El Maestro Jota Mario Valencia – -foto A.C.L.

Hablo por mí, no por lo que dicen los demás, escribo por mis vivencias con él, no por cuentos de pasillo o rumores de café.

Lo conocí cuando yo era editor de Televideo y la programadora Promec Televisión lo puso en su nómina. Desde el comienzo nos dimos cuenta en el medio que era muy talentoso, histriónico y, sobre todo, muy creativo.

Polifacético, integral y con una personalidad arrolladora, se abrió camino rápida, pero no gratuitamente.

Jota Mario en Radio Ritmos de Medellín – foto Melkin Buitrago

Desde el comienzo y hasta el mismo día de su muerte generó odios y amores.

En ese momento yo hacía parte de la parte técnica, estudiaba periodismo, y mi trato con Jota era el del sonidista, y luego editor, con el presentador y/o director de sus programas, pero gracias a la confianza que él siempre daba a quienes trabajábamos detrás de cámaras, se fue consolidando una amistad que perduró hasta el día en que el Creador lo llamó de nuevo a su lado.

Como todas las relaciones laborales y todas las amistades, tuvo sus altos y bajos, pero siempre la admiración se mantuvo, por lo menos de mi parte, aunque sé que no lo defraudé nunca.

Después de mi paso por Televideo, haciendo el montaje de los programas de Jota, y mi partida hacia los canales regionales a finales de los 80, volví a encontrarme con él en RCN Televisión, y aunque a veces coincidíamos en Cali por alguna circunstancia y compartíamos, fue justo en el inicio de la televisión privada cuando fortalecimos ese vínculo de amigos.

Aunque yo hacía parte de Noticias RCN hablaba a diario con él, hacíamos el horóscopo a cuatro manos y luego le enviábamos el texto a una reconocida locutora para que lo narrara de manera excepcional, después vino una linda venezolana y se nos acabó ese karma. Un día le dije, por mamarle gallo: ¨Jota, hoy pongamos para la mitad del zodiaco, ¡día propicio para viajar en avión!, y para la otra mitad, ¡si usted es piloto no es recomendable que vuele hoy! ¨ y me contestó: ¨no jodás Giova, de pronto se estrella un pajarraco de esos y nos echan la culpa¨.

Nos apasionaba la locución. Fue Jota, junto con Carlos Cataño, quienes me convencieron de ingresar a la A.C.L. (Asociación Colombiana de Locutores), en 1992, y hasta el día de hoy pertenezco privilegiadamente a esa familia de la cual él siempre estuvo orgulloso.

Jota Mario con doña Gloria y Pachequito – foto archivo Inravisión

Cuando pasé a producción en R.CN Televisión y realicé varios programas, se me encomendó el del Padre Chucho. Lo diseñe junto con Carlos Sandoval de comienzo a fin, para que se emitiera los domingos, era un ‘Talk Show’ infantil, pero en un comité de contenidos, Jota dijo que él lo quería dirigir. Luego de la reunión yo le expresé: ¨Jota, pero vos a qué horas, trabajás en tu programa de lunes a viernes, el fin de semana viajás al Ecuador a conducir un programa, no tenés tiempo¨, y dicho y hecho, el programa salió al aire cuatro domingos y se acabó, pues Jota no podía dedicarle tiempo. Tardé un buen rato en perdonarlo, pero cuando me asignaron los ‘Cuentos de Diva’, para hacer el montaje y la realización, se me pasó la rabia y se me olvidó. Con Jota era muy difícil estar bravo, no presentaba disculpas, pero con un abrazo, un estrechón de manos, o un ¨seguís muy bravo pues¨, todo quedaba saldado.

Siempre lo encontraba en la puerta de R.C.N. Televisión a las 4 y 45 de la madrugaba, era el primero en llegar, no me equivoco si digo que nunca faltó mientras dirigió y presentó ‘Muy Buenos Días’, jamás se incapacitaba, aunque estuviera muy enfermo.

En las tardes conversábamos mucho, escuchaba ideas y sugerencias, nunca se apropiaba de ellas. Era generoso y filántropo, pero ayudaba sin que nadie supiera. Muy solidario con los compañeros del canal y con los de afuera.

