Haití, a través de su historia, ha tenido que atravesar numerosas crisis que han generado un aparato estatal débil, y una sociedad que cada vez se deteriora más por la extrema pobreza, la violencia, y falta de un estado de derecho. Azotados por dictaduras que cooptaron el poder de las instituciones políticas, estas dejaron como resultado el que las armas fueran el instrumento para aterrorizar y controlar la población. Asimismo, los grupos paramilitares, o Tonton Macoutes, fueron el símbolo que usaron las dictaduras para sostenerse.
Continuando con el turbulento panorama, la acción de la comunidad internacional genera muchos cuestionamientos ya que en vez de generar una estabilización, aumentaron el caos en la isla.
Por si fuera poco, pareciera que esta problemática no estuviera presente en la agenda política de muchos sectores regionales, lo que termina por favorecer a los sistemas políticos autoritarios sobre los frágiles sistemas democráticos.
Vale la pena, entonces, destacar algunas cuestiones históricas sobre la situación de Haití, ya que su actual crisis política, social y económica desestabiliza la seguridad de la región latinoamericana.
Periodo colonial:
En los siglos XVI y XVII los poderes coloniales europeos como España, Holanda, Inglaterra y Francia, peleaban batallas navales para tener posesiones coloniales en el territorio que antes se conocía como Las Américas. El Caribe fue el lugar donde más se disputaron estas batallas.
En la lucha territorial por conquistar territorios, Francia obtuvo toda la parte occidental de la isla “La Española” a la cual llamaron la Colonia de Santo Domingo. Con el paso del tiempo, Santo Domingo se convirtió en la colonia más importante de Francia, siendo una fuente importantísima de bienestar debido a la exportación de productos como el café, azúcar, tabaco y algodón.
Puerto Príncipe:
Por su parte, la capital de esta colonia fue llamada Puerto Príncipe y merece una especial atención en el periodo colonial por dos situaciones. La primera es que esta capital sufrió dos terremotos devastadores en 1751 y en 1770, dejando un número grande de muertos, y la incapacidad de Francia para volver a recuperar el control en la ciudad.
La segunda situación, es que para el siglo XVIII la población esclava era mucho mayor que la población blanca, por lo que fue constante el sentimiento de resistencia y revolución. Los esclavos sufrían de diversas atrocidades y pésimas condiciones de vida, y si esto se suma a los problemas que empezó a presentar la economía mercantil y el número grande de esclavos, se hizo posible que aconteciera una revolución para garantizar la libertad.
Dicho sentimiento de revolución sigue estando vivo en la actualidad, pero utilizado por muchos sectores políticos para ganar elecciones. Así que. en vez de promover un cambio trascendental en el país, se convirtió en un elemento discursivo para acumular poder político, o para que los ciudadanos tomen las armas y generen destrucción y caos.
Independencia haitiana:
Una sanguinaria revolución se llevó a cabo para liberar los territorios esclavos del imperio francés. Cuando Napoleón tomó el poder, ordenó que si la población de Haití no seguía siendo posesión de Francia, debía ser aniquilada. El miedo por que se llevara a cabo una campaña de genocidio contra su pueblo, despertó aún más la furia de los esclavos y de sus líderes Toussaint Louverture y Jean-Jacques Dessaline, quienes lucharon por lograr una revolución que les permitiera eliminar la esclavitud, y poder tener un territorio propio. Esto fue posible, finalmente, en 1804 cuando todo se tornó en una revolución exitosa liderada por esclavos que consiguieron ser la primera nación de América Latina en lograr su independencia.
Post independencia:
Al igual que sucedió en muchas naciones latinoamericanas, el proceso de post-independencia fue bastante turbulento. Esto se debió a que la formación del estado fue completamente débil, ya que Haití fue dividido en dos por generales revolucionarios que solo querían acumular tierras, pero no establecieron un control territorial ni administrativo hasta la reunificación en 1820. Además de la división, Estados Unidos no vio con buenos ojos una revolución exitosa de esclavos, por lo que no reconoció la independencia haitiana hasta la guerra civil americana.
La «deuda»:
A los problemas de construcción del Estado y el no reconocimiento de E.E.U.U., se sumó el hecho de que Francia emitió, en 1825, una ordenanza real que obligaba a los haitianos a pagar una indemnización de 150 millones de francos por haber efectuado una revolución y conseguir su liberación. Los franceses enviaron barcos de guerra cerca de las costas de Puerto Príncipe para que Haití pagara su deuda, afectando el comercio y las exportaciones. De esta manera, hasta que Haití no pagara su deuda, no sería reconocido por Francia como una nación independiente. Por consiguiente, la falta de reconocimiento internacional impidió restablecer Haití económicamente.
La deuda se terminó de pagar hasta el año de 1947.
