Cuentan las buenas lenguas que un guerrero indio encontró un huevo de águila en el tope de la montaña y lo puso junto con los huevos que iban a ser empollados por una gallina. Cuando el tiempo llegó, los pollitos salieron del cascarón y el aguilucho también.
Después de un tiempo, aprendió a cacarear, a escarbar la tierra, a buscar lobrices y a subir a las ramas más bajas de los árboles, exactamente como toda gallina. Su vida transcurrió enh la conciencia de que era una gallina.
Un día, ya vieja, el águila estaba mirando hacia arriba y tuvo una visión magnífica. Un pájaro majestuoso volaba en el cielo abierto como si no necesitase hacer el más mínimo esfuerzo. Impresionada se volvió hacia la gallina más próxima y le preguntó ¿qué pájaro es aquel?. La gallina miró hacia aarriba y respondió:
-¡Ah es el águila dorada, reina de los cielos!. Pero no pienses en ella, tu y yo somos de aquí abajo.
El Águila no miró hacia arriba nunca más y murió en la conciencia de que era una gallina, pues así había sido tratada siempre…
—
En la Real Academia de Lengua aparecen los siguientes significados para el verbo «existir»:
1. Dicho de una cosa: Ser real y verdadera.
2. Tener vida.
3. Haber, estar, hallarse
Y para el verbo «vivir» hay 12 significados principales y una sola coincidencia con los que aparecen en existir: «tener vida» y entre los 11 restantes elegí dos:
9. Dicho de una cosa: Estar presente en la memoria, en la voluntad o en la consideración.
10. Dicho de Dios: Estar en la memoria, en la voluntad o en la consideración y asistir particularmente a alguien con sus inspiraciones.
Nacer, crecer, reproducirse y morir es el ciclo de la vida que nos enseñan desde el colegio y esto se asemeja al «existir». El águila- gallina de nuestra historia existió y de repente hasta estuvo cómoda y tranquila en ese rol, pero hubo algo en su interior que vibró cuando vió en el cielo volar a ese ser que creyó estaba muy lejos de su alcance y prefirió volver a bajar la cabeza para continuar perpetuando el ciclo de la «vida».
Si no hubiera vuelto a bajar la cabeza de seguro se habría dado cuenta al observar con detenimiento el vuelo del águila dorada, que ella estaba VIVIENDO, estaba «asistiendo particularmente a sus propias inspiraciones».
No se trata de mirar cómo anda el de al lado, o el que está arriba o el que está abajo, se trata de mirar dentro de nosotros mismos y ver en que andamos: viviendo o existiendo y para eso hay algunas preguntas que pueden ayudar en esa tarea:
¿Cómo luce mi vida? ¿Qué tiene de trascendente mi vida en lo personal, familiar, profesional, financiero, amistades, etc? ¿como deseo ser diferente, que mi familia sea diferente, que mi negocio o empresa sea diferente, que mi comunidad sea diferente? ¿el sol en la mañana me transmite algo más que luz?¿un charco moja mi zapato en la mañana y de paso daña mi día o me gozo la mojada matutina? ¿ la llegada de la noche es sinónimo de «menos mal se acabó el día»?
Y la que consideró fundamental y la he mencionado en otras ocasiones: ¿ Cuál es mi propósito en la vida?.. ¿vives en un cuadrado perfecto que nos han venido dibujando de generación en generación y supones que porque ahí llegaste, ahí te quedas quedas?