(El diseño general del afiche fue realizado por Alma Castro y las caricaturas que en él aparecen son autoría de: Chicoma realizó la de Pablo de Rokha, Alberto Arango la de Jorge Zalamea, Diego Parpaglione la de Gabriel Celaya, la de Efraín Huerta apareció en el periódico El Universal -pero no logramos encontrar su autor- y Alan McDonald realizó la de Roque Dalton)

La gente del periodo clásico, por lo menos en occidente, tenía claro para qué servía la poesía. En principio, para resguardar y transmitir el conocimiento. Luego, para hacer inmortales a sus héroes. La poesía entonces caminó sus primeros días tomada de la mano del Estado. Sus valores, sus dioses y sus gestas eran los temas que ella cantaba. Los poetas no estaban en la pirámide social de aquellos días pero eran recibidos y tratados como príncipes por los gobernantes quienes además les pagaban muy bien por sus composiciones.

Con el tiempo las cosas no fueron tan claras, para el periodo romántico la poesía le había dado la espalda a dioses y gobernantes y se refugiaba terca en la contemplación de la naturaleza y del ser humano. Tratando de leerlos y de entenderlos. ¿Quién iba a pagar por poemas sobre una “Estrella Brillante”? Esa obra de los poetas ya no resultaba útil a la sociedad, más preocupada por el capital que por lo bello, y los mismos vates iban en camino de convertirse en vagos sin hogar, habitantes de las calles y de la generosidad de sus amigos.

Por esos días Theophile Gautier defendió, en su prefacio a la novela Mademoiselle de Maupin, la inutilidad del arte y su independencia de valores morales, económicos o políticos. El arte no tiene por qué resultarle útil a la sociedad y su único compromiso estaría del lado de la belleza:

“No existe nada realmente hermoso si no es lo que no puede servir para nada. Todo lo que es útil es feo, porque es la expresión de alguna necesidad y las del hombre son ruines y desagradables, igual que su pobre y enfermiza naturaleza. El rincón más útil de una casa son las letrinas.”

(Y aprovecho aquí para dejarles este enlace por si les interesa leer de la letrina y su relación con la poesía)

Las ideas que expone Gautier en su prefacio dieron paso a la expresión, hoy en día manida y cacareada por muchos pero entendida por pocos: el arte por el arte. Sin embargo, el ser humano y sus constantes atrocidades, dos guerras mundiales, terminó enfrentando a los artistas con esta concepción del arte. En 1936 el inicio de la Guerra Civil española no dejará indiferente a ninguno.

Un desfile impresionante de artistas de todo el globo sin dudarlo se enlistaron para defender, con su obra y su acción, un ideal de mundo: Dorothy Parker, John dos Passos, Ernest Hemingway, César Vallejo, André Malraux, Antoine de Saint-Exupéry, George Orwell, Robert Capa, Gerda Taro y Tina Modotti, son apenas unos pocos nombres de los artistas que dieron vida y parecen ampliar estas palabras del poeta Miguel Hernández: “Los poetas somos viento del pueblo […]El pueblo espera a los poetas con la oreja y el alma tendidas al pié de cada siglo” Palabras en las que resuena el eco de una vieja idea de Rilke y que alude a que los poetas son la voz de lo que no tiene voz.

Viene entonces una época eufórica y convulsa en la que nace de nuevo, como en la época clásica, una poesía que va de la mano con un compromiso y que se toma la misión de hacer resistencia a la injusticia y resultar contestataria. Una poesía, valga decirlo, que genera mucha suspicacia por dos razones: al asumir un compromiso tanto el poeta como sus textos pierden libertad creadora y se limita el proceso creativo a un marco rígido de temas y valores. De otro lado, como ya lo promulgó Gautier, al tratar de resultar útil se aleja de la belleza y de la intemporalidad.

Es entonces por esto que hemos decidido dedicar la presente versión del Taller de Poesía Ciudad de Bogotá: Los Impresentables a estudiar la relación entre poesía y resistencia. Nos guían preguntas como: ¿de verdad no se encuentra calidad en ella?, ¿nada de la poesía comprometida que se escribió se salva?, ¿qué autores y por qué decidieron dedicarse a ella?

Si a usted le interesa acompañarnos en nuestro taller este año aún está a tiempo, las inscripciones van hasta el lunes 10 de abril de 2017. En este enlace encuentran la convocatoria completa.