Como en el fútbol, después de cada partido, generalmente los periódicos hacen un análisis desde la perspectiva del periodista que la realiza. Hoy quiero emitir mi concepto sobre los candidatos que aspiran a la presidencia de Colombia. Es mi visión. Usted tendrá la suya. Aquí están en orden de tarjetón:
Rodolfo Hernández: Es un buen candidato. No le gusta la corrupción. Aunque se ha moderado, lo perjudica el temperamento, pero muchas veces lo ayuda. Tiene en su contra el poco conocimiento del país. Le falta hacer tránsito por la Gobernación de Santander y el Congreso.
John M. Rodríguez: No se le conoce a nivel nacional. Se podría decir que es positivo ese desconocimiento de la gente, porque indica que es una persona honesta. Le falta hacer carrera.
Federico Gutiérrez: La mayor parte de Colombia lo conoce porque, con Álex Char, siempre estuvo en los primeros lugares en las encuestas sobre la gestión de las pasadas alcaldías. Pero, eso no alcanza. No es un líder que surgió de una región y trascendió. Su cantidad de votos en la consulta y el segundo lugar en las encuestas se deben más al miedo que le tiene a Gustavo Petro la clase alta, que cree que va a perder los privilegios que le han dado los mandatarios anteriores, y la ignorancia de parte de la clase media y baja, quienes creen que les va a pasar lo mismo que a los venezolanos. En su contra juega, el desconocimiento del país. Al igual que a Rodolfo Hernández le hace falta hacer tránsito por la gobernación de Antioquia y, por lo menos, un periodo en el Congreso. Ahora, ni siquiera sería un segundo Duque, porque éste estaba mejor preparado, de lejos.
Sergio Fajardo: Es un buen candidato. Ha pasado por la alcaldía de Medellín y la gobernación de Antioquia. Tiene una campaña por la presidencia encima, lo cual le da bastante conocimiento del país. En su contra juega su tibieza.
Enrique Gómez: Se le ve preparación intelectual, pero no política, ni administrativa. No es Álvaro Gómez Hurtado, que generaba diferentes emociones. Sobre todo un miedo que no le permitió llegar a la presidencia. Con sólo el apellido, no se gana. Le falta mucho recorrido.
Gustavo Petro: Para mí, el candidato mejor preparado en todos los sentidos, incluyendo la valentía para enfrentarse en el Congreso y en la vida pública a corruptos, criminales, malas administraciones, barones políticos y toda clase de mafias. Se conoce el país, debido a su preparación académica, política, económica y social. Ojalá que tenga la oportunidad que no tuvo Gaitán, Galán, Gómez Hurtado, Serpa…Su pasado rebelde no es obstáculo, sino una virtud que necesitaron Los Comuneros, La Pola, Bolívar, Santander, Nariño… Sin su rebeldía, nuestra patria aún sería más boba. Ojalá le den la oportunidad de ser elegido y ayudarlo a gobernar.
Luis Pérez: Tiene experiencia, pero no para gobernar a Colombia. Al igual que Rodolfo Hernández y los otros candidatos que hemos mencionado, le hace falta tránsito por el congreso u otros cargos.
Íngrid Betancourt: Tiene el conocimiento y el recorrido, pero se le ve el cansancio y el abatimiento natural. Deja entrever un deseo de no repetición de una situación colombiana, como la que le cambió su vida.
Particularmente, quisiera pedirle a quien quede como presidente que no haga lo que han hecho los presidentes anteriores: olvidar a la Costa Atlántica y Pacífica. Además, cesar los ataques a los maestros, de quienes muchos hablan sin conocer la verdadera realidad que vive el Sector Educativo.