Los pasos en falso que hacen tambalear al «presidente» del Senado
Los pasos en falso que hacen tambalear al “presidente” del Senado
Reza un viejo refrán: “En tierra de ciegos, el tuerto es el rey”. Si el Senado de la República tuvo la desfachatez para con el pueblo colombiano de elegir como su presidente, como su conductor en esa corporación a Mauricio Lizcano, no obstante haberse notificado a los medios y directorios políticos su presunta incursión en hechos delictivos que reposan en sendos expedientes en algunos despachos judiciales, y guardándose por parte de aquellos un silencio sepulcral, no deja de ser una decisión ininteligible que deja mucho que desear y con lo cual no se necesita carta de presentación para los senadores que lo eligieron.
Cuando alguien tiene un cúmulo de pecados (léase hechos delictivos) conocidos por la mayoría de la comunidad caldense por aquello de las infiltraciones o por lo notorio de los hechos en el momento en que cada uno de ellos fue consumado, y los cuales se procuran por todos los medios ser ignorados o desestimados por su “juez natural”, esa persona termina sufriendo delirios de grandeza y sosteniendo cosas contradictorias a la realidad que ha vivido, y esto es lo que le está pasando al “travieso y perverso” y actual presidente del Senado de la República.
Jamás he hecho ninguna denuncia penal contra el presidente del Senado. En mi blog La Pringamosa, del Diario El Tiempo y del Portal Eje 21, me he limitado a trascribir la relación de todo su prontuario criminal plasmado en unos procesos penales que están inactivos inexplicablemente en los anaqueles de los despachos judiciales, procurando que las autoridades, sobre todo la Corte Suprema, se pronuncien al respecto y terminen de una vez por todas, con absolución o condena, pero aclarando si estamos o no frente a una aberrante IMPUNIDAD, o ante una odiosa justicia selectiva
Uno de los primeros políticos condenado por Concierto para Delinquir, modalidad de paramilitarismo, fue el Senador Mauricio Pimiento Barrera, la Corte consideró que se había beneficiado políticamente de los paramilitares por cuanto se demostraban haber obtenido votaciones atípicamente altas en varios municipios, desestimando la explicación de que esas votaciones se debían a alianzas hechas con políticos locales. Rasero procesal que no se le ha aplicado a Lizcano Arango (Exp. 30.891- C.S.de J.)respecto a las elecciones atípicamente altas para su cauda en La Dorada, Riosucio, Aguadas, Anserma, Risaralda y Belalcázar en el año 2007, donde se dice hubo mucho dinero y constreñimiento, basta comparar con las del 2011. Sólo se requiere un análisis somero del comportamiento electoral en los comicios del año 2006, las del 2007 en elecciones en los municipios señalados y comparar con las de octubre de 2011.
Además he preguntado por algunos procesos estancados y que nadie da razón: Un proceso por Cohecho, cuando se desempeñó como Secretario de Tránsito, siendo Alcalde Germán Cardona Gutiérrez, por pedir una coima del 35% en un contrato de señalización vial al señor Didier Jaramillo. Delito de constreñimiento al elector que se dio en Marmato, Caldas, y a la luz y oídas de todo el pueblo.(http://www.lapatria.com/caldas/campana-de-mauricio-lizcano-intimida-votantes-en-marmato-55454- La investigación sobre el viaje a los Estados Unidos, como presidente del senado, por los días en que se posesionó el presidente de ese país (enero 2017), y que se hizo sin la aprobación de las 3/4 partes del senado.
Así mismo, he solicitado a la Corte pedir a la Fiscalía General que certifique que personas entraron al Bunker a visitar al extraditado Carlos Arturo Patiño Restrepo, alias «Patemuro»durante su permanencia en ese lugar; solicitar al INPEC que certifique que personas entraron a la Cárcel de Cómbita a visitar al mencionado sindicado, durante su permanencia en ese centro de reclusión antes de ser extraditado y solicitar a la Cancillería las salidas de Bernardo Franco, magistrado del Consejo Electoral, hacía los Estados Unidos. Franco es oriundo de Viterbo-Caldas- paisano de Patiño Restrepo, y según el comentario generalizado, parece que trabajó en la Unidad legislativa de Lizcano en la Cámara, y después lo catapultó al Consejo Nacional Electoral. Y, se dice, que fue el enlace entre Lizcano y Patiño.
Y, “otra pata que le nace al cojo”. Los Lizcano, padre e hijo, adquirieron (?) un lote de terreno denominado «Guamerú” en jurisdicción de Irra, corregimiento de Quinchía, Risaralda, y en el cual se hacen trámites para construir y abrir una estación de gasolina; esta noticia se conoció a raíz de un trabajo investigativo que adelantó un equipo periodístico dirigido por Guillermo Prieto “Pirry”, y el cual fue vetado o censurado por RCN-televisión. La finca está vinculada a un proceso por desaparición forzada y despojo de tierras de que fueran víctimas los esposos Juan Fernando Acosta y Blanca Ofelia Correa.