En ocasiones parecía un niño, como cuando se encerró en su carro, en el parqueadero del canal, porque quien estaba dirigiendo cámaras lo ‘ponchó’ mal acomodado fumándose un cigarrillo. ¨Hasta que ese señor no se pare del switcher yo no regreso, me hizo quedar mal con los televidentes¨.

No se arrepentía de nada de lo que hacía, pero algunas equivocaciones lo marcaron, como cuando un ‘brujo de chapinero’ llegó al estudio invitado como plan b por la productora de turno, porque el astrólogo de renombre nunca llegó, y este personaje, (me refiero al brujo), le dijo al aire que Jota no tenía una, ni dos, sino tres personalidades, y él, (me refiero a Jota), no siguió la línea que siempre aconsejaba, ¨no dejarse sacar de casillas¨ y se enfrascó en una molesta discusión enfrente de millones de televidentes.

Lo de las tres personalidades es cierto, pero debo explicarlo. Era muy introvertido en su vida personal, extrovertido en su vida profesional y muy espiritual en ese espectro con sus Ángeles y con la Virgen, la Reina Madre, (algo que no es común en la gente del medio), tal vez a eso se refería el brujo, pero Jota, lastimosamente no lo dejó aclarar.

Él nunca salía a desmentir nada de lo que se dijera de él, ni bueno ni malo, se reía del millonario sueldo que le achacaban y de muchas otras polémicas en las que lo encasillaban. Unas eran ciertas, otras no, unas con razón, otras no, pero las magnificaban quienes no lo querían y las minimizaban los que sí.

Cuando salió de ‘Muy Buenos Días’ incursionó en las redes sociales y por ahí charlamos un par de veces, desde mi salida de RCN Televisión poco o nada hablábamos. Me contó de sus proyectos nuevos. A los 63 años quería arrancar otra vez y se estaba preparando con toda para eso.

De Jota se crearon mitos, como su enemistad con Pacheco, lo cual era totalmente falso, eran como hermanos, de eso soy testigo. También se decía que era arrogante y prepotente, en eso no estoy de acuerdo, decía lo que pensaba y era muy seguro de sí mismo, eso les chocaba a muchos.

Como reza el refrán, ¨no era monedita de oro para caerle bien a todos¨, pero era por su carácter, no se quedaba con nada, decía lo que pensaba y sin rodeos. Le indignaba que se robaran sus ideas, fueron muchos los programas que creó y que otros avivatos se ganaron los créditos, como cuando diseñó ‘Día a Día’ para Caracol Televisión y luego lo sacaron por la puerta de atrás, pero la vida tiene recompensas y desarrolló su idea durante muchos años en RCN Televisión.

No seguía conductos regulares, hablaba con los presidentes de los canales o cadenas radiales, de tú a tú, y eso molestaba a algunos personajes. Muy exigente en el trabajo, más condescendiente con el personal técnico que con el ‘talento’, como equivocadamente diferencian ahora a quienes trabajan detrás y enfrente de las cámaras.

No recuerdo ver un cambio en su forma de ser desde el primer día en que lo vi hasta el último, solo era diferente su apariencia, con menos pelo y más kilos, pero ese cuento de la fama nunca se lo creyó ni se aprovechó de su popularidad, por el contrario, era como el bien lo decía, ¨una camisa de fuerza¨.

De toda su trayectoria se ha hablado mucho y se seguirá hablando, de sus anécdotas, de lo bueno, lo malo y lo feo. Solo quería en este espacio rendirle un homenaje sincero al amigo, maestro y colega que conocí. Ese ser Mariano, imperfecto, como todos lo somos, con muchas equivocaciones, como todos los mortales, pero con la virtud de intentar mejorar, no reincidir en esos errores y de nacer ‘Día a Día’ para tener ‘Muy Buenos Días’.

¡Un hombre, sin duda, con muchos Valores Humanos!

Como siempre, te adelantaste en el camino Jota. Luego nos encontramos de nuevo. Ya estás con tu Reina Madre y tus Ángeles, a quienes tanto querías. ¡Abrazo, líder!

Giovanni Agudelo Mancera

Periodista

Tarjeta Profesional #8356 Expedida por el Ministerio de Educación Nacional

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