Ciertos estorbos en política.
“Dos negros no podemos caber en la política de Caldas, jamás lo permitirán los blancos de Manizales”, palabras que le dijera Víctor Renán Barco (q.e.p.d.) a Jaime Chaves Echeverri (q.e.p.d.), antes de celebrarse la Convención Liberal Departamental, en el Estadero de Las Torres de Chipre en 1968. Admonición repetida y refrescada entre los mismos personajes en la Convención de 1974, cuando partieron cobijas Mendoza Hoyos y Barco López, y cada uno lideró sus listas parlamentarias para Senado y Cámara, saliendo, por supuesto, los dos elegidos al Senado con una ligera ventaja para el segundo. Afirmación con conocimiento de causa, porque fui Delegado en las dos Convenciones.
Hoy, esta advertencia pareciera repetirse con la elección del Alcalde de Manizales, pero ya no entre dos negros, sino entre dos candidatos a ese cargo pertenecientes a los blancotes o a la alta sociedad y alcurnia manizaleña, no habiendo alcanzado la repartija de los votos en los estratos 5 y 6, su medio o hábitat, para ganar esa dignidad, precipitando su despellejamiento, lo cual fue capitalizado por un humilde campesino nacido en la Vereda de La Cabaña, quien, muy orondo y con la frente en alto, se metió por el camino del medio y en franca lid se quedó con la presea. En política electoral la confrontación entre dos negros y un blanco, gana éste; entre dos blanco y un negro, gana el negro. Aquí opera la solidaridad de cuerpo y de espíritu.
Para bien de Manizales, y de todos los que la habitamos, ganó la Alcaldía la persona más indicada para ejercer ese cargo. Su pecado es ser humilde y campesino, argumento éste que adicionado con la calumnia esgrimen ciertas personas encopetadas y perfumadas. Es joven, inteligente, de excelente formación académica, de inmensa capacidad de trabajo, con gran vocación de servicio, con ideas viables y de gran contenido social. Fue una acertada y magnifica elección.
No pretendo ni aspiro a convertirme en su alter ego ni, mucho menos, en su Asesor espiritual. No. Solo busco que mucha gente que no ha llegado a tener trato y comunicación con el Alcalde electo, salga del oscurantismo y borren esa imagen negativa que les han vendido de manera infame. He procurado, al máximo, escudriñar lo más recóndito de su personalidad y de su modo de pensar y actuar, y he llegado a la conclusión inequívoca de que es un hombre de excelentes condiciones humanas y de gran magnanimidad.
Solo necesita unos días al frente de la Alcaldía para que se vean los resultados positivos, porque tengo la plena seguridad de que sus colaboradores cercanos serán de óptimas condiciones profesionales y personales, lo cual lo catapultará en sus aspiraciones políticas, fortalecerá al Partido que representa y consolidará al único parlamentario liberal que tenemos en Caldas
Siento un inmenso aprecio y respeto por el doctor José Octavio Cardona León, Alcalde de Manizales, y tengo plena confianza en su futura administración, pero se debe tener la seguridad de que cualquier acto o hecho oscuro o dudoso, por estas mismas páginas lo denunciaré.
Marco Aurelio Uribe García.
Manizales, octubre 29 de 2015.