Esta semana el mundo ha sido testigo de dos hechos que sin duda alguna afectarán la lucha contra esa enorme e imprecisa amenaza denominada terrorismo; en primer lugar el presidente estadounidense George W. Bush firmó una ley que autoriza los “métodos agresivos de interrogatorio” y el juzgamiento por parte de tribunales militares a los  “sospechosos” de terrorismo.

 

El otro hecho importante se dio en Marlborough Gallery de Manhattan, con  la apertura de la exposición de 40 obras de Fernando Botero que muestran desde el punto de vista del artista, el trato abyecto de militares estadounidenses contra prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib. Esta exposición  se abre luego de tres meses de negativas de museos y galerías, quienes argumentaron la inconveniencia política de la obra.

 

Varias coincidencias me llamaron la atención: en primer lugar que la fecha de apertura y la firma del decreto sean coincidentes, es como un apremiante llamado de atención a las conciencias y una visión futurista sobre la puerta que se abre al abuso por parte del gobierno americano, es decir declarar abiertamente, el ya largamente instaurado terrorismo de estado. La otra coincidencia es que la obra que tiene pensando al mundo sobre estos actos, haya sido realizada precisamente por un colombiano, es decir de un país donde vivimos bajo los efectos del terrorismo incluyendo el de estado.

 

En este momento y tal vez como nunca antes en su historia, el alto gobierno está cuestionando a las universidades publicas por considerarlas refugio de terroristas. Estas declaraciones dadas a los medios el día 12 de octubre a raíz de los hechos ocurridos en la Universidad Nacional y Distrital, durante los cuales fueron utilizadas armas hechizas de alto poder contra la fuerza publica; y que fueron ratificadas ayer 17 de octubre, constituyen un ataque preocupante para la educación pública en Colombia. Como todos los colombianos desapruebo estas manifestaciones de violencia al interior de las universidades, pero considero que no son suficientes para tildar a toda la comunidad estudiantil de terrorista, como ha hecho el gobierno en declaraciones que a mi juicio sí se pueden considerar  terroristas.

 

La solución debe salir de la universidad, respetando la autonomía y territorialidad que se le quiere arrebatar, existen varios asuntos en su interior que deben ser revisados  y en eso muchos estamos de acuerdo, pero también hay que revisar y tener en cuenta las acciones del estado y de la fuerza publica ¿Acaso se aplica la misma tecnología y la misma diligencia cuando se investigan muertes y desapariciones de estudiantes y profesores?

 

Aceptar la posición del gobierno es dejarnos imponer en un corto tiempo, la expedición de leyes tipo George Bush (modelo ideológico de nuestro gobierno), sin que puedan expresarse conciencias críticas como la de Fernando Botero que denuncien de manera inteligente los abusos de la lucha contra el terror; y es que Botero es producto de nuestra educación publica, primero como catedrático  de la Universidad Nacional  en 1958 y luego como gestor y promotor cultural, gracias a la donación de obras que han permitido el acceso al arte a millones de colombianos que nunca habíamos tenido la oportunidad de contemplar un Dalí o un Picasso y que ahora podemos hacerlo. Este acto también es educación pública, que no siempre está ligada a aulas y a títulos. Estigmatizar a nuestras universidades es abrir paso a la ignorancia (condición ideal del autoritarismo),  y al debilitamiento de voces críticas como la de Botero que buscan construir de la mano de la educación.

 

 

UNIVERSIDAD Nacional de Colombia, Pedagógica y Tecnológica de Colombia,  Colegio Mayor de Cundinamarca, Distrital Francisco José de Caldas, Francisco de Paula Santander, Central del valle del Cauca, Tecnológica del Magdalena, De los Llanos Orientales, Industrial de Santander, Tecnológica del Choco, Tecnológica de Pereira, tecnológica del Cesar, Pedagógica Nacional, de Cundinamarca, Popular del Cesar, Sur Colombiana, De la Amazonia, de Cartagena, de Antioquia, de Pamplona, de la Guajira, del Quindío, de Córdoba, del Pacifico, del Tolima, de Nariño, del Cauca, de Caldas, del Valle, de Sucre, Escuela Superior de Administración Publica……

 

¿Cuantos años?, ¿Cuantas carreras?, ¿Cuantos egresados?, ¿Cuantos colombianos tuvimos la oportunidad?

 

CREE USTED QUE NUESTRAS UNIVERSIDADES FORMAN TERRORISTAS?

 

DON BETO