha sido blanco Juan Manuel Santos por parte de los fanáticos “uribistas”, respecto a su jefe máximo. Pero, si tomamos como referente algunas decisiones tomadas por el presidente, y que dejan mucho que desear, sin lugar a equívocos inferimos el acompañamiento de marrullerías por cuanto conociendo de los impedimentos morales y éticos que encerraban cada una de ellas, se decidieron de manera positiva.

En el furor de su campaña presidencial (2010), y ante una serie de gazapos y metidas de guayo, con gran habilidad hizo el embrague para un espectacular retro, y nos entregó esta máxima: “Claro, que los únicos que no cambian de opinión son los imbéciles”.

La última vez que el presidente Santos dio muestras de su inmensa “chispa” y agilidad mental, fue en la alocución televisiva celebrada el 1° de julio del año en curso, cuando, sin sonrojarse, lanzó esta perla: “En este Gobierno no ha habido un solo señalamiento a ninguno de mis ministros, a ninguno de los funcionarios y así seguirá siendo, porque la lucha contra la corrupción y el buen uso del tesoro público ha sido, es y seguirá siendo una prioridad”. Mientras tanto, la firma Invamer Gallup daba a conocer su última encuesta sobre corrupción y señalaba que el 84% de los colombianos considera que la corrupción subió en el país. ¿Será que los presidentes se hacen los gilipollas cuando toman posición del cargo?

En Mayo 2 de 2011- el Presidente Santos, con cara transfigurada y fantasmagórica, y rodeado de los Jefes de las “ías”, denunció desfalcos monumentales en el sector de la salud’, y manifestó que las defraudaciones no eran de millones sino de billones de pesos, y qué con el concurso de los órganos de control e investigación se iniciaría una lucha frontal contra esas «ratas de cuello blanco», situación que tuvo gran impacto por tratarse de unos dineros sagrados destinados a la salud de todos los colombianos; al mes largo de este pomposo anuncio, y que nada pasó y que todo sigue igual, tuvo la irresponsabilidad, la falta de carácter y de respeto para con esa institución y para con el país entero de postular a Eduardo Montealegre, Abogado defensor de SaludCoop, principal protagonista de los desfalcos anunciados.

La designación de Carlos Urrutia como Embajador en USA, fue desacertada, ya que éste era socio de la firma de Abogados que desplegó un entramado empresarial jurídico para apropiarse de tierras con antecedente de baldíos transgrediendo la ley; tampoco lo fue el nombramiento de Rubén Darío Lizarralde, como ministro de Agricultura por sus impedimentos que pudiesen resultar por haberse desempeñado como Gerente de Indupalma, y que también estaba incurso en apropiación de tierras con antecedente de baldíos, y, qué tal, su desconcertante mutismo ante la inminente reelección del Procurador General, nociva en grado sumo para el país.

El reconocimiento de la prima que se inventó el gobierno para los parlamentarios tras el fallo del Consejo de Estado, con visos de una compensación, pero con finalidad personalísima, lo que dejó a más de uno atónico, sin diferenciarse con el Cohecho de la Yidispolítica, ya que este regalito iba encaminado a ambientar la reelección presidencial. En la fallida reforma a la justicia una parte considerable del articulado en favor de unos pocos sinvergüenzas, fue incluida con su guiño para calmar los acalorados ánimos y asegurar su aprobación. Afortunadamente, aunque de manera ilegal, se derrumbó, todo debido a las manifestaciones de rechazo en las redes sociales.

El presidente Santos, siendo ministro de Hacienda del presidente Andrés Pastrana, fue el creador o artífice de una abominable figura perversa, corrompida y corruptora, como lo es los “cupos indicativos”, los cuales han tenido gran auge y utilización desaforada a partir del primer gobierno Santos. Los cupos indicativos son y serán tan nefastos y arrasadores como lo fue en su época el paramilitarismo con todo su furor, quedando aun algunos reductos de esa plaga macabra.

Los oprobiosos cupos indicativos han causado graves lesiones a la democracia colombiana en su aspecto electoral, ha cambiado ostensiblemente su mapa político electoral en casi todas las regiones del país, especialmente en los departamentos de la costa atlántica, en donde los estragos que causó la compra venta de votos fueron notorios y fáciles de establecer por la incursión de politicastros de otras latitudes, y quienes sin vergüenza alguna compraron la conciencia de líderes locales, quienes colocaron muchos votos a los advenedizos intrusos, Y, todo esto, gracias a los milagros de los mencionados cupos indicativos.

Todo este desafuero corruptor del presidente Santos se dio con más énfasis en la pasada contienda electoral para la elección de nuevo congreso y de su reelección presidencial. ¡Qué gran daño, señor Presidente, el que le está haciendo a Colombia! En este opulento banquete los invitados de primer orden fueron los señores de la Unidad Nacional, quienes han recibido a cántaros astronómicas sumas de dinero, dizque para obras de desarrollo regional y con destinación especifica, las cuales jamás han llegado a su destina para su ejecución o, al menos, eso es lo que ha ocurrido en el departamento de Caldas.

De tiempo atrás he venido solicitando infructuosamente a los órganos de control y de investigación, que adelanten pesquisas serias sobre la utilización de los cupos indicativos, así pisen los callos que sean, porque es aquí donde anida el mayor desfalco que se le esté haciendo al erario, y en cual hay más de uno comprometido. Y ahora, más que nunca, solicito que se investigue a fondo todo el embrollo que encierran, ya que en los mentideros políticos se escucha con frecuencia y de manera soterrada que algunos parlamentarios gozan de un abultado patrimonio, gracias a la venta de los cupos indicativos a otros colegas de diferente departamento.

Es por ello, que acudo al eco de todos los medios de comunicación serios, responsables, honrados y que conservan su independencia porque su conciencia es inalienable, y se pida al unísono una exhaustiva investigación sobre esta práctica ignominiosa.

Marco Aurelio Uribe García.
Manizales, octubre 1° de 2015.

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