Después de leer lo que dijo hace unos meses Bonnie Tyler sobre nuestro país («¡Qué viva España!», con una tilde bastante sorprendente), me da la impresión de que la cantante galesa no tiene ni idea de la apatía que se extiende entre los españoles, incapaces de dar un golpe sobre la mesa ante una de las mayores crisis de su historia. Aunque, pensándolo bien, creo que lo que ocurrió fue que la persona que convirtió en texto las palabras de la rubia se equivocó y puso una tilde donde no debía; en tal caso, lo que Bonnie Tyler dijo fue «¡Que viva España!», como queriendo dar ánimos a los chicos del grupo musical El Sueño de Morfeo, que finalmente no se comieron una rosca en el festival de Eurovisión.

Hace una eternidad tuve una discusión con un amigo periodista a cuenta de la tilde en la palabra ‘que’ cuando aparece en una oración encerrada entre signos de exclamación. Decía aquel compañero que si teníamos una frase como ‘Que viva España’ y, tal cual estaba, decidíamos añadirle signos de exclamación para darle más fuerza, había que ponerle una tilde al vocablo ‘que’ porque este pasaba a tener carácter exclamativo. Craso error: aquí estos signos –que algunos llaman erróneamente ‘de admiración’– no influyen para nada en la función que está cumpliendo esa breve palabrita.

Volvamos a lo que dijo Bonnie Tyler. Cuando la veterana cantante se acercó al grupo español para darle ánimos, lo que ella usó fue una conjunción; por eso dijo ‘Que viva España’ (sin tilde en ‘que’). Tal vez su tono fue entusiasta, y eso pudo llevar al redactor que escribió el titular que hoy comentamos a añadir las exclamaciones, pero la tilde está de más tanto si la galesa lo dijo gritando como si lo hizo susurrando. El Diccionario panhispánico de dudas, de la Real Academia Española, nos explica que la conjunción ‘que’ se puede emplear para introducir «oraciones independientes que expresan diversos matices» y pone, entre otros, este ejemplo: ‘¡Que te vaya bien, Doroteo!’. ¿Lo ven? Signos de exclamación y un ‘que’ sin tilde. Así es como debe ser.

El Panhispánico le dedica una atención especial a la expresión ‘que viva’. Dice el diccionario de dudas que se puede emplear la tercera persona del presente de subjuntivo del verbo ‘vivir’ «en fórmulas desiderativas de buena fortuna o que expresan aplauso u homenaje entusiasta a algo o a alguien». Y añade: «En ocasiones va introducido por la conjunción ‘que’». Amén.

¿Y si la célebre artista hubiera dicho «¡Qué viva España!» (con tilde)? En ese caso, estaría afirmando que, según ella, España está muy viva, y ahí el acento gráfico es correcto, con signos de exclamación o sin ellos –«Qué viva España»–, porque la palabra que ha empleado es el adverbio exclamativo ‘qué’. La oración queda un poco forzada por la ausencia de un verbo, pero no es nada raro emplear esta fórmula en expresiones como ‘Qué fuerte lo que acabo de ver’, donde tampoco lo hay.

Estamos, si no me equivoco, ante lo que la Nueva gramática de la lengua española (Espasa), también de la RAE, denomina oraciones exclamativas predicativas, en las que no vemos verbo por ninguna parte, y tampoco es necesaria una coma después de ‘viva’ ni de ‘fuerte’. Si nos pusiéramos melindrosos (me encanta esa palabra), parecería más adecuado ‘Qué viva ESTÁ España’ y ‘Qué fuerte ES lo que acabo de ver’, pero como una de las virtudes de nuestro idioma es su recurso constante a la economía, ambas frases se quedan como estaban.

Es posible que a alguien le sorprenda que a una oración exclamativa le podamos quitar o poner sin ton ni son los signos correspondientes, pero en realidad no es ninguna barbaridad, y así lo reconoce la Ortografía de la lengua española de 2010 (Espasa). En esa obra dice la Academia lo siguiente: «En las expresiones inequívocamente exclamativas, es frecuente y admisible prescindir de los signos de exclamación en la escritura». De hecho, también se puede hacer en algunos casos con las interrogativas; por ejemplo, cuando se trata de una pregunta retórica –‘Dónde vas a estar mejor que aquí’– o del título u otra parte de una obra –Cómo escribir bien en español’–. Ambos ejemplos los he sacado de la Ortografía.

Estaba pensando, al margen de todas estas explicaciones de carácter lingüístico, que habría que haberle aclarado a Bonnie Tyler –en caso de que en realidad hubiera empleado el adverbio exclamativo y no la conjunción, aunque ya sé que no lo hizo– que España de viva no tiene nada en estos momentos; más bien todo lo contrario. Pero entonces recordé un comentario que hizo un amigo colombiano de nuestra página de Facebook cuando compartimos allí esta misma imagen que ven ustedes. Decía este señor, Felipe López, que en su país habrían interpretado ese ‘viva’ con el sentido de ‘oportunista’ o ‘aprovechada’, y el diccionario de la Academia le da la razón. Por lo tanto, yo también tendría que darle la razón al improbable «¡Qué viva España!» de Bonnie, porque este es un país de vivos, aprovechados y arribistas, y así nos va.

Ramón Alemán

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