¡Una exclamación de un fanático que espera cambios en su país!

Por: Jimmy Tadić

Esos momentos donde tocamos la gloria con la punta de los dedos pero se nos olvida que estamos parados en unas cajas viejas de cartón. Esa sensación de victoria donde el futuro nos sonríe y al mismo tiempo nos reta. Una cachetada que viene del futuro y nos pone a vibrar.

Ese sacudón que nos hace sentir rabia, impotencia y dolor, pero al mismo tiempo nos regocija con fe y esperanza; eso tiene nombre nombre propio, se llama Colombia.

Hoy esto nos hace sentir el fútbol, un pedazo de nuestra esencia y cultura. Una manifestación de nuestra sangre, nuestra entrega y nuestra devoción.

Hoy nos entregamos a una ilusión que aún no vemos del todo perdida, de hecho, la vemos brillar en Lima. Esos guerreros que hoy cometieron algún error, los imaginamos reinvidicándonos con una noche mágica en unos días para jactarnos de exaltación.

Hoy aunque cabizbajos, nos vamos soñando en un futuro llamado Rusia. Un futuro donde nos vemos compartiendo una alegría de unidad colombiana que hoy por hoy, pocas veces se repite. Hoy nos vamos a la cama con lástima pero con verraquera.

Es difícil que cada uno de nosotros le ayude a James o a Falcao a correr o saltar más el próximo martes. Es bien complicado que logremos cambiar la lógica de Pekerman frente a porqué Cardona y no Chará. Es imposible que 43 millones de colombianos saltemos a la cancha en Lima el 10 de octubre.

Sin embargo, si hoy se siente rabia con destellos de esperanza, si se anhela más alegría que tristeza, si hoy se apagó anticipadamente una Colombia con celebración; no olvidemos que 25 jóvenes salieron por 90 minutos a romperse el alma por entregarnos satisfacción. No olvidemos que siempre hay una segunda oportunidad y que aún nos aferramos a ella.

Pero, ¿por qué nos sentimos así apenas hasta hoy?

Hoy, Colombiano, este sacudón que te da el fútbol, te lo está dando también tu país que se hunde en la indiferencia. Hoy, Colombiano, no dependes solo que la Selección se luzca en Perú, para sentir alegría, realmente necesitas un milagro que nos saque a todos, de esta tormenta de corrupción, desidia y desinterés que incluso se nos olvida.

Si hoy nos dolió con el alma que un equipo de deportistas no ganaran en Barranquilla, debemos ser consciente que estamos dejando pasar los días en los que los mismos se acostumbraron a hacer las mismas.

Por esta razón, escribir otra historia para tu familia, tu ciudad, nuestro país, está en tus manos. No esperemos unas vacaciones en Julio donde apenas un campeonato fútbol nos invada de emoción. Ojalá también contemos con una Colombia que aunque hace mucho nos arrebataron, podamos recuperar.

Vota bien! Que este sacudón de Barranquilla, no se quede en un campo donde jugaron 22, ni una celebración alrededor de un balón.

No olvidemos que hoy unos futbolistas que aman la bandera intentaron hacernos feliz, mientras existen cientos que en nombre de ella intentan robarnos todos los días.

Si no celebramos hoy, créeme, es porque nos merecíamos este sacudón.

Vota bien!