Fotos: Victoria Puerta.

A Nairo Quintana le dieron champán, flores por ganar La Vuelta España. A los colombianos una felicidad que no cabía en el cuerpo.

Nairoman. Despierta devoción por su tranquilidad, generosidad al hablar, y sobre todo, por pedalear hasta la Victoria.

Alegría, entrega, admiración. De fondo esa paz tan anhelada de lejos, de cerca.

La niña de sus ojos, contagiada de la serenidad de su padre.