Óscar Tulio Lizcano, salió elegido Representante a la Cámara por la circunscripción electoral de Caldas, para el periodo constitucional 1998-2002, y fue secuestrado en agosto 5 de 2000 y liberado en octubre de 2008. Al entrar a ocupar la curul Antonio Cano (suplente) se suspendieron los pagos de sueldos que normalmente devengaba el parlamentario Lizcano y que eran cobrados por la señora Martha Arango de Lizcano, ante esta situación la mencionada señora presentó acción de tutela en su calidad de esposa, afirmando “que con ellos sufragaba los gastos de sostenimiento de su familia, y por tanto considera que esa interrupción en el pago de esos emolumentos pone en peligro su desarrollo normal, pues no cuentan con otros recursos con los cuales subsistir” (Ver Sentencia T-307- 2002. Corte Constitucional).
Al tomar posesión del cargo el representante Antonio Cano se encontró con una gran sorpresa, su secretaria Carmenza Betancurt le entregó las cartas de renuncia de dos empleados de la Unidad Legislativa que tenía Óscar Tulio en la Cámara, cosa que le extrañó porque es difícil que alguien renuncie a esta sinecura o canonjía. Al indagar de quienes se trataba le informaron que eran dos empleados del Almacén de repuestos que tenía el Representante Lizcano González en la ciudad de Medellín, y que su Unidad legislativa era manejada al antojo de su hijo Óscar Mauricio, quien por esas calendas adelantaba sus estudios en la Universidad del Rosario. ¡Qué tal esto!
Óscar Tulio Lizcano es un político muy curtido y avezado en estas lides, y, además, bastante conocedor del entorno y de sus gentes del municipio de Riosucio, su patria chica adoptiva, me refiero especialmente al entorno con Irra, que no obstante ser corregimiento de Quinchía, Risaralda, tiene más intercambio comercial con Riosucio; además, la familia Lizcano tiene en el mencionado corregimiento, de tiempo antiquísimo, dos “chacras” El Salado y El Círculo, de 18 y 13 hectáreas y avalúos catastrales de 33 y 13 millones de pesos, respectivamente, y colindan con “Guamerú” cuya cabida es de 33 hectáreas y un avalúo catastral de 116 millones de pesos, y adquirida por Óscar Tulio y Óscar Mauricio a la Sociedad MH Pineda y CIA. S en C.
Corresponde a las autoridades competentes determinar qué clase de conductas se tipificaron en la adquisición y trámites para construir y abrir una estación de gasolina en el predio de la finca “Guamerú”, así como también investigar: ¿Por qué un Juzgado llevó a feliz término el remate y adjudicación de ese bien mediando semejante proceso por presunto homicidio y por despojo de tierras? ¿Por qué no se había solicitado a tiempo la anotación en el certificado de tradición en la oficina de Instrumentos Públicos? ¿Hubo vendedores y compradores de buena o mala fe? ¿Hubo enriquecimiento ilícito? ¿Se hizo uso de información privilegiada?
Es bastante difícil de creer, sobre todo, los que conocen a Óscar Tulio de vista, trato y comunicación, y los que lo conocemos de vista y oídas, y qué como viejo vecino de la finca “Guamerú” no hubiese conocido los pormenores y misterios que se encierra en dicho predio, cuando en el caserío de Irra son “vox populi”. Tampoco es extraño que Pacifico III, haya dado concepto técnico favorable sobre el cumplimiento de normas para estaciones de servicio, pues, su gerente Bruno Seidel, cuando se desempeñó en la gerencia de Aguas Manizales y de la CHEC, fue ficha política del partido de La U. (léase línea Lizcano).
Marco Aurelio Uribe García.
Manizales, marzo 16 de 2017.
Apostilla: Mauricio Lizcano en declaraciones llenas de mendacidades y contradicciones, y en algunas coadyuvadas por su Abogado “chapulinesco”, concedidas al periodista Norbey Quevedo Hernández, del Diario El Espectador, domingo 19 de febrero de 2017, sostiene: “que los dineros que ingresaron a su campaña en 2006, fueron por aportes significativos de su propia familia”, lo cual riñe con lo afirmado por la señora Martha Arango de Lizcano, su madre, en demanda juramentada de Acción de Tutela. (Ver aparte de la citada sentencia de Tutela)
Señores Magistrados de la Corte Suprema, ¿qué pasó con la propuesta de la magistrada auxiliar Teresita Barrera sobre la apertura de instrucción contra el protegido y sobresaliente presidente del Senado? Ojala aclare su corta y turbulenta vida pública, para que en un mañana todos, incluyendo los abstencionistas, podamos votar por él para la presidencia de Colombia.
Quiera El Señor, que no vaya a correr la misma suerte que los dueños legítimos de la finca Guamerú.
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