“Recuerda que de la conducta de cada uno depende el destino de todos”

Alejandro Magno

Desde hace algún tiempo, he venido insistiendo, en muchos artículos de este blog, sobre la necesidad de unirnos en un solo propósito: sacar a Colombia adelante. No importa la raza, el credo, la profesión, la clase socioeconómica, el partido político… Todos debemos tirar para un solo lado: el que le convenga a nuestro país.

Son muchos, los años que llevamos en una guerra sin sentido. Desde el periodo hispánico y luego el republicano, no hemos podido vivir en paz. Es cierto que donde haya seres humanos siempre habrá diferencias, pero siempre hay que buscar el bienestar de todos. Sin ventajas para unos cuantos.

No entiendo la razón por la cual, si en nuestro país se ha establecido que cada cuatro años se elige por mayoría, a un presidente que regirá los destinos de la nación por esa misma cantidad de años, se crea un estatuto de oposición (del cual hablo en otro artículo de este blog), que necesariamente, tiene que replicar cada alocución del presidente de turno y que tiene que buscar siempre lo malo y nunca reconocer lo bueno. Además, sus posiciones serán irreconciliables, aunque lo que haga o diga uno u otro esté bien.

No me explico por qué Álvaro Uribe, Iván Duque, María F. Cabal, Paloma Valencia, Miguel Uribe, y todos los del Centro Democrático; Germán Vargas, David Luna y todos los de Cambio Radical; Juan Manuel Santos y todos los del partido de la U; Efraín Cepeda y todos los del partido Conservador; César Gaviria y todos los del partido Liberal; Ingrid Betancur, Humberto De La Calle y todos los del partido Verde Oxígeno; Andrés Pastrana y los de Fuerza Democrática. Y todos los demás partidos de oposición, al igual que Gustavo Petro y el Pacto histórico, por parte del gobierno, no buscan consensos que le permitan avanzar a Colombia.

De igual manera, los grupos guerrilleros y los clanes paramilitares, por qué no aprovechan esta oportunidad histórica para saldar sus deudas con Colombia y dejar de vivir en el monte. Las ideologías se han perdido. Los años van pasando y se van volviendo viejos, sin poder disfrutar una familia, un ranchito. Los que tienen un status político y los que no, negociar su libertad. Todo tiene solución, menos la muerte. Este es el momento, si no aprovechan estos dos años, lo que vendrá será más duro. No creo en los que dicen que Petro se va a quedar hasta más allá del 2026. Constitucionalmente no se puede, ni se le ven ganas de quedarse en el poder. Creo que lo que él quería era ser presidente. Ya lo logró y no le ha gustado.

Tal vez, lo que temen muchos es que él alcance logros reconocibles y se atornille al poder, pero Colombia no tiene las condiciones para que alguien de la izquierda se adueñe del poder. Comenzando porque las Fuerzas Militares no lo permitirían.

Finalmente, quisiera que los periodistas se pusieran la mano en el corazón y reflexionen sobre si le están haciendo bien o mal a nuestra nación. No se puede creer que porque les dicen “El cuarto poder”, piensen que realmente es así y abusen de ciertos privilegios como el de lanzar noticias que en ocasiones son falsas, haciendo uso de su derecho a no revelar sus fuentes.

Ya es tiempo de deponer los odios: Vicky Dávila, Néstor Morales, Claudia Gurisatti, Pedro Viveros, Felipe Zuleta, Jorge Alfredo Vargas, Juan Roberto Vargas, Luis Carlos Vélez, Camila Zuluaga, Óscar Montes, Érika Fontalvo, David Ghittis y muchos más.

Piénsenlo: el destino de todos está en nuestras manos.