Termina su jornada laboral como profesor de matemáticas para montarse en una moto y empezar a recorrer las calles de Armenia y las carreteras del Quindío. Carga un morral lleno de periódicos y de volantes o «chapolas» –como él les dice– en las que se le ve agitando alguna arenga contra el Gobierno, acompañado del eslogan de la campaña con la que aspira ser elegido en el Comité Ejecutivo Nacional de la Central Unitaria de Trabajadores: «Recuperemos el rumbo Patriótico de la CUT». Así ha transcurrido la mayoría de la campaña sindical de Dimas Arias, actual presidente departamental de la CUT en Quindío, a quien entrevisté para este blog.

 

Dimas Arias, candidato # 89 al Comité Ejecutivo Nacional de la CUT.
Foto: Archivo particular.

 

Carlos Martínez (CM): ¿A qué se refiere con «recuperar el rumbo patriótico de la CUT»?

Dimas Arias (DA): La Central Unitaria de Trabajadores se ha caracterizado por rechazar las imposiciones de EE. UU., así había sido siempre, denunciando al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco Mundial (BM) y a la OCDE como instrumentos de la Superpotencia. Ahora la CUT avala toda la política contra los trabajadores: los proyectos de reforma laboral y reforma pensional son especialmente contra los trabajadores. Además, la central invita a salir a la calle a respaldarla, es una equivocación. Hay que recuperar el espíritu crítico contra esa política, así el presidente sea Petro o cualquier otro.

 

CM: La mayoría de los directivos nacionales de las centrales obreras celebraron el acuerdo salarial estatal al que llegaron con el Gobierno Petro. Incluso, algunos agradecieron al Presidente y otros definieron el incremento como “un logro”. ¿Cuáles son las razones del festejo?

DA: No cabe duda que el incremento acordado es insuficiente. El criterio que se adoptó por las partes, incluidos los representantes de los trabajadores, fue la regla fiscal que impone el FMI, con la que Petro se comprometió en campaña. El aumento debió haber sido mínimo del IPC + 2.4%, cómo calculó el Banco de la República la pérdida de poder adquisitivo durante el año 2022. Las centrales le hicieron un favor al gobierno, no fueron a negociar. Es inexplicable que estén celebrando.

 

CM: ¿Cree usted que la reforma laboral “se dañó” con la ponencia positiva presentada en la Cámara de Representantes –como dicen algunos– o el texto original ya incluía medidas lesivas contra los trabajadores y trabajadoras?

DA: El texto inicial de reforma laboral era muy malo para los trabajadores. Ahora se podría decir que empeoró.

Se mantiene la pérdida de la estabilidad laboral reforzada, el techo al incremento salarial de quienes ganan hasta dos salarios mínimos y quienes ganan más de dos quedan en el limbo. Terminó el nuevo texto burlando aún más los recargos nocturnos y no podemos olvidar que la reforma está cumpliendo los compromisos del capítulo 17 del TC con los EE. UU.

 

CM: ¿La reforma pensional mantiene los requisitos vigentes de edad y semanas, o los amplía?

DA: La fórmula de pilares de la reforma pensional es del Banco Mundial y está pensada para resolver problemas del sistema financiero. La edad pensional se aumenta y nivela a las mujeres con los hombres en 65 años para el régimen solidario y semi-contributivo. Por otro lado, amenaza al régimen de prima media, favoreciendo a los fondos privados, que quedarán liberados de la responsabilidad de las pensiones de quienes por años han depositado allí sus aportes.

En concreto, de aprobarse la reforma pensional, los trabajadores que están en el régimen privado y pasen a Colpensiones obligatoriamente, pasarán de tener que cotizar 1150 semanas a 1300. Y todo confluye hacia un mundo del trabajo de salario mínimo y pensión ínfima.

 

CM: En entrevista de hace un par de semanas para El País, el ex-ministro de Hacienda José Antonio Ocampo afirmó que “la reforma tributaria es el cambio”. ¿Está de acuerdo con esa declaración?

DA: La reforma tributaria es una más de las impuestas por el FMI y la OCDE. En esta le imponen impuestos a la arepa y el chocolate ¡al desayuno!, al helado del niño en la plaza, es un crimen.

Por otro lado, al mantener el mismo porcentaje de impuesto de renta para mipymes y grandes cadenas de capital multinacional, continuará afectando el tejido empresarial nacional. Es decir, la reforma tributaria de Petro es tan neoliberal como las anteriores y, además, afecta severamente las finanzas de Ecopetrol.

 

CM: En sus primeras semanas como Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla se mostró de acuerdo con el incremento al precio de gasolina y aseguró que el galón llegará a $16.000 a finales de este año. ¿Cómo impactan estas alzas el costo de vida de los colombianos?

DA: Cuando la gasolina sube de precio, sube también el precio de los alimentos. Eso lo saben todos los colombianos. Fijar una primera meta en $16.000 es otra medida agresiva de Petro y sus ministros. Ese incremento golpeará gravemente la economía de los hogares, empeorará las condiciones de vida de los trabajadores y la población en general. Cada alza a la gasolina hace una reforma tributaria pequeña, porque el 23% del precio son impuestos indirectos.

 

CM: ¿Qué línea de acción propone al llegar al Comité Ejecutivo Nacional de la CUT?

DA: Insistiré en que la CUT debe recuperar su rumbo patriótico y defender la soberanía nacional, eso significa oponerse a las reformas diseñadas en Washington y acatadas por el Gobierno Petro. La política económica y social debe ser pensada de acuerdo a las necesidades de Colombia, no las de EEUU, ni las del gran capital financiero internacional.

Haré todo lo que esté a mi alcance para unir a los trabajadores para luchar y defendernos de la política imperialista, independientemente de quién esté en la presidencia. Es un principio que no se negocia. Acompañaré a los trabajadores en sus justas reivindicaciones, voten por mi o no, compartan mi visión de país o no, es otro principio.