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Se me había olvidado el olor de la guayaba, como decía García Márquez…
Esta mañana tuve la fortuna inmensa de despertar temprano y salir a trotar por la carretera que va a Arboletes, la bruma apenas desvaneciendose a lado y lado de la carretera aún mojada y unas pocas gotas de lluvia, acompañaron mi camino.
Miré hacia el cielo y sólo tuve una expresión; gracias Dios por esta oportunidad de estar vivo, de estar aquí en estas tierras cordobesas.
Mi corazón mas arriba de 125, velocidad crucero, estabilizado y respirando. Seguí andando.A lado y lado de la carretera pasaban automóviles, camiones cargados de alimentos, de ganado, motos, uno que otro ciclista y obviamente los trabajadores de a pie. Me crucé con varios de ellos, con sus miradas, unas amables; otras profundas.
Por mi mente pasaron, como ellos, preguntas. ¿Como serán sus vidas? ¿Habrán tenido una infancia feliz y en paz? ¿Habrán vivido en carne propia la violencia? ¿Serán simplemente felices?
Varias películas, unas de ficción y otras creadas desde mi imaginario alimentado por la propia realidad de este país, y en especial de esta zona, que ha sido tan duramente golpeada por la violencia atravesaron mi pensamiento.
De machete en mano venían algunos, seguro para ir a limpiar maleza a algún potrero. Otros en bicicleta con su machete amarrado al marco con cabuyas ya deterioradas, despeinadas y curtidas por el sudor y el clima.
Seguí avanzando, pasé varias Torres SOS de emergencia y hasta pensé: si se me va la mano trotando me va a tocar usar una de estas para que vengan por mi.
En fin, media hora más tarde de haber comenzado, me di media vuelta y comencé mi regresó. Total, una hora de ejercicio con arriada de ganado y todo.
Por mi mente inevitablemente pasó la idea del concierto en el Río Sinú. Pensé: hoy voy a ir a ver a la novia (la tarima) tiene que lucir hermosa… casi como la idea de ver la novia el día antes de la boda.
Todo adquirió sentido absoluto. Si más allá de esas miradas hubo o no dolor. Si se me había olvidado del olor de la guayaba. Bien, pues esta mañana a través de esos ojos, de esos paisajes, reviví el olor de la guayaba. Colombia te amo con todo lo bueno y con todo lo sin razón que tienes.
18 agosto
Vean acá todo el contenido de la gira Loco de Amor por Colombia.