El aumentativo ‘-azo/-aza’ es un sufijo que empleamos para crear nuevas palabras, a las que llamamos también aumentativos. Pertenece al grupo de sufijos que la Nueva gramática de la lengua española (Espasa), de la Real Academia Española, denomina «apreciativos», conformado por los propios aumentativos, los diminutivos y los despectivos. Todos ellos nos sirven «para expresar la valoración afectiva que se hace de las personas o las cosas».
Eso significa que cuando esta joven escribió ‘fotaza’ no quería decir que la foto fuera muy grande, sino que era muy buena, y usó esa palabra para añadirle «connotaciones elogiosas» al término ‘foto’, según la Nueva gramática. No obstante, los sufijos apreciativos «pueden expresar también alguna cualidad objetiva»: una ‘casita’ es, por lo general, una casa pequeña, aunque también podría ser una casa a la que le tenemos cariño, sea grande o pequeña.
Sigamos. ¿Hizo bien nuestra feisbuquera al escribir ‘fotaza’? ¿O debió escribir ‘fotazo’? En realidad, pudo haber usado el término ‘fotón’, pero esto le habría generado otro problema: esa voz, aparte de ser un aumentativo de ‘foto’, también la empleamos (bueno, yo no, porque no entiendo de eso) para hablar de ‘cada una de las partículas que constituyen la luz y, en general, la radiación electromagnética en aquellos fenómenos en que se manifiesta su naturaleza corpuscular’, según el diccionario de la RAE. Tal vez los dos físicos retratados en este fotón conversaban en ese instante sobre fotones…
En todo caso, ¿sería correcto ‘fotón’? ¿No es ‘foto’ una palabra femenina? Pues sí: es un acortamiento formado por apócope de ‘fotografía’, pero es que los aumentativos, como tantas otras maravillas de nuestra lengua, son a veces caprichosos. Así, dice la Nueva gramática que «algunos sufijos apreciativos pueden modificar el género de su base léxica», y uno de ellos es precisamente ‘-ón’. Por eso la palabra ‘peliculón’ es masculina aunque ‘película’ sea femenina, y por eso podemos decir ‘el fotón’ para referirnos a una foto espectacular.
Sin embargo, «el cambio de género no suele darse con ‘-azo’» cuando funciona como sufijo apreciativo, añade el manual citado. Lo lógico, por tanto, es pensar que si la voz ‘foto’ conserva el género al añadirle este aumentativo, tendremos que decir ‘la fotaza’ y no ‘el fotazo’, y mucho menos ‘la fotazo’, aunque la cosa tiene tela y, como podrán comprobar si visitan la página Centro Virtual Cervantes, del Instituto Cervantes, el asunto fue en su día motivo de una interesante discusión. En ese debate parece que dieron por aceptable la forma ‘fotaza’, si bien uno de los contendientes aclaró que no siempre se usan todos los posibles aumentativos que una palabra admite.
Por mi parte, le doy un humilde visto bueno a la ‘fotaza’ de mi amiga, y la Fundación del Español Urgente, a la que ayer mismo le planteé esta duda, coincide conmigo. Ustedes podrán alegar que suena raro eso de que una palabra acabada en ‘-o’ forme su aumentativo con un sufijo acabado en ‘-a’. Y a eso yo les contestaré que una regla de oro de los correctores de textos es no emplear jamás en nuestro trabajo el argumento de que algo suena raro; muchos inventos del idioma español suenan raro y, a pesar de ello, son válidos.
Si esta respuesta no les convence, les daré otras: la palabra ‘mano’ es femenina, acaba en ‘-o’ y su aumentativo puede ser ‘manaza’; la palabra ‘madre’ es femenina, acaba en ‘-e’ y su aumentativo puede ser ‘madraza’. Por lo tanto, que nadie se rasgue las vestiduras si algún día ve escrita una palabra tan llamativa y legal como ‘fotaza’.
Ramón Alemán
@Lavadoratextos