¿En serio debemos votar para rechazar la corrupción? En otro país sería inaudito tener que hacerlo, pero en Colombia, uno de los países más corruptos del mundo (de acuerdo al Foro Económico Mundial ocupamos el puesto 126 entre 140 países), donde según cálculos de la Contraloría General de la República se roban 50 billones de pesos al año, votar a favor de una Consulta Anticorrupción es justo y necesario.

 

Casos repudiables como Odebrecht, Saludcoop, Reficar, Triple A, Electricaribe, el cartel de la hemofilia y la corruptela de la Corte Suprema de Justicia, engrosan la lista de vergüenzas del país. Todas las semanas aparece un caso nuevo que indigna a los colombianos y se olvida tan pronto se destapa la siguiente corruptela. Es tal el nivel de putrefacción, que hasta el Fiscal Anticorrupción fue condenado por corrupto (eso sería cómico si no fuera trágico). Y el asunto no termina ahí, pues en Colombia la corrupción tiene el terrible agravante de ser el medio a través del cual los politiqueros gobiernan de la peor manera y siguen ganando elecciones a través de la compra-venta de votos y otros delitos.

 

En un panorama como este, aparece la Consulta Popular Anticorrupción, un mecanismo de participación ciudadana, a través del cual los colombianos podremos ejercer nuestra soberanía para aprobar 7 medidas puntuales en la lucha contra la corrupción y el proceso por hacer más transparente nuestra democracia.

 

Este domingo, los colombianos tendremos la oportunidad de votar “SÍ” o “NO” en cada una de las 7 preguntas. Para que la Consulta sea válida es necesario alcanzar el umbral de participación equivalente a 12.140.342. Además, cada una de las 7 preguntas necesitara lograr el umbral de aprobación, que corresponde al 50% + 1 de los votos válidos por cada pregunta.

 

Si alcanzamos el umbral de validez de la consulta y el umbral de aprobación de cada una de las 7 preguntas, aprobaremos las siguientes medidas y le daremos el mandato obligatorio al Congreso y al Presidente de adoptarlas:

 

  1. Reducir el salario de los Congresistas y altos funcionarios del Estado.
  2. Cárcel a corruptos y prohibirles volver a contratar con el Estado.
  3. Contratación transparente obligatoria en todo el país.
  4. Presupuestos públicos con participación de la ciudadanía.
  5. Congresistas deben rendir cuentas de su asistencia, votación y gestión.
  6. Hacer públicas las propiedades e ingresos injustificados de políticos y extinguirles el dominio.
  7. No más atornillados en el poder: máximo 3 periodos en corporaciones públicas.

 

La lucha contra la corrupción debe entenderse como un proceso prolongado y constante. La consulta no acaba todo el problema, pero avanza en la dirección correcta y sin duda le da un golpe durísimo a los corruptos. Crea nuevas medidas normativas que generan condiciones adversas para los corruptos, complementa leyes existentes y les da dientes para que sean verdaderamente efectivas, fortalece la democracia a través de la participación y la transparencia, y constituye un vehemente rechazo al que ha sido uno de los peores males de nuestra historia. Por estas y otras razones, es importantísimo que este domingo votemos 7 veces sí en la Consulta Anticorrupción y promovamos una participación masiva en las urnas.