Un amigo me llamó el domingo pasado a las seis de la tarde para preguntarme cuál es el plural de ‘maní’. ¿Se aburría el hombre? Creo que no: me dio más bien la impresión de que se encontraba con unos amigos, con los que probablemente estaba comiendo manises –o maníes, o manís–. Y como resulta que el tipo es muy curioso, me lo imagino discutiendo sobre el asunto entre maní y maní –o sea, entre cacahuete y cacahuete (también es correcta la forma ‘cacahuate’)– hasta que optó por resolver la duda a golpe de teléfono. Muy a mi pesar, para responder a esta cuestión no me va a quedar más remedio que discrepar una vez más de la Real Academia Española.

Dice la RAE que los sustantivos y adjetivos terminados en ‘-i’ tónica pueden hacer sus plurales de dos formas: añadiendo ‘-es’ (‘maníes’, ‘jabalíes’, ‘iraníes’) o ‘-s’ (‘manís’, jabalís’, ‘iranís’), «aunque en la lengua culta suele preferirse la primera», según el Diccionario panhispánico de dudas. Otra obra académica, la Nueva gramática de la lengua española (Espasa), dice más o menos lo mismo, y ambos manuales también coinciden en desaconsejar para estas palabras los plurales terminados en ‘-ses’. Según el Panhispánico, son «vulgares» y propios del «habla popular».

Esto de rechazar el habla popular tiene su gracia, ¿no creen? Por otra parte, ¿qué criterio sigue la RAE para establecer que el plural ‘manises’ pertenece al habla popular? Otra duda: ¿qué es exactamente el habla popular? ¿Vulgar y popular son lo mismo? Y por último, ¿se deben evitar sistemáticamente todos aquellos registros que procedan de un nivel de habla que no sea el denominado «culto»?

Demasiadas preguntas… Para responderlas, empezaré por copiarles aquí algo que leí en el libro Norma lingüística y español de Canarias (Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife), del filólogo Humberto Hernández: «La norma –el ideal de lengua– no se establece por imposición ni aisladamente por una persona, ni una autoridad intelectual, sino siguiendo los principios de generalización y aceptabilidad social».

¿Está generalizado, al menos en algunas zonas –como Canarias–, el uso del plural ‘manises’? Lean un fragmento del artículo «Normas y usos en el español», publicado hace unos años por el profesor de lengua Nicolás Guerra en el periódico La Provincia: «… esta voz [‘manises’] impera en todos los niveles (incluso en el literario, tal como lo recogen los doctores Corrales y Corbella en el Diccionario ejemplificado de canarismos)». Pues sí, parece que está generalizado, y con esto creo que quedan contestadas todas las preguntas anteriores.

En el artículo citado, Nicolás Guerra se preguntaba si «no va algo rezagada la Academia cuando recomienda las casi inusuales formas ‘manís’ o ‘maníes’». El Diccionario de uso del español (Gredos), de María Moliner, y la Academia Canaria de la Lengua lo tienen claro: el primero registra el plural ‘manises’ y no menciona los que propone la Docta Casa; la Academia Canaria, por su parte, nos ofrece en su web (www.academiacanarialengua.org) la entrada ‘manises’, así, en plural –no define el singular ‘maní’–, y dice que esta voz la usamos los isleños para hablar de los frutos de la planta del maní.

No estaría nada mal que los académicos bajaran de vez en cuando a conocer sin miedo el «habla popular» y a sus humildes propietarios. Estoy convencido de que unos y otros llegarían a un acuerdo: ya se sabe que con unas cervezas y un plato de manises se pueden resolver casi todos los problemas del mundo.

Ramón Alemán

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