Los hombres son ingratos, frívolos, mentirosos, cobardes y codiciosos: mientras uno los trate bien lo apoyan…pero cuando uno está en peligro se vuelven contra él.
Nicolás Maquiavelo
Jamás pensó Gustavo Petro que ser presidente de Colombia le iba a costar tanto trabajo y tantos problemas. Siempre estuvo en la otra orilla, combatiendo la corrupción y encabezando los debates que hacía lo que le llaman oposición en nuestro país. Pensó que esto era fácil, muy fácil.
Fue iluso cuando creyó que muchos políticos (¿politiqueros?) se adhirieron a él como “partido de gobierno”. La verdad es que el miedo al inexistente “Castro-Chavismo”, que les “expropiaría” la vida cómoda (comodísima) que han tenido los adinerados y los dueños del país político-económico que se han repartido a la nación, ordeñándola, para utilizar un término de nuestro abandonado campo, los llevó a crear una estrategia para tenerlo dominado, sin que él se diera cuenta a tiempo. Le hicieron lo que dijo Alejandro Gaviria, antes de la segunda vuelta: “Estamos durmiendo en la cima de un volcán. Hay mucha insatisfacción. Podría ser mejor tener una explosión controlada con Petro que embotellar el volcán. El país está exigiendo un cambio”, señaló. Y así lo hicieron. Uribe, Lafaurie, Gaviria, Cepeda, el senador que se está pareciendo a Roberto Gerlein en su permanencia en el senado, Dilian, el eterno candidato Germán Vargas, además de muchos de los dueños de Colombia se reunieron con él, más los Caballos de Troya que ya estaban dentro del congreso y en su campaña: Roy Barreras encabezando el grupeto que está tomando vuelo para las próximas elecciones o para un posible golpe de estado que siempre ha flotado en el ambiente.
Para rematar, tomó decisiones radicales sobre las energías, la salud y las pensiones que todos sabíamos, no se las iban a aceptar. Además, se ha empecinado en una Paz Total casi imposible, en vez de enfocarse en el ELN , lo que sería suficiente, porque los otros grupos tienen otro status y sólo quieren sacar ventaja. Sumándole a todo esto el nombramiento de ministros inexpertos e imprudentes. Tuvo que dar marcha atrás en varias ocasiones y esto le fue restando credibilidad y fortaleza. Recurriendo a solicitar marchas de apoyo que en nada lo favorecieron. Todo lo contrario. La movilización de las masas debe ser espontánea. Claro que al Centro Democrático tampoco le resultó el #15F.
Y para infortunio suyo, la familia, comenzando por su esposa, hijo y hermano no han sabido manejar la condición ni desempeñar el rol de familiares del jefe de la nación. En ellos ha encontrado una especie de fuego amigo. Se obnubilaron con el poder, dándole de comer a la prensa poco crítica que tenemos; la cual se ha convertido en una prensa comercial cuyo libreto perenne es el ataque a Petro.
Periodistas como Vicky Dávila, Néstor Morales, Óscar Montes, Felipe Zuleta, pertenecen a dos medios periodísticos que abren y cierran su agenda diaria con Petro y sus acciones, las que nunca para ellos tienen algo bueno. Con un apéndice llamado Vox Populi, programa que ha caído en la mediocridad y desde hace rato dejó de hacer humor para convertirse en un remedo de caricatura.
No niego que voté por Petro con la esperanza de un verdadero cambio, pero hoy me arrepiento porque a este país no lo salva nadie. La esperanza eran él y Robledo, pero no es lo mismo ser senador y debatir en el congreso, que comenzar a construir una Colombia más justa y próspera, que vaya saliendo poco a poco de la situación en que la han dejado más de 200 años de malos gobiernos, con poquísimas excepciones.
Qué Dios meta su Mano Poderosa en esta tierra que le vamos a dejar a nuestros nietos…pero hasta a Él se la han puesto difícil las familias que se la tomaron desde hace mucho tiempo.