En 1843 los haitianos vivieron nuevamente un terremoto y un huracán, generando devastación en el territorio. Por su parte, el atraso económico se sintió mucho más en este periodo ya que Estados Unidos y los países europeos empezaron a tener un crecimiento industrial de manera exponencial, que no fue compartido con el país caribeño.
Crisis interna:
De acuerdo con lo anterior, la crisis económica y la falta de reconocimiento en los primeros años de su independencia, dejó como resultado la búsqueda interna de generar crecimiento y orden con lo que había en el territorio. Como lo mencionan académicos como Justin Podur, fue el momento perfecto para originar partidos políticos como el Partido Liberal y el Partido Nacional, que pudieran mejorar las condiciones de vida de los haitianos recién liberados durante el siglo XIX.
Sin embargo, aquellos formadores de partidos pertenecían a una élite terrateniente y militar que solo buscaban acumular tierras y generar conflictos entre la raza mulata y negra, para ocasionar rebeliones que les permitieran quedarse con el poder, y tener disputas fronterizas con su vecino República Dominicana.
Invasión y dictadura:
Dentro del periodo de 1908 a 1915, uno de los actores fundamentales en Haití fue los Estados Unidos, que empezó estableciendo una compañía azucarera para establecer relaciones económicas en el Caribe, y luego invadió militarmente el país en 1915, para consolidar su poder e influencia en el hemisferio. De acuerdo con académicos como William Robinson, la invasión estadounidense impuso un orden en las élites haitianas, para así institucionalizar el poder político.
Las fuerzas norteamericanas en Haití se fijaron en 3 objetivos principales: 1. El control aduanero y financiero, 2. El control económico y, 3. Llevar a cabo el desarme de la población civil que continuaba así desde la época de independencia. A pesar de que el fin de la intervención de Estados Unidos se dio en 1934, su presencia en la isla siguió teniendo un alto grado de impacto, influencia que necesitaba utilizar más adelante para contener el comunismo en la región.
Los Duvalier:
La situación política de Haití se agudizó a comienzos del año de 1957, cuando el médico y político François Duvalier conocido como Papa Doc asumió el control del país. En un inicio, Duvalier pretendió ser una persona de confianza para la sociedad civil al transmitir la intención de implementar la democracia y acabar la pobreza del país. Sin embargo demostró ser todo lo contrario, se declaró presidente vitalicio e instauró una dictadura, con ayuda del ejército, para cooptar las instituciones políticas y someter a la población civil.
Duvalier aprovechó la relación con Estados Unidos, por un lado para recibir cooperación extranjera que le ayudara a acabar el comunismo en Haití, y por otro, para crear una relación de tipo militar, con el fin de generar seguridad interna y compromisos económicos que estuvieran enfocados en mejorar la infraestructura. Un componente fundamental para mantener la dictadura fue la creación de los Tonton Macoutes, campesinos armados que mataban a todo aquel que estuviera en contra de la dictadura, y que ayudaron a Duvalier a eliminar a toda la oposición en 1964.
Heredar el trono:
Cuando muere Papa Doc en 1971, es reemplazado por su hijo Jean Claude Duvalier, conocido como Baby Doc, ya que tenía 19 años de edad, y que también se convirtió en presidente vitalicio de Haití para continuar con el “legado” de su padre. Jean Claude también siguió recibiendo apoyo monetario de Estados Unidos con el fin de modernizar a Haití, por lo que su régimen recibió millones de dólares en forma de asistencia extranjera.
Sin embargo se empezaron a gestar violentas protestas campesinas, organizadas por la iglesia, que llegaron a la capital de Puerto Príncipe con el fin de sacar a la fuerza a Jean Claude Duvalier y devolver la democracia, lo que se logró en 1986. La nueva fuerza política detrás del derrocamiento de la dictadura familiar tiene como nombre Fanmi Lavalas, movimiento que tuvo como cabeza principal al sacerdote Jean Bertrand Aristide, protagonista de la crisis de los noventa y del nuevo milenio en Haití.
Haití quebrado:
Considero que es importante exponer los hechos históricos de Haití para entender un poco la crisis que sacude este país actualmente. Una nación que tiene como logro una revolución exitosa liderada por esclavos, y el hecho de ser la primera en declarar su independencia en América Latina, pero que se vio inmiscuida en un lento y débil proceso de construcción del Estado.
La precariedad estatal ayuda también a explicar la falta de institucionalidad y liderazgo para afrontar situaciones como los problemas económicos, derivados en mayor medida de la deuda impuesta por el imperio Francés en 1825, o la disputa interna de las élites mulatas y negras por controlar el poder. Asimismo, la invasión de Estados Unidos, y la temible dictadura familiar de los Duvalier, contribuyeron a seguir deteriorando el sistema político y empeorando las condiciones de vida de la sociedad haitiana.