Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

sexyNo me digan ustedes que la palabra ‘sexy’ no llama la atención. ¿Será por esa equis? ¿O será porque todo lo que tenga que ver con el sexo nos resulta interesante? Yo creo que sí, que es por esto último. Sea como sea, lo cierto es que en cuanto nuestros ojos la ven, nos lanzamos a leer el resto de la frase en la que aparece. Cómo somos… Sí, ‘sexy’ nos resulta una palabra atractiva y nos hace pensar en sexo, así que podríamos decir que es sexi. Pero sexi con i latina, que conste.

En nuestro idioma usamos sin ton ni son algunos vocablos acabados en i griega, y lo hacemos porque los escribimos tal y como nos llegaron de la lengua que nos los prestó, casi siempre el inglés. Ahí tenemos un problema, porque la ortografía española tolera esa letra para representar el fonema /i/ en muy pocos casos. ¿Cuáles? Pues, para empezar, cuando ese fonema es átono, está al final de una palabra y forma diptongo o triptongo con otra u otras vocales: ‘rey’, ‘buey’; también cuando está en posición interior de una forma verbal con pronombre enclítico: ‘haylas’ (‘las hay’); y, por supuesto, en el caso de la conjunción ‘y’: ‘Pedro y Juan’.

Eso es lo que nos cuenta la Real Academia Española en su Ortografía de la lengua española de 2010 (Espasa). Ahí nos aclara –lo mismo hace José Martínez de Sousa en su Ortografía y ortotipografía del español actual (Ediciones Trea)– que también se conservan algunos apellidos como arcaísmos con i griega inicial o interior, tales como ‘Goytisolo’ e ‘Ydígoras’. Los apellidos suelen ser ortográficamente libérrimos, ya se sabe… En el resto de los casos es intolerable encontrar esa i griega al principio o dentro de una palabra, así que no se les ocurra escribir cosas como ‘lycra’, nos recuerda El libro del español correcto (Espasa).

Bueno, ¿y qué pasa con ‘sexy’? Tenemos el fonema /i/ átono al final, pero antes de ese fonema no hay una o más vocales, sino una consonante. Por lo tanto, si adaptamos a la ortografía española esta magnética palabra, que en realidad es una voz inglesa, tenemos que escribirla con i latina; cosa nada extraña, pues también lo hacemos con términos como ‘papi’ y ‘metrópoli’. Y teniendo en cuenta cómo formamos sus plurales –‘papis’ y ‘metrópolis’–, el de ‘sexi’ es ‘sexis’, sin más complicaciones. Todo lo dicho es aplicable a otras palabras procedentes del inglés, como ‘dandi’, ‘panti’ y ‘ferri’ (los tres ejemplos los he extraído del Diccionario panhispánico de dudas, de la RAE).

El diccionario académico aún no recoge la palabra ‘sexi’, pero sí lo hace el Panhispánico, así que no estaría mal que para la próxima edición de la primera de las dos obras citadas, prevista para el año que viene, los señores de la Docta Casa se tomaran la molestia de incluir esta adaptación gráfica, que también podemos leer ya en el Diccionario de uso del español, de María Moliner (Gredos), en el Diccionario de usos y dudas del español actual, de Sousa (Ediciones Trea), y en El libro del español correcto.

Curiosamente, el diccionario de la RAE sí registra ‘sexy’, pero pide escribirla en cursiva. En cualquier caso, las dos acepciones de esa voz son las mismas que le corresponderán a ‘sexi’ cuando la Academia decida abrirle sus puertas. ¿Qué acepciones son esas? Pues tenemos en primer lugar un adjetivo que significa ‘que tiene atractivo físico y sexual’ (‘Charlize Theron es una actriz muy sexi’) y también un sustantivo masculino que quiere decir ‘atractivo físico y sexual’ (‘Charlize Theron tiene mucho sexi’).

Para ir terminando, expliquemos una última cosa. Todos aquellos nombres de persona –o de animal– que abreviemos para formar un hipocorístico (o sea, una denominación cariñosa o familiar) y cuyo último sonido sea una /i/ átona precedida de consonante deben escribirse también con i latina, así que no son aceptables en español las grafías ‘Dany’, ‘Lucy’ o ‘Mary’, aunque a ver quién les va a hacer caso aquí a los maestros de la ortografía. Seguro que un Dany, una Lucy o una Mary se pasarán esta norma por el arco de triunfo, por no emplear una expresión más genital. Y hablando de genitales: si todas mis explicaciones les han quedado claras, ya pueden volver a pensar en sexo, que es lo que estaban haciendo cuando empezaron a leer.

Ramón Alemán

www.lavadoradetextos.com

@Lavadoratextos

Compartir post