Más de una vez he dicho aquí que la lengua española esconde algunos conflictos que traen de cabeza a los gramáticos desde no se sabe cuándo y para los que, a pesar de discusiones, análisis y debates, no se encuentra una solución definitiva. Entre ellos hay uno que podría llevarse la palma: el uso de los prefijos ‘trans-‘ y ‘tras-‘. El desorden aquí es mayúsculo, así que si ustedes quieren saber, por ejemplo, cuál de las dos palabras que aparecen en el título de este artículo es la correcta (o si ambas lo son), yo les recomendaría que vayan por el camino más corto: consulten un diccionario. En realidad la recomendación no es mía, es de María Moliner. Casi nada.
No vamos a tratar a fondo la cuestión, pues nos llevaría mucho tiempo. Simplemente les voy a contar de manera muy resumida el follón que hay montado con el prefijo ‘trans-‘ y su forma simplificada (‘tras-‘). Para empezar, ¿qué significa? Según el diccionario de la Real Academia Española, ‘al otro lado’ y ‘a través de’. Pero también puede significar, entre otras cosas, ‘detrás de’ y ‘a continuación’. La acepción ‘detrás de’ es justamente la que da menos problemas: en estos casos siempre se escribe ‘tras-‘ (‘trastienda’, traspatio’), según la nueva Ortografía de la lengua española (Espasa), de la RAE.
Sin embargo, a partir de ahí la cosa se empieza a complicar. La Academia dice en su Ortografía que «la reducción del grupo ‘-ns-‘ a ‘-s-‘ se ha generalizado en la pronunciación culta en muchas de las voces que contienen el prefijo de origen latino ‘trans-‘», de tal manera que bastantes palabras se pueden escribir con ‘n’ y también sin ella: ‘transmitir’, ‘trasmitir’; pero en otras solo vale una de las formas. El manual ortográfico da algunas orientaciones para ayudarnos a escoger la correcta y para que sepamos cuándo nos sirven ambas, aunque a mí no me resultan muy convincentes.
Sí queda claro, no obstante, lo dicho más arriba (sin ‘n’ cuando significa ‘detrás de’), así como lo relativo a los términos que comienzan con ‘s’: en estos casos se emplea ‘trans-‘ y la ‘s’ se funde con la inicial de la palabra base (‘transiberiano’). También se escribe ‘trans-‘ cuando le sigue una vocal y la ‘n’ y la ‘s’ están en dos sílabas diferentes: ‘transistor’, ‘transigir’, ‘transitar’, aunque aquí la secuencia ‘trans-‘ «no es analizable como prefijo en la lengua actual», según la RAE.
Es digno de elogio el esfuerzo que ha hecho la Academia en su nueva Ortografía por aclarar este embrollo -aunque pasa olímpicamente de él en su manual Nueva gramática de la lengua española (Espasa), de 2010-, pero lo cierto es que no lo ha logrado del todo. Y si no, que me digan por qué acepta en esa obra usar ‘trans-‘ y ‘tras-‘ cuando después va una consonante, pero se niega a recoger la palabra ‘transplante’ en su diccionario.
José Martínez de Sousa opina lo siguiente en su Diccionario de usos y dudas del español actual (Ediciones Trea): «… la Academia no ha conseguido organizar este grupo consonántico [‘-ns-‘]», lo cual provoca en los hispanohablantes «cierta desorientación al escribir palabras de este tipo, y así se da el caso de que en algunas de ellas que la Academia admite con una sola grafía, la simplificada, la hacen compleja incorrectamente». Y pone como ejemplo, precisamente, el caso de ‘trasplante’/’transplante’.
¿Quién nos puede sacar de este laberinto? Yo les aconsejo que se dejen llevar por el Diccionario de uso del español, de María Moliner (Gredos), que le dedica unos cuantos párrafos al uso de tan voluble prefijo. Para empezar, el famoso tocho dice lo siguiente: «El español corriente no se para, en general, a reflexionar sobre cuál de las dos formas emplear, sino que, guiado por su particular inclinación […], o por su perceptividad para lo que se usa más, opta espontáneamente por una o por otra. Solamente los especialistas en el uso del idioma […] desearían alguna vez tener una orientación en este asunto».
A continuación propone una serie de reglas -que no se corresponden totalmente con las de la Academia- y, para concluir, dice esto: «En los casos no comprendidos en estas reglas no hay más solución para el que duda […] que consultar el diccionario». Y ahora viene la gran pregunta: ¿qué diccionario debemos consultar? Yo me quedo con el de María Moliner. ¿Por qué? Porque -muy sabiamente y en contra de lo que decreta el de la RAE- no condena el uso de la palabra ‘transplante’. Una razón tan simple como arrolladora.