Los sueños premonitorios advierten al soñador sobre hechos que inexorablemente van a suceder con el fin de que tome las precauciones necesarias para evitar una consecuencia negativa para él o para su grupo familiar. Es el caso, por ejemplo, cuando anuncian la ocurrencia de fenómenos naturales como un terremoto, un tsunami o de accidentes aéreos o terrestres. También vislumbran acontecimientos inminentes, evitables o no, que afectarían a la persona si se realizan. En el primer caso (cuando los hechos se pueden evitar), es posible ejercer las acciones necesarias para impedir consecuencias dañinas o dolorosas como pueden ser la disolución familiar por causa de una conducta irresponsable o la pérdida del empleo por el manejo inadecuado del dinero ajeno. En el segundo, sucesos inevitables como el deceso de un ser querido o, inclusive, la propia muerte, se deben asumir con entereza para perdonar o pedir perdón, acompañar al allegado que parte u organizar lo pertinente para dejar en orden los asuntos personales.
Existe una gran confusión entre la gente respecto a este tema. Muchos de mis corresponsales me dicen que sueñan cosas que después suceden y ese hecho los atemoriza en exceso. Me cuentan, por ejemplo, en el caso de algunas mujeres, que soñaron que estaban embarazadas y a los ocho días una amiga les dijo que esperaba un bebé o que en un sueño se accidentaron y días después un amigo sufrió un accidente y otras cosas por el estilo. Aclaro: esos no son sueños premonitorios. No me cansaré de recordarles que los mensajes de los sueños son para el soñador e identifican la situación que vive cada persona. Entonces no hay justificación alguna en sentir cierta sensación de alivio porque las circunstancias que soñaron aquejaron a otro y no a ellos mismos. No tiene nada que ver el mensaje del sueño con eventos aleatorios pero coincidentes. Además, las imágenes de los sueños no son lo que parecen ser. Esa es la regla general. Sin embargo -esto es de suma importancia-, en los sueños premonitorios los mensajes son tan claros y directos que la persona, al despertar, sabe lo que debe hacer para evitar una desgracia o los pasos que debe dar para aprovechar una oportunidad única para alcanzar una meta. También en esta clase de sueños -lo mencioné en un post anterior- excepcionalmente muchas personas pueden recibir el mismo mensaje si se trata de la advertencia de un suceso catastrófico que afectará a los habitantes de un lugar.
También existe la tendencia a confundir los sueños premonitorios con episodios de deja vu. Puede existir alguna semejanza entre ellos pero son dos experiencias diferentes. El deja vu (que significa ya visto o ya vivido) es un sueño de advertencia bloqueado que se recuerda momentos antes de que ocurra el hecho previsto en el sueño. Es la visión de un episodio del futuro. En cambio los sueños premonitorios no se bloquean, no se olvidan, al contrario, se recuerdan con claridad para que la persona actúe prontamente según el sentido del mensaje. Empero, no hay que olvidar que cada ser humano es libre de aceptar o rechazar el anuncio que Dios le envía por medio de sus sueños.
Algunos sueños premonitorios han trascendido a la historia. Citaré dos de los más conocidos. El primero, el famoso sueño de Abraham Lincoln días antes de su asesinato en un teatro durante la representación de una obra. Así lo contó el mismo Lincoln a su esposa:
«Hace unos días, estaba esperando comunicaciones importantes desde el frente. Estaba cansado, pues había trabajado hasta muy tarde. Hacía poco que me había acostado y caí en un estado de somnolencia ya que estaba exhausto. Empecé a soñar. En el sueño sentí como una extraña quietud mortal en el ambiente. De pronto escuché sollozos, que aparentemente parecían ir disminuyendo. Tuve la sensación que algunas personas estuviesen llorando. Creo que me levanté de la cama y me fui recorrer al primer piso. De repente el silencio fue interrumpido por los mismos sollozos abrumadores, que había oído antes, sin embargo, las personas quienes lloraban eran invisibles. Empecé a deambular de habitación en habitación, no se veía a ningún ser humano cerca, sin embargo, continué escuchando el mismo llanto de profunda tristeza. Cuando iba en este recorrido, vi que todas las habitaciones estaban iluminadas y me fijé en cada objeto, que me era conocido. Reflexioné: ¿Dónde estarán las personas que están llorando con tanto pesar? ¿Qué podría significar todo esto? Continúe andando hacia el Salón Este. Allí me encontré con una horrenda sorpresa. Delante de mí yacía un cuerpo con vestimentas fúnebres. Había unos soldados de guardia custodiando el ataúd, una multitud estaba aglomerada y plañía con un sentimiento de dolor. ¿Quién murió en la Casa Blanca? Le pregunté a uno de los soldados: El presidente ha sido asesinado respondió.
Repentinamente, sentí como viniendo de la muchedumbre una desazón inexplicable, tan fuerte que desperté y no conseguí conciliar el sueño otra vez esa noche»
(Tomado del libro Los sueños: el espejo del alma, de Rosa Anwandter.)
Otro muy conocido es el de la niña Eryl Mai Jones quien vio en sueños un accidente que ocurriría en la pequeña aldea minera de Abergan en Gales donde vivía con sus padres. Dos días antes (el hecho ocurrió el 21 de Octubre de 1966) la niña le contó a su madre que «había soñado que la escuela desaparecía y algo negro se la había tragado.» Le dijo, además, que no tenía miedo de morir porque así «se reuniría con Jesús.» Efectivamente un deslizamiento de tierra sacudió el pueblo y la escuela donde estudiaba Eryl fue sepultada por medio millón de toneladas de carbón. Murieron 144 personas entre ellas 122 niños. Posteriormente el siquiatra Juan Barker y un periodista iniciaron una investigación y comprobaron que 60 personas habían presentido la catástrofe.
En ambos casos los personajes de las anécdotas referidas vieron en sueños su propia muerte y dejaron constancia de eso. Sin embargo, tal vez por no comprender a cabalidad la inminencia de esa realidad, nadie intentó evitar el resultado.
A continuación publico los mensajes de los sueños que los lectores me enviaron por conducto de mi página web:
ORLANDO:
«Soñé viendo a mi suegro muerto dentro del ataúd colocándole un objeto en el féretro y flores pero él me indicaba cómo hacerlo.»
ORLANDO, debes cambiar de actitud con tu suegro y darle un mejor trato. El futuro te enseñará que actuaste a tiempo.
ANDRÉS:
«Soñé que yo estaba en una casa conocida y estaba como en un exorcismo de un bebé con personas conocidas pero la que mas recuerdo era una tía cercana que me dijo que ella le había hecho brujería a mi novia para que termináramos, lo que pasa es que yo terminé con la mamá de mi hijo hace unos dos meses y lo más raro es que he intentado, le he hablado, le digo que perdone mis errores y que empecemos de nuevo y no ha sido posible, ella dijo que de pronto algún día volvería para empezar de nuevo y después dijo que no; me da miedo de pronto que la persona con la que está ahora le hubiera hecho algo porque ella no era así.. Gracias espero que me puedas ayudar, lo necesito, estoy pasando por el peor momento.»
ANDRES, No puedes seguir comportándote como una persona inmadura aunque parte de la responsabilidad la tienen algunos de tus familiares por todo lo que te acolitan. La única persona que debe cambiar eres tú. Tu pareja se cansó del trato que le dabas y de tantas irresponsabilidades e infidelidades.
MARÍA P:
«Le escribo con el fin de que me ayude a saber qué pasa con mi sueños, tengo 3 años con mi esposo pero recurrentemente sueño con mi ex novio en diferentes situaciones, sexuales, que me persigue y siempre lo veo con una mala apariencia, ayer volví a soñar con él, yo estaba con mi hermano y él estaba vestido de negro y me miraba con una mirada fea, no se que puede estar sucediendo. Muchas gracias.»
MARÍA, tienes que dejar de comparar a tu esposo con tu exnovio, tu pareja actual es una persona totalmente diferente y si no cambias tu manera de tratarlo lo vas a perder.
JESÚS:
«Desde que era pequeño hasta pasada la adolescencia soñaba que podía volar, sin alas, solo que saltaba y volaba, ese sueño era muy recurrente, pero desde unos años hasta el presente lo sueño muy rara vez.»
JESÚS, desde niño te diste cuenta de tus capacidades y has alcanzado cada meta que te propusiste, es por eso que ya en la actualidad ese sueño no se repite.