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En la vida siempre hay preferencias y si de política se trata, prefiero el lado izquierdo de ésta. Me gustan los ideales que persigue y que además se encarga de asuntos que en la rapidez de la política de derecha, pasan desapercibidos o simplemente se escapan de ese lente humano. La derecha (la que no es extrema) se ocupa, la mayoría de las veces, de las dinámicas del mercado y no de las propiamente humanas. No quiero entrar a polarizar en cuanto a preferencias políticas, simplemente anhelo a través de esta reflexión, mostrar cómo en Colombia ser de izquierda es un ejercicio de valentía al que pocos logran sobrevivir.
Y es que la historia la han marcado las reglas en favor de los mismos de siempre y los que tienen un pensamiento político diferente al acostumbrado han tenido que abrirse paso a las malas y viendo morir a sus líderes como mártires del sistema. Justificar el uso de la violencia y de las armas como único método para sembrar ideas revolucionarias, no es mi intención tampoco.
Lo cierto de todo esto es que cuando no hacemos memoria la historia se repite y lamentablemente las noticias de hoy, que no siempre son titular de primera, dan cuenta del peligro inminente que corren los líderes sociales y los defensores de derechos humanos con la firma del nuevo acuerdo de paz, negociación que además de cerrar un conflicto armado, abre la puerta a la inclusión política, esa a la que le temen los de derecha.
Este año van 70 asesinatos, casi 300 amenazas y 28 atentados contra este sector social. La mayoría de ellos pertenecen a los grupos políticos de Marcha Patriótica y la Unión Patriótica y otros que son defensores de derechos humanos. Recordemos que así empezó la extinción a sangre de la primera generación de la UP y que terminó con la desaparición de 104 líderes representativos, entre ellos, dos candidatos a la presidencia, congresistas, diputados, alcaldes y concejales y más de tres mil militantes. Preocupa y mucho que se repitan los crímenes y que el silencio del Estado vuelva a ser cómplice. Sería lamentable seguir ampliando la lista de los cobardes asesinatos de líderes de izquierda, que callaron a bala y cuyos crímenes han quedado impunes. Hoy de nuevo su valentía está a prueba.
Se cuestionan y aunque no me sorprende, las pocas o nulas reacciones de los sectores políticos de derecha, de la iglesia católica y de los cristianos ante estos hechos criminales. No he visto el primer pronunciamiento de los que lideraron el “No” y de los que en el pasado plebiscito promulgaron a gritos mejorar el acuerdo para lograr, según ellos, una paz que incluyera a todos los sectores de la sociedad colombiana. Presiento y sin temor a equivocarme, que el interés de esta derecha recalcitrante, más allá de sentar una paz estable y verdadera, estaba encaminado en dilatar y desligitimar los acuerdos para que se acomodaran a una presidencia más cercana al uribismo y pasar así a la historia. Cuestión de egos, que sí le hacen daño al país.
Indigna, para las futuras generaciones que las esperanzas de una Colombia en paz, en especial en las regiones, se desdibujen por estos lamentables sucesos. Solo queda esperar que el Estado no termine acomodándose a estos crímenes y se blinde a quienes desde lo social, comunitario y político buscan implementar la paz en los rincones más olvidados, en nuestra gente más vulnerable.
¡No olvidar para no morir, recordar para vivir por la verdad! #ImplementaciónYa
En la historia reciente los lideres de la UP eran asesinados presumiblemente por sus opositores de derecha. Fue despues que se conocio por testimonios y documentos desclasificados que el principal causante de esas muertes era las mismas farc. Jacobo Arenas presumia que ellos mismos asesinando a los de la UP, el pueblo iba a tener compacion por las farc en calidad de victimas, y en cierta forma eso le funciono.
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Claro que la derecha mata a los lideres de izquierda, eso simplemente porque, a pesar de que se dicen demratas, les da miedo enfretarse, en las urnas, a sectores que piensan distinto a ellos
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Heroes, no se. Pero nuestros soldados y policias caidos por defender nuestra tranquilidad, con toda seguridad si son heroes.
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Lorena373542. Yo creo que aunque ud. no quisiera decir que solo valen las victimas de izquierda, es una tendencia que se viralizo en el pais, por que los movimientos de izquierda visibilizan sus muertos como supervictimas , sean o no sus muertes por razones politicas, y dan a entender que es el resto del pais que los persigue, tortura y mata como Herodes a los niños inocentes. Los muertos salen de todas las tendencias y de los que no tienen ideales politicos, y no valen unos mas que otros, por que se hace odioso e injusto con los demás que también caen como moscas, en un pais de impunidad y valores tergiversados por la lucha de clases y de extremas politicas.
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Exacto, mi intención no es darle más valor a otra muerte que a otra. Mi objetivo es hacer visible cómo a los que piensan diferente les cuesta sobrevivir en un país mayoritariamente de derecha. Agradezco que me lea, un abrazo.
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observadorobjetivo: nunca quise decir eso.
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Los muertos de la izquierda, son victimas importantes, mientras que los de otras tendencias valen huevo!
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Las falacias de la izquierda, creer que la derecha mata a los dirigentes de izquierda, los que se hacen pasar por defensores de derechos humanos, líderes de la unión patriótica o marcha patriótica son la misma vaina auxiliadores de la narcoguerrilla, y si se matan es entre delincuentes los que toman la justicia por su propia mano y los que responden con las mismas armas, claro q a la derecha le duele la muerte de las personas decentes y trabajadoras de Colombia pero los que toman las armas y los que desde la vida civil los apoyan asumen sus propias consecuencias y terminan matándose entre delincuentes.
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Hay, en la vida de los humanos, los que se preocupan por el bien de todos los seres vivos, y otros que no toleran a sus víctimas de sus ideas mezquinas.
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Pobre de usted.
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