En esta vida no hay nada escrito. Y mucho menos en política.
Analizando las opciones que tenemos los colombianos con tantos candidatos que se lanzan a la arena política, impulsados cada uno, no se sabe por qué razón, a la presidencia de la república y el congreso, me pongo a analizar lo que han hecho los que han estado en cargos locales, regionales y nacionales y son pocos los que han pasado por las ramas legislativa y ejecutiva, que pueden mostrar logros y han pensado en las clases menos favorecidas. Sé que muchos colegas del magisterio me condenarán por lo que voy a decir, pero tengo que ser consecuente con lo que he visto en Barranquilla y el departamento del Atlántico, con las administraciones de Alex Char, Elsa Noguera, Jaime Pumarejo, el liberal Eduardo Verano y en años anteriores Fuad Char. No soy charista, ni me ubico en ningún partido. Soy un docente de 66 años que nació en Plato Magdalena y vivo en Barranquilla, desde hace casi 50 años y desde niño simpaticé con las ideas de los verdaderos liberales a los que admiraba mi padre (Q. E. P. D), a quien le escuchaba grabaciones de Jorge Eliécer Gaitán y más adelante con Luis Carlos Galán, de quienes no olvido frases como: “Yo no soy un hombre, yo soy un pueblo”, de Gaitán y: “¡Por la libertad, por la justicia, por la democracia, por la paz, siempre adelante, ni un paso atrás! ¡Y lo que fuere menester, sea!», de Galán. Desafortunadamente, ese liderazgo y ese verbo, al igual que la esperanza de un pueblo fueron silenciados
Después de ver la transformación de Barranquilla y el Atlántico, con errores de los mencionados mandatarios, porque nadie es perfecto, tengo que decir que me gustaría ver gente como ellos, acompañados de Gustavo Petro, Jorge E. Robledo, Iván Cepeda, Aida Avella, María J. Pizarro, Sergio Fajardo, Humberto De La Calle, Juan M. y Luis F. Galán, Rodrigo Lara, Carlos Amaya y Luis F. Velasco, gobernando a Colombia en estos próximos años. Sin odios, sin ataques, con ideas para llevar al país hacia adelante, acabando con la corrupción y el narcotráfico, poniendo a producir las tierras baldías para que el campesino colombiano tenga trabajo y nuestro país cambie su economía y salga de la pobreza y la tristeza en que hemos caído con los gobernantes del Frente Nacional y más atrás hasta la actualidad. Gobernantes que, parodiando una frase de Bolívar, digan: “Si mi retiro contribuye para que cesen los partidos y se consolide Colombia, yo bajaré tranquilo a mi hogar”
¿Por qué no pensar en Colombia? Ya es hora