El otro día mantenía yo una conversación en un grupo de Whatsapp y alguien hablaba de que tenía un álbum de fotos y se lo iba a mostrar al resto de los miembros de esa asamblea telefónica. Lo dijo de la siguiente manera: «Si quieren, esta tarde se los enseño». En esa misma conversación me comprometí a abordar en este blog un error de concordancia que hay en esa oración, que no es otro que haber escrito el pronombre ‘los’ en lugar de ‘lo’, que habría sido el correcto puesto que lo que esa persona nos iba a enseñar era un solo álbum, no varios.

Este error es muy común en Canarias y en América, donde casi nadie emplea la segunda persona del plural, sino la tercera, ni el pronombre ‘vosotros’, sino ‘ustedes’, para dirigirse a un grupo de personas, incluso aunque sean de suma confianza. Por ejemplo, yo, que soy canario, te puedo hablar a ‘ti’ (Juan) y a ‘ti’ (María), pero al hacerlo con ambos a la vez me dirijo a ‘ustedes’. De hecho, el uso de ‘vosotros’ y de la segunda persona del plural (‘Vosotros estáis locos’) es exclusivo en la actualidad de un reducido grupo de hispanohablantes: de los casi 500 millones de almas que usamos esta lengua, solo lo hacen así unos treinta y pico millones –menos del diez por ciento–, y casi todos ellos están en la península Ibérica y en las islas Baleares.

Al no emplear la segunda persona del plural, tampoco usamos el pronombre átono ‘os’ para indicar la presencia de un complemento indirecto, sino que nos valemos del pronombre ‘se’, que corresponde a la tercera. Y cuando en una oración tenemos ese ‘se’ junto a un ‘lo’ que funciona como complemento directo, ahí empieza el problema, que Manuel Seco explica así en su Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española (Espasa): «En algunas zonas de América se pone indebidamente en plural el segundo pronombre de esta secuencia cuando el ‘se’ complemento indirecto se refiere a una pluralidad de personas: Se LOS dije, por Se LO dije [a ellos]».

Como verán, Seco habla aquí de ‘ellos’, pero el error es idéntico cuando se trata de ‘ustedes’, pues, al emplear este pronombre en lugar de ‘vosotros’, usamos la tercera persona del plural en lugar de la segunda. También habrán comprobado que el gramático circunscribe el problema a América, pero yo les puedo asegurar que en Canarias este error es el pan nuestro de cada día (yo mismo uso el ‘los’ a veces cuando hablo, pero no cuando escribo). Por otra parte, lo más probable es que también se dé esta discordancia entre los hablantes peninsulares y baleares –y no solo entre americanos y canarios– cuando se refieren a ‘ellos’ o a ‘ellas’.

El Diccionario panhispánico de dudas, de la Real Academia Española, también habla de este problema de concordancia, del que dice, como Seco, que es exclusivo de América. Señala el Panhispánico que se detecta este error «especialmente en registros populares o coloquiales» y añade esto: «Aunque en algunos países esta transferencia indebida se ha extendido incluso entre hablantes cultos, se recomienda evitarla en el habla esmerada».

Pese a que esta incorrección es muy frecuente, lo cierto es que hay un truco muy sencillo para detectarla. Consiste en convertir el complemento indirecto en segunda persona, ya sea del singular o del plural. Por ejemplo, si yo digo ‘Esta tarde OS LO enseño [el álbum a vosotros/vosotras]’ o ‘Esta tarde TE LO enseño [el álbum a ti]’, vemos que el pronombre ‘lo’, que es el de complemento directo y se refiere al álbum, siempre se queda ahí quietito, en singular, mientras que el pronombre de complemento indirecto varía en función de que hable ‘contigo’ (‘te’) o con ‘vosotros’ o ‘vosotras’ (‘os’).

Siguiendo esa regla de tres, lo correcto es escribir ‘Esta tarde SE LO enseño [el álbum a ustedes/ellos/ellas]’. Pueden ver que el pronombre ‘lo’ sigue estando aplicado al álbum –no podría ser de otra forma– y el pronombre ‘se’ lo usamos para referirnos a ‘ustedes’, ‘ellos’ o ‘ellas’ (también lo podemos usar para ‘usted’, ‘él’ y ‘ella’). Evidentemente, si el complemento directo está en plural, también irá en plural el pronombre: ‘Esta tarde SE LOS enseño [LOS ÁLBUMES a ustedes/ellos/ellas]’.

Dejando a un lado el fondo del asunto que hemos tratado hoy, me fascina comprobar casi a diario algo tan evidente como es el hecho de que el habla canaria está más cerca de las costas americanas que de las españolas, y eso es algo que parecen dar por sentado tanto Seco como el Panhispánico cuando, al ignorarnos –a los canarios–, nos meten en el mismo saco en el que entran los países que están al otro lado del Atlántico. Pese a ello, nunca está de más recordar que Canarias también existe. Se lo digo yo (a ustedes).

Ramón Alemán